Publicidad

Dynaudio Focus: comodidad y musicalidad extremas en perfecta simbiosis

Fue presentada en sociedad por todo lo alto en el certamen High End de Múnich de este año y, en su condición de gama de cajas acústicas firmada por Dynaudio, no decepcionó. Su nombre es Focus y está formada por tres –las columnas Focus 50 y Focus 30 y el monitor compacto Focus 10- sistemas de altavoces activos con streamer incorporado, de hecho sistemas de audio inalámbrico “todo en uno” en toda regla, un tipo de producto que aúna como pocos simplicidad formal y comodidad de uso, virtudes ambas que en Dynaudio son multiplicadas por la reconocida calidad sonora y la excelencia constructiva de uno de los fabricantes de cajas acústicas y altavoces más reputados del mundo.

Sustituta de la celebrada Focus XD, la nueva Focus aporta un “plus” en elegancia estética y, por encima de todo, en tecnología al combinar transductores de muy alta calidad con una potente plataforma de streaming, entradas para fuentes analógicas y digitales externas e incluso una salida para subwoofer, a la vez que es compatible –opcionalmente- con la potente calibración DIRAC Live. El resultado es una propuesta que brilla tanto en prestaciones absolutas como en relación calidad/precio dentro del contexto del High End y que sin lugar a dudas resultará de lo más atractiva para los usuarios exigentes pero alérgicos a las complicaciones.

La Dynaudio Focus 50 (centro), flanqueada por sus hermanas pequeñas Focus 30 (izquierda) y Focus 10 (derecha).

Cajas acústicas activas: un concepto eternamente seductor

“Eternamente seductor”, cierto, pero debería añadir la coletilla “si se hace bien”… en realidad, como con todo. De hecho, la caja acústica activa es la respuesta teóricamente definitiva a ese problema –también eterno, dicho sea de paso- que es la búsqueda de la perfecta adaptación entre caja acústica y electrónica de ataque. Porque, recordémoslo, cada uno de los altavoces que hay en una caja acústica es un transductor que convierte energía eléctrica en mecánica y finalmente en acústica, un proceso de pésima eficiencia por cuanto el 98-99%  de la energía empleada se pierde en forma de calor. Una solución a este problema son los sistemas de alto rendimiento, aunque por otro lado hay que reconocer que a los puristas del audio les gusta experimentar entre las virtualmente infinitas combinaciones cajas-ampli para dar con la que más les guste.

Dicho lo anterior, ¿vale la pena hacerse con una caja acústica activa? ¡Por supuesto si, insisto en ello, está bien diseñada! Pero quede claro que una caja acústica activa no es una caja acústica con un amplificador dentro sino con un amplificador para cada altavoz. A nivel formal, en una caja acústica convencional, léase pasiva, lo que tenemos es el amplificador seguido del filtro divisor de frecuencias y a continuación los altavoces mientras que en una de tipo activo primero tenemos el filtro, luego la electrónica de amplificación y seguidamente los altavoces. Una “inversión” muy interesante por cuanto permite poner a punto un amplificador que se adapte de manera óptima a “su” transductor, adaptación que se puede armonizar mediante un filtro divisor de frecuencias “inteligente” y por lo tanto que además de realizar la preceptiva separación entre las distintas gamas de frecuencias sea capaz de armonizarla actuando sobre parámetros como la fase o incluso la ecualización. Entiendo que lo de “meter mano” a la señal musical no es del agrado de muchos pero, claro, si el diseñador del sistema en cuestión hace bien su trabajo la cosa cambia porque hay plenas garantías de que todo se habrá realizado en la dirección correcta, buscando la máxima musicalidad.

 

La propuesta de Dynaudio: exquisitos sistemas estéreo “todo en uno”

A mi razonamiento anterior he de añadirle una puntualización tan sencilla como es reconocer que hay muchos amantes de la música que buscan excelencia sonora pero no quieren saber nada de las complicaciones formales que tanto seducen a muchísimos entusiastas del sonido con mayúsculas. Es más: no sólo desean olvidarse de tales complicaciones sino que incluso verían con muy buenos ojos que todo lo que necesitan para escuchar música como es debido se concentrara en un único producto. Un razonamiento que nos lleva directamente a los sistemas de audio “todo en uno” en el sentido literal del término y por tanto que integran electrónica –conectividad a redes incluida- y cajas acústicas. Pero, claro, de tales sistemas los hay de todos los colores, por lo que efectuaré una última matización: ¿es posible que entre tales sistemas haya algunos capaces de competir con sus homólogos formados por componentes separados? La respuesta es sí, y su materialización la encontramos en la propuesta más reciente del reputado fabricante de cajas acústicas danés Dynaudio: la flamante Serie Focus.

¿Qué es lo más interesante de la gama Focus? Sin dudarlo ni un instante: el hecho de que haya sido puesta a punto por Dynaudio, una marca cuyos transductores figuran en la élite de la electroacústica mundial –y además para todo tipo de aplicaciones- desde hace varias décadas. Por lo tanto, si me dicen que la marca escandinava ha comercializado una familia de cajas acústicas con amplificación dedicada –léase hecha a medida- para cada altavoz y que además integra la conectividad necesaria para reproducir con las mismas contenidos procedentes de cualquier componente audiovisual de última generación, la respuesta es “¡compro!”.

Tres son los modelos que conforman la Focus: el monitor compacto Focus 10 y las columnas Focus 30 y Focus 50, esta última el buque insignia de la gama y que hemos probado para ustedes. Como siempre, he incluido al final del presente artículo una ficha técnica detallada de cada modelo para no extenderme en exceso en la parte descriptiva, por lo que sólo comentaré los elementos que considero más relevantes empezando, lógicamente, por los transductores, unos transductores que, también lógicamente, comparten la misma tecnología con el fin de asegurar una “firma” sonora idéntica para las tres Focus. Así, el tweeter, de nombre Cerotar es un diseño de cúpula blanda equipado con un refinamiento técnico importado de la exclusiva Serie Confidence de Dynaudio: la cúpula interna Hexis, cuyo cometido es optimizar el flujo de aire y minimizar resonancias no deseadas. A ello se suma un potente motor magnético equipado con un imán de carbonato de estroncio y ferrita para maximizar la sensibilidad por un lado y la dulzura y limpieza de los agudos por otro.

Como siempre en Dynaudio, la calidad de los transductores es excepcional, basándose los empleados en la gama Focus en los utilizados en series tan exclusivas de la marca danesa como la Confidence y la Contour.

En lo que respecta a los medios, el único modelo que incluye un transductor dedicado es el Focus 50, materializado en un cono de MSP (el ya emblemático “Magnesium Silicate Polymer” o Polímero de Silicato de Magnesio de Dynaudio) de 150 mm de diámetro derivado del empleado en la galardonada Contour 60 y que combina un imán de neodimio, con una sofisticada bobina móvil de aluminio puesta a punto por Dynaudio montada en un soporte de fibra de vidrio. Por su parte, tanto la Focus 30 como la Focus 10 montan altavoces de medios/graves Esotec+ con diafragma de MSP de 140 mm y bobina móvil de aluminio complementados por imanes de alta potencia para garantizar elevados desplazamientos sin distorsión. Idéntica concepción encontramos en los dos woofers Esotec+ de 180 mm de diámetro que figuran en la Focus 50, que, como pudimos comprobar en directo, cumplen exquisitamente con su cometido.

La segunda parte clave de la filosofía de las Focus la encontramos en la electrónica de amplificación, configurada en Clase D y desarrollada conjuntamente por Dynaudio y la firma danesa Pascal –a la que se deben los amplificadores incorporados en los robustos monitores profesionales Core de la marca escandinava- para que se adapte específicamente a las características del pertinente transductor y que en el caso concreto de la Focus 50 está en condiciones de reproducir picos de 1.000 vatios. Esto nos lleva al tercer elemento crítico de nuestras invitadas: la circuitería encargada de “armonizar” y, cuando la situación lo requiere, “domar” tanto poderío. Basada en DSP (Procesado Digital de Señal), dicha circuitería permite optimizar –dependiendo de su ubicación en la sala de escucha- el comportamiento de cada Focus en el momento de su configuración aplicando asimismo opciones de ecualización prefijadas que incluso tienen en cuenta detalles aparentemente tan nimios como si nuestra caja acústica tiene o no instalada su rejilla protectora. Todo ello se puede reforzar/afinar -según proceda- adicionalmente vía DIRAC Live, una calibración de altos vuelos muy respetada en el ámbito profesional. Por lo demás, sobra decir que la calidad de fabricación de las Focus es excepcional, como siempre en Dynaudio, mientras que la pulcritud de sus acabados y una estética marcadamente clásica garantizan su atemporalidad.

Focus 50: excelencia sin paliativos ni complicaciones

He dejado para el final una característica fundamental de las Focus: la conectividad a redes, léase el portal que les permite acceder a contenidos remotos… y no tan remotos. Hablamos de Wi-Fi/Ethernet, de AirPlay 2 para dispositivos Apple y Google Chromecast para sus homólogos Android, así como de Bluetooth y de la homologación Roon Ready, a lo que hay que sumar la conectividad digital “Hi-Res” WiSA entre cajas para, por ejemplo, conectar nuestras Focus a un televisor. Todo ello, por supuesto, se puede gestionar desde una app dedicada: la Dynaudio app.  

La escucha de las Focus se concentró en el modelo Focus 50 por cuanto su condición de modelo superior de la gama debería permitir, como así fue, conocer a fondo la personalidad sonora “genérica” de la misma. La llevé a cabo en compañía –gestionada vía Roon- de una parte –la que carece de vídeo- de la selección de temas musicales que se utilizó en los eventos dedicados a las monumentales Klipsch Jubilee 75th Anniversary, por lo que la tenía muy “fresca”.

Lo primero que hay que decir de las Dynaudio es que poseen una precisión tonal exquisita. Me parece importantísimo utilizar este término acuñado en su momento por la escocesa Linn porque, en mi opinión, es el que define, así de entrada, si una caja acústica “suena” -léase es “musical”- o no. Y la Focus es rigurosa-minuciosa por un lado y humana-cálida por otro en una dosis perfecta ya que en ningún momento “se le va la pinza”. Por ejemplo, los graves del introspectivo “Solar Sailer” de Daft Punk son francamente sedosos a la vez que mantienen intacta su profundidad. Misma sensación con el tema “Diiferenty” de Marian Hill, en el que una cautivadora sensación de control férreo y natural a la vez refleja espléndidamente lo que significa tener un amplificador dedcado para cada altavoz.

En el ámbito de las voces, el magnífico “Animales Hambrientos” de nuestra compatriota Bebe desvela una riqueza de matices que, sin sorprender dada la extraordinaria calidad de los transductores de Dynaudio, logra impresionar por su elegancia y la expresividad de su articulación. Por lo que respecta a la zona alta del espectro, ¡pues qué les voy a decir! Definida en grado sumo, por supuesto, pero también aterciopelada, algo que no siempre sucede con las Dynaudio pasivas cuando son atacadas por la electrónica equivocada. Por lo demás, las Focus exhiben la dinámica que se espera de la reputación de un fabricante cuyos modelos “pro” son utilizados por algunos de los mejores estudios de grabación y empresa de radiodifusión del mundo. En lo que respecta a la componente espacial del sonido, me atrevería a darle entre notable alto y sobresaliente, aunque sin pretender ser concluyente al depender en grado sumo de las características de la sala utilizada para la escucha.

En síntesis

Dignísimas creaciones de un fabricante carismático, las Focus son audiófilas hasta la médula pero también “prácticas” hasta el tuétano. Entiendo que muchos puristas de la viaja escuela miren de reojo un tipo producto en el que no pueden introducir su impronta, pero les aseguro que, a la vista de lo placentero que resulta la configuración y uso de la Focus 50, la inversión a realizar vale la pena. Para otros, bastará con la certeza de tener un sistema de audio “plug & play” genuinamente High End a todos los niveles.

Ficha técnica

Focus 50

  • Configuración: sistema de cajas acústicas de suelo “master/slave” de 3 vías/4 altavoces con recinto hermético, electrónica de amplificación interna, filtro divisor de frecuencias basado en DSP y streamer de audio.
  • Altavoces: 2 woofers de 180 mm de diámetro, 1 altavoz de medios de 150 mm y 1 tweeter de cúpula blanda de 28 mm en cada caja acústica.
  • Respuesta en frecuencia: 20-22.000 Hz, +/-3 dB a 85 dB; 18-36.000 (puntos de corte a -6 dB) en régimen dinámico.
  • Potencia del amplificador interno: 280 W RMS para los woofers, 280 W RMS para el altavoz de medios y 110 W RMS para el tweeter en cada caja acústica.
  • Entradas y salidas analógicas (caja acústica “master”): 1 entrada estéreo con conectores RCA, 1 salida para subwoofer y 1 salida para conexión entre las cajas “master” y “slave”.
  • Entradas digitales: 1 coaxial y 1 óptica en la caja “master” y 1 coaxial en la caja “slave” para enlace entre cajas “master” y “slave”. 
  • Conectividad a redes: Wi-Fi, Ethernet y Bluetooth.
  • Conectividad inalámbrica entre cajas: WiSA hasta 24 bits/96 kHz.  
  • Dimensiones: 215 x 1.140 x 305 mm (An x Al x P) la caja sola y 305 x 1.187 x 401 mm (An x Al x P) incluyendo la rejilla protectora y los pies de desacoplo.
  • Peso: 33’5 kg.
  • Precio de venta al público recomendado: 10.000 euros.

Focus 30

  • Configuración: sistema de cajas acústicas de suelo “master/slave” de 2’5 vías/3 altavoces con recinto hermético, electrónica de amplificación interna, filtro divisor de frecuencias basado en DSP y streamer de audio.
  • Altavoces: 2 “midwoofers” de 140 mm de diámetro y 1 tweeter de cúpula blanda de 28 mm en cada caja acústica.
  • Respuesta en frecuencia: 30-22.000 Hz, +/-3 dB a 85 dB; 18-36.000 (puntos de corte a -6 dB) en régimen dinámico.
  • Potencia del amplificador interno: 280 W RMS para cada “midwoofer” y 110 W RMS para el tweeter en cada caja acústica.
  • Entradas y salidas analógicas (caja acústica “master”): 1 entrada estéreo con conectores RCA, 1 salida para subwoofer y 1 salida para conexión entre las cajas “master” y “slave”.
  • Entradas digitales: 1 coaxial y 1 óptica en la caja “master” y 1 coaxial en la caja “slave” para enlace entre cajas “master” y “slave”. 
  • Conectividad a redes: Wi-Fi, Ethernet y Bluetooth.
  • Conectividad inalámbrica entre cajas: WiSA hasta 24 bits/96 kHz.  
  • Dimensiones: 180 x 900 x 261 mm (An x Al x P) la caja sola y 268 x 947 x 342 mm (An x Al x P) incluyendo la rejilla protectora y los pies de desacoplo.
  • Peso: 15’2 kg.
  • Precio de venta al público recomendado: 7.500 euros.

Focus 10

  • Configuración: sistema de cajas acústicas de estantería “master/slave” de 2 vías/2 altavoces con recinto hermético, electrónica de amplificación interna, filtro divisor de frecuencias basado en DSP y streamer de audio.
  • Altavoces: 1 “miwoofer” de 140 mm de diámetro y 1 tweeter de cúpula blanda de 28 mm en cada caja acústica.
  • Respuesta en frecuencia: 43-22.000 Hz, +/-3 dB a 85 dB; 22-36.000 (puntos de corte a -6 dB) en régimen dinámico.
  • Potencia del amplificador interno: 280 W RMS para el “midwoofer” y 110 W RMS para el tweeter en cada caja acústica.
  • Entradas y salidas analógicas (caja acústica “master”): 1 entrada estéreo con conectores RCA, 1 salida para subwoofer y 1 salida para conexión entre las cajas “master” y “slave”.
  • Entradas digitales: 1 coaxial y 1 óptica en la caja “master” y 1 coaxial en la caja “slave” para enlace entre cajas “master” y “slave”. 
  • Conectividad a redes: Wi-Fi, Ethernet y Bluetooth.
  • Conectividad inalámbrica entre cajas: WiSA hasta 24 bits/96 kHz.  
  • Dimensiones: 180 x 315 x 261 mm (An x Al x P) la caja sola y 180 x 315 x 276 mm (An x Al x P) incluyendo la rejilla protectora.
  • Peso: 7’5 kg.
  • Precio de venta al público recomendado: 5.000 euros.

Importador: www.decineaudiovideo.com 

 

Comments are closed.