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Ya que estamos mirando “tripas”, decir que el Majik DSM tiene una construcción interna impecable, con la citada fuente de alimentación conmutada de muy alta calidad –Dynamic en lenguaje Linn– ocupando el lateral izquierdo, y un disipador al que se anclan los transistores e integrados de salida a la derecha. El integrado usado es el TDA7293 –uno por canal– y los transistores de esta amplificación interna son una pareja de Sanken –A1386 y C3519–, una configuración bastante corriente. En el centro, varias capas de placas electrónicas de última generación bien organizadas y con un evidente cuidado por el resultado final, es decir, un audio del máximo nivel posible. Se aprecia en cómo se dejan algunos circuitos muy cercanos a otros, mientras otros bloques se separan o aíslan para evitar interferencias. También está claro que hay mucho “cerebro”: varios procesadores digitales que se reparten la tarea de la reproducción vía red, la gestión del aparato y el tratamiento digital de las señales –que incluye el procesado para “Space Optimisation” que enseguida descubriremos–.

Linn Majik DSM_det Int PSU

El chip usado para la conversión digital-analógica es el excelente Wolfson 8740, uno para ambos canales –se usan dos en el Akurate con salidas balanceadas de la gama superior–. El que hace la función inversa, conversión ADC de las entradas analógicas, es un Burr Brown PCM1804, y tanto este chip como el anterior funcionan a la máxima resolución de 24 bits y 192 kHz que es la usada en los procesos internos del Linn. La salida analógica usa excelentes amplificadores operacionales de la serie x134 de Burr Brown y un chip de regulación del volumen de la misma marca, el PGA23201. Como comenté más arriba sin embargo destaca el diseño de la placa con cada parte separada, claramente muy estudiada y perfeccionada a través de diferentes versiones, lo que ayuda a sacar el máximo partido de esos chips.

Linn Majik DSM_interior

Primer contacto

Confieso que afronté esta prueba con cierto “miedo”: lo normal es que sea el distribuidor Linn quien haga la instalación del equipo y su configuración en casa del cliente, y yo decidí hacerlo –por lo menos intentarlo– por mi cuenta. Me enviaron varios manuales y tuve que descargarme tres o cuatro programas diferentes… así que antes de empezar como digo no tenía yo muy claro cuánto tardaría en que aquello “sonara”, si es que lo conseguía. Pero resultó ser todo sencillísimo. Se instala y conecta el equipo como haríamos normalmente, con la salvedad que el DSM necesita tener conectado el cable de red –nada de WiFi con sus problemas– antes de enchufarlo. Cuando lo encendemos busca red, y si la encuentra se queda en reposo pero activo. Ahí entra en acción el potente programa de configuración –Konfig–, potente pero una vez puestos manos a la obra tremendamente sencillo e intuitivo. En pocos minutos yo ya había renombrado las entradas, había dejado una analógica con ganancia fija para el AV, había activado mi cuenta de Tidal… ¡qué fácil! También hice una incursión en el apartado de “Space Optimization” marcando las cajas Majik 140 que me enviaron junto al DSM –vi que mis 802D también están medidas en su base de datos, buena cosa–, metí las dimensiones de sala y punto de escucha, pero sin activar ninguna corrección hasta entender mejor qué hacía y cómo.

Así es como, apenas minutos después de haber colocado y conectado todo, cojí el elegante mando a distancia de perfecta ergonomía y empezó a sonar la música. Todo fácil, mucho: elijo “radio” en el mando y moviéndome veo preseleccionadas muchas emisoras “online” conocidas, cómo no en primer lugar las propias de Linn. En la pantalla pasa el nombre de la radio y la información de qué suena en letras grandes y luego se queda algo menor con más información, y podemos ver más detalles –incluso el flujo de información o la calidad del sonido recibido– con la tecla “Info” del mando… todo fácil y lógico.

Linn Majik DSM_display

El equipo apenas llevaba un rato sonando y ya me estaba gustando tanto como era fácil su manejo, momento de abrir la aplicación que ya conocía –Kinsky– para profundizar un poco más viendo qué radios había y para empezar a montar una lista de reproducción de mis archivos –el servidor lo reconoció sin problema también–. Y mientras tanto, descargar en mi tableta la nueva –Kazoo–, mucho más potente y pulida, y que ya me permitió acceder a Tidal para seguir mis primeros paseos musicales de mano del sistema Linn, paseos que como digo fueron siempre muy satisfactorios. El Majik DSM con las cajas Majik 140 forma un equipo de excelente nivel, que es un placer manejar, con el que es fácil escuchar nuestra música favorita, y que pasadas las primeras horas –las cajas debían ser nuevas–, dejó de tener una inicial timidez que le daba un sonido algo aséptico y con poco cuerpo para pasar a ser muy musical. Me llamó la atención en las cajas la dulzura de las frecuencias medias y altas, que fue a más con el rodaje, y cuando probé otras amplificaciones se ganó en definición pero sin perder esa dulzura, que debe ser una cualidad del conjunto “2k” –tweeter y supertweeter montados en una placa flotante–.

Aunque le dediqué más tiempo al salón, por el tema del SPACE Optimization del que hablaré en detalle enseguida, tuve oportunidad de poner a prueba el DSM en mis dos equipos y hacerlo como fuente, DAC y previo, al usarlo en combinación con mi etapa Pass y las cajas Linn, con mis cajas B&W 802D, y también en el sótano con las Ramallo Allegro y con el Ars Sonum Gran Filarmonía. Sí, ¡estuve muy entretenido con el Linn en casa! Para no alargarme demasiado, las conclusiones: enseguida me quedó claro que el punto flaco del Majik DSM es su amplificación interna, pues movía las Majik 140 pero de una forma que me dejó pensando en si las cajas necesitaban más rodaje o un rediseño. Lo que necesitaban era otra cosa: con mi etapa Pass se pusieron literalmente a volar además de ofrecer un sonido más cálido, dulce, pero detallado y con una escena amplísima y precisa. Me animé a probarlas con el Gran Fila y de nuevo fui premiado con un sonido excelente, por encima de lo que uno espera en cajas de este precio, y el hacerlo con el integrado de válvulas da idea de su buena sensibilidad, cercana a los 90dB reales –aunque piden corriente al ser de 4 –. Las Majik 140 habrán pasado desapercibidas a muchos en favor de otras cajas con más nombre en el mercado, pero su sitio justo está mucho más arriba del que me temo tienen en las hipotéticas “listas” de muchos aficionados.

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