Publicidad

Todas esas pruebas fueron usando el DSM como fuente y/o previo, y ése fue otro descubrimiento, porque en esta función me pareció estar a un nivel prácticamente tan alto como el recientemente probado Audio Alchemy DDP-1 que tanto me gustó, con un perfil menos cálido y más neutro para el escocés que el americano. Mención especial para la sección de fono, como no podía ser de otro modo en un Linn por tradición: el mío venía configurado como “MM” así que monté mi Dynavector 10×4 –MC de salida alta– en el Technics 1200 para hacer los honores y el resultado era apenas inferior al de mi fono dedicado –montado por mí con una excelente placa DACT– tanto en ruido de fondo como en resolución y espacialidad.

Incluso el DAC interno, sencillo comparado con sus hermanos mayores Akurate o Klimax DSM, está muy bien optimizado y con fuente externa –transporte CD o reproductor Squeezebox– aguantó muy bien el tipo frente a mi referencia Buffalo con chip Sabre, con bastante resolución para dejarme claro que sonaba mejor el reproductor de archivos propio interno del Linn que uno externo. Probé esporádicamente una entrada HDMI con un lector BluRay cumpliendo como lector CD y además de comprobar que funciona, aprecié que ofrecía un sorprendente nivel como posible transporte; aunque no, no sonó mejor que mi transporte dedicado Meridian 602, –una vieja gloria–, pero abre muchas posibilidades para usar el Majik como núcleo de un sistema completo tanto para música como para cine, eso sí siempre en estéreo –incluso adjuntando algún subwoofer, usando las salidas de previo–.

Linn Majik DSM_trasera Exakt

Un trato único

El equipo en sí es excelente, pero con Linn esto es sólo una parte de lo que compramos: la instalación aunque parezca que es lo de menos sobre todo si somos grandes aficionados, en realidad es muy importante. Huelga decir que a mí me gusta montar mis equipos –en algunos casos incluso montar mis propios aparatos destornillador y soldador en mano–, pero además de instalar yo mismo el sistema Majik pude vivir cómo es la instalación en casa de un cliente, digamos, “normal”.

Además de desembalar, colocar y conectar aparatos, de entrar en el programa de configuración y nombrar las entradas que se usen y demás detalles ya comentados, la cosa empieza después: cuando el equipo ya está configurado y suena, nuestro distribuidor buscará la mejor posición de las cajas independientemente de otros compromisos. Sí, en mitad del salón y quitando muebles si es necesario. Es lo que ellos llaman “Tune Dem” y busca la posición ideal de las cajas respecto del punto de escucha principal. Esa información –distancias de las cajas a las paredes una vez encontrado ese ideal– es la primera que meteremos, con las dimensiones de la sala y la localización del punto de escucha, en la parte del programa “Konfig” dedicada a la optimización de sala. También qué cajas usamos, todas las Linn están en una completa base de datos de mediciones propias con muchas de otros fabricantes –si no están se tratan como una fuente puntual–. Y aquí ya se nos propondrá una corrección de las cajas, que en el mejor de los casos implicará controlar las resonancias por debajo de 200 Hz –modos de sala que exciten las cajas en graves–. Ya tenemos un equipo audiófilo sin compromisos, en el que podremos pasar horas si así lo queremos afinando la ecualización propuesta.

Linn Majik _140 trasera

Así el sistema estará sonando estupendo… pero seguramente no sea la colocación que resulte más práctica en una sala no dedicada –por no hablar de los compromisos familiares–. Y ésa es la segunda, y mejor, parte de esto: ahora podemos mover las cajas donde “pueden” estar, y una vez colocadas meteremos esas nuevas distancias en el programa como “posición práctica”. La magia de Linn está ya a sólo un clic de distancia. Se recalcula la corrección de las cajas, se tiene en cuenta además de las resonancias de sala los efectos de la nueva ubicación, las distancias alteradas incluso asimétricas, y por arte de magia –mejor dicho gracias al procesado digital y a los programas desarrollados por la marca escocesa– el equipo estará sonando, si no como lo hacía antes en posición ideal, realmente de forma muy, muy cercana. Sorprendente pero eficaz y real, doy fé, y un paso más allá de las mejores correcciones de sala que haya probado en amplificadores de audio-vídeo con los que tengo mucha experiencia.

Así pues Linn nos ofrece tanto un equipo que suena muy vienen condiciones de aficionado “hard core”, incluso sin ninguna corrección, uno que lo hace de forma excelente si le dejamos ayudarnos con la sala aún en posición ideal de cajas –controlando los modos de sala en graves–, y también un equipo que permite librarse de compromisos familiares para poder disfrutar de la música –o el cine, en estéreo– en un ambiente “no audiófilo”. Y que no se me olvide: el sonido “ideal” no tiene por qué ser el que nos guste, ya que es sabido que no siempre una respuesta en frecuencia técnicamente perfecta se adapta a nuestro gusto, por eso el “Konfig” también permite retocar ligeramente la curva, añadiendo algo de peso en graves, y compensando –quitando o añadiendo frecuencias altas– una sala brillante o demasiado amortiguada. Excelente, como digo.

_Linn Majik _03

Este sistema –Space Optimisation– apenas tiene un año de vida –marzo 2015–, pero es una muestra del respeto de Linn por sus clientes. Cualquier reproductor DS, desde los primeros Klimax de 2007, puede adoptarlo sin más problema que atualizar su “firmware” –cinco minutos desde el programa Konfig, al estar conectado en red–.

1 2 3 4

Comments are closed.