Supersonido Vintage Tour 2022: ¡Larga vida a las Klipsch Jubilee!
Más de tres años y medio han transcurrido desde el primer y el segundo evento del Vintage Tour, que tuvieron lugar en los establecimientos especializados Supersonido Barcelona y Supersonido Bilbao en la primavera de 2019, y poco más de tres desde el tercero, en este caso celebrado –a cuenta del éxito obtenido por los otros dos- en Madrid. Ideado para dar a conocer como es debido las cajas acústicas de la gama de referencia “atemporal” de la legendaria firma estadounidense Klipsch, la Heritage, el Vintage Tour ha vuelto a hacer acto de presencia en octubre de este año con más fuerza que nunca gracias a la “coronación” de la mencionada gama Heritage con un modelo que, definitivamente, rompe muchos esquemas y muchas ideas prefijadas sobre los sistemas de altavoces basados en bocinas, gracias a la excepcionalidad de su concepción, al realismo brutal –en todos los sentidos… precisión tonal, dinámica, profundidad de los graves, presentación espacial- de su sonido e incluso –para el segmento del mercado al que pertenece- al precio por el que es propuesto. Hablamos de las Klipsch Jubilee, puestas a punto para celebrar el 75º cumpleaños de Klipsch y que no sólo son lo mejor que la marca de Hope (Arkansas) ha hecho en su larga y fructífera historia sino una verdadera revolución en los ámbitos cuantitativo y, sobre todo, cualitativo.
Klipsch Heritage: honrando el legado de un genio visionario del audio
La presente crónica ha sido escrita poco antes de que comience el segundo evento del Vintage Tour 2022 que, siguiendo el orden del primero, que tuvo lugar en Supersonido Barcelona (viernes 21 de octubre y sábado 22 de octubre), se celebra en Supersonido Bilbao (viernes 4 de noviembre y sábado 5 de noviembre). Es importante destacar la espectacular acogida que ha tenido la oportunidad de ver y escuchar en directo la que por el momento es la primera -¡y única!- pareja de Klipsch Jubilee –y además en su edición limitada 75th Anniversary- que pisa suelo europeo, ya que sin realizar ninguna acción de marketing especial la cantidad de aficionados que expresaron su deseo de asistir superó con creces el aforo disponible en los eventos de Supersonido. Al sumarse a ello el imponente tamaño de las Jubilee, los organizadores optaron por ampliar el número de pases: 4 –uno de ellos en sábado por la tarde, toda una primicia- en vez de 2 en Barcelona y 3 en vez de 2 en Bilbao.
Puestos a dar cifras, les diré que al evento de Barcelona asistieron un total de 165 personas previamente “registradas”, como es la norma en Supersonido, a las que habría que sumar otras 5-10 que se “colaron” a última hora. Por lo demás, quiero que sepan que fue un servidor de ustedes el encargado de presentar la marca Klipsch y la gama Heritage, así como de dar las explicaciones técnicas tanto sobre las versiones actualizadas –IV- de los modelos Heresy, Cornwall y Forte como, por supuesto, de las Jubilee. Digo esto porque voy a enfocar el presente artículo con el mismo guión -“playlist” elegida por Supersonido incluida- para que se puedan hacer una idea de lo que pudieron experimentar los asistentes a este Vintage Tour 2022 y ¡cómo no! dispongan de la información suficiente para comprender la condición de “salto cuántico cualitativo” de las Jubilee con respecto a todo lo que ha hecho Klipsch desde su fundación en 1946.
Espero que sepan disculparme por la extensión de mi “introducción al tema”, pero ya saben que siempre me gusta situar el texto en su contexto cuando de reseñar un evento y/o producto –en este caso ambas cosas- excepcional se trata. Dicho esto, me permitiré dar unas breves pinceladas sobre Klipsch y su carismático fundador, el mítico Paul Wilbur Klipsch (PWK) un auténtico y genuino pionero americano con múltiples talentos nacido en 1904 y fallecido en 2002 que registró un total de 23 patentes entre 1946 y 2000. De hecho, recuerdo haberlo visto –su aspecto era imponente- en algún certamen de audio –quizá en París, aunque no lo recuerdo con exactitud- dando, con casi 90 años, explicaciones sobre la “niña de sus ojos”, es decir la Klipschorn. Ingeniero por la prestigiosa universidad de Stanford (California, EE.UU.), Paul Klipsch se dedicó a tareas tan variopintas como el diseño de radios, el mantenimiento de locomotoras eléctricas de General Electric en Chile o la extracción –en este caso trabajando como geofísico- de petróleo en Texas. Pero fue durante su servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial como teniente coronel del ejército de tierra cuando creó el embrión, basándose en trabajos llevados a cabo en los Laboratorios Bell –los legendarios Bell Labs, que durante décadas fueron la “joya de la corona” estadounidense en investigación científica y técnica- en la década de los 30’ de la que sería su primer y más emblemático modelo: la caja acústica de tres vías basada íntegramente en bocinas y diseñada para ser adosada a una esquina: la Klipschorn. Para comprender el alcance de lo que supuso la salida al mercado de este producto y el hecho de que lleve comercializándose de manera ininterrumpida desde 1946 hay que tener en cuenta dos factores críticos a la vez que absolutamente indisociables: por un lado, la realidad de la industria del audio previa a la invención y generalización de los transistores y, por otro, la filosofía de Paul Klipsch en lo que a reproducción del sonido se refiere.
Conectando con lo que acabo de decir, es posible que muchos de ustedes se pregunten cómo se lograba sonorizar, léase con niveles de presión sonora apropiados, una sala de cine comercial en, por ejemplo, 1935 (el cine sonoro vio la luz en 1927 con la ya mítica El Cantor de Jazz/The Jazz Singer). En aquel entonces, todos los amplificadores de audio utilizaban válvulas de vacío de muy baja potencia –unos pocos vatios- y por lo tanto la única opción era que los sistemas de altavoces asociados tuviesen una eficiencia muy elevada. Esto implicaba sistemáticamente usar bocinas con motores de compresión montados en paneles enormes, esto último para tener unos graves decentes ya que las cajas acústicas propiamente dichas todavía no existían y se trabajaba con el concepto de bafle infinito. Pues bien: al Sr. Klipsch se le ocurrió “plegar” o, si quieren, “envolver” las enormes bocinas dedicadas a los graves en un recinto “compacto” para la época, de hecho lo suficientemente compacto para poder ser instalado en un espacio doméstico. Este fue el germen de la Klipschorn: poner a punto una “bocina” de graves con unas dimensiones “manejables”, una bocina cuya compleja estructura fue concebida –a mano: en aquel entonces no había ordenadores para aplicaciones “mundanas”- y fabricada –a mano- por el fundador de Klipsch. Todo ello corría paralelo a la exigencia de respetar cuatro principios innegociables que siguen guiando a la firma de Hope: alta eficiencia con baja distorsión (algo nada fácil con los sistemas de alta eficiencia), directividad controlada (y por tanto capacidad para crear escenas sonoras realistas), amplia gama dinámica y respuesta en frecuencia controlada (léase ausencia de coloraciones). Hay además un “quinto principio” igual de importante –incluso más porque es el que hace que todo tenga sentido y el presente artículo sea posible- que los que acabo de citar: una calidad de fabricación, de los componentes, de los materiales y de los acabados al más alto nivel. Paul Klipsch fue un firme defensor de esta filosofía, hasta el punto de decir –sus “cabreos” al respecto eran legendarios- que el sonido de sus competidores era, literalmente, una mierda (“bullshit”). Algo de razón sí debía tener puesto que en el año 1997 ingresó en el “Engineering and Science Hall of Fame” y en 2004, en este caso a título póstumo, en el “Consumer Electronics Hall of Fame”.
Una gama que continúa fascinando
Al contrario que en el Vintage Tour de 2019, donde se escucharon todos los modelos de la gama Klipsch Heritage, en la edición de este año el protagonismo de las sesiones de escucha se ha reservado al 100% para las flamantes Jubilee. Los motivos son bien simples: dada la configuración de las cajas en cuestión, cambiar varias veces de modelo hubiera “robado” bastante tiempo a las audiciones y, para qué engañarse, lo que quieren los asistentes a los distintos pases es ver y escuchar el nuevo buque insignia de Klipsch, Aún así, me permitiré repasar brevemente la Heritage y a continuación comentar, también brevemente, los cambios introducidos en las versiones más recientes –IV- de los modelos Heresy, Cornwall y Forte. En términos genéricos, lo primero que hay subrayar de la familia de élite de Klipsch es su extraordinaria longevidad, particularmente meritoria en un mercado en el que se opta mayoritariamente por sistemas de altavoces de sensibilidad moderada –entre 88 y 94 dB/W/m- combinados con electrónicas de estado sólido –incluso a válvulas porque con el paso del tiempo también esta tecnología ha evolucionad mucho en términos de capacidad de entrega de potencia- de potencia relativamente alta… muy alta para los estándares imperantes en la época en que Klipsch vio la luz. Efectuada esta puntualización, los modelos que constituyen la gama Heritage son, por orden cronológico de comercialización de la versión original, los siguientes: Klipschorn AK6 (1946; 3 vías 100% con bocinas; sensibilidad de 105 dB/W/m), Heresy IV (1957; 3 vías bass-reflex con bocinas para agudos y medios; sensibilidad de 99 dB/W/m), Cornwall IV (1959; 3 vías bass-reflex con bocinas para agudos y medios; sensibilidad de 102 dB/W/m), La Scala AL5 (1963; 3 vías 100% con bocinas; sensibilidad de 105 dB/W/m) Forte IV (1985; sistema activo/pasivo con bocinas para agudos y medios; sensibilidad de 105 dB/W/m) y Jubilee (2021… sobre ella hablaré con un poco de detalle más adelante).
¿Qué hay de nuevo en los modelos “IV”? Concentrándonos en los principales cambios, de la Heresy IV les diré que es la que más ha cambiado puesto que antes funcionaba en suspensión acústica (recinto hermético) y ahora lo hace en bass-reflex con puerto Tractrix inferior. También se ha cambiado tanto el altavoz de medios como la bocina en la que está cargado, que ahora es de tipo Tractrix, bocina Tractrix, a la vez que el recinto es ligeramente más alto. En lo que respecta a la Cornwal IV, sus tres puertos frontales son ahora Tractrix e incorpora un nuevo altavoz de medios cargado en una bocina Tractrix. En cuanto a la Forte IV, también monta un nuevo altavoz de medios cargado en una bocina Tractrix modificada. Por lo demás, hay que señalar el uso de componentes de superior calidad y un diseño circuital de pendiente abrupta en el filtro divisor de frecuencias de cada modelo con el fin de optimizar la integración de los transductores empleados, así como de mejoras sutiles en componentes tales como los modificadores de dispersión en los altavoces de medios y agudos y refinamientos estéticos varios, todo ello en el contexto de una fabricación enteramente manual (en Hope) asistida por herramientas avanzadas que permiten un incremento sustancial tanto de la calidad constructiva como de los acabados.
Klipsch Jubilee: la culminación de un viejo sueño de Paul W. Klipsch
Lo primero que hay que decir de la indiscutible protagonista de este Vintage Tour 2022 es que viene a ser la materialización de una idea que a Paul Klipsch le rondaba por la cabeza desde hacía años: mejorar la Klipschorn con un sistema de dos vías que permitiera materializar plenamente esos cuatro principios fundamentales a los que antes me he referido. ¿Por qué dos vías? Pues para evitar los problemas inherentes a la complejidad de un filtro divisor de frecuencias que debe gestionar múltiples vías. Tal caja acústica no se hizo realidad como consecuencia de las limitaciones técnicas de la época, pero con el paso del tiempo se han podido superar y, por supuesto, nada mejor que la celebración de una efemérides tan relevante como el 75 cumpleaños de Klipsch para lanzarla al mercado.
Puesto que en la ficha técnica que acompaña al presente artículo se comentan con detalle los “números” de las Jubilee, les explicaré el concepto que hay detrás de las mismas: un sistema de dos vías formado por un altavoz de medios/agudos cargado en una enorme bocina y un bloque de graves que combina dos woofers con un sistema de carga híbrido formado por una bocina y tres puertos bass-reflex que permite –como si de un motor V12 con un turbocompresor se tratara- a la “superKlipsch” exhibir una eficiencia en la zona baja del espectro entre 10 y 20 veces superior a la de una caja acústica convencional. Como pueden ver, estamos ante una auténtica bestia que además es acompañada por unas dimensiones físicas en consonancia, por lo que resulta lógico hacerse la siguiente pregunta: ¿cómo la controlamos? Pues bien: mediante un sistema de filtrado activo gestionado por DSP que se encarga en todo momento de optimizar la integración entre los dos transductores mencionados para que no haya descompensaciones de ganancia ni se produzcan cortocircuitos acústicos –cancelaciones de fase- susceptibles de romper la continuidad de la escena sonora frontal.
Aunque la citada optimización es automática, en el panel frontal de este filtro –que se intercala entre el preamplificador y la electrónica de amplificación- hay dos controles que permiten realizar ajustes finos en el nivel de cada transductor con el fin de adaptar el sonido a los gustos de usuario y a la sala de escucha. Como comnentario personal les diré que no estaría de más que Klipsch pusiera a punto algo similar para los modelos Klipschorn y La Scala porque permitiría “domar” la componente salvaje de ambas cuando trabajan con niveles de presión sonora elevados.
La escucha: absolutamente sensacional
A tal señor, tal honor, por lo que Supersonido puso a punto una configuración de electrónicas –la misma para los eventos de Barcelona y Bilbao- a la altura de sus ilustres invitadas. Una configuración firmada, a excepción de la fuente, por otra leyenda estadounidense del audio, la neoyorquina McIntosh, perteneciente además a la misma “quinta” que Klipsch ya que fue fundada en 1949. En concreto, se utilizaron un preamplificador híbrido válvulas/transistores formado por dos módulos C12000, dos etapas de potencia monofónicas MC3500 MKII (350 W continuos a 8/4/2 ohmios) para los graves y dos etapa de potencia estereofónicas a válvulas MC275 MKVI configuradas en mono (150 W continuos a 8/4/2 ohmios. Como fuente –tanto para audio como para vídeo- se utilizó únicamente un streamer, concretamente el modelo RS150B de la surcoreana Hi-Fi ROSE. El cableado, AudioQuest de referencia absoluta en su totalidad a excepción de los interesantes cabes de red de iFi Audio utilizados con las mencionadas MC275 MKVI.
Las Jubilee suenan cojonudamente bien con todo tipo de música. He utilizado un término contundente porque estamos ante una caja acústica que constituye un verdadero salto cuántico con respecto al que durante 75 años ha sido el buque insignia de Klipsch. La pegada es brutal pero “amable”, los graves son profundos –viscerales en algunos casos- pero elegantísimos y las zonas media y alta están totalmente exentas de metalizaciones, que en el caso de que las haya deben achacarse a la toma de sonido. La escena sonora es virtualmente perfecta, sobre todo en anchura, hasta el punto de que en los temas musicales con vídeo uno se olvida literalmente de que las cajas existen. Tenemos, en definitiva, no sólo sonido en directo, sino sonido directo de altísima precisión tonal a la vez que magníficamente controlado. Y, sinceramente, dejando aparte de que hay que disponer de un espacio mínimamente bien dimensionado –5×8 ó 9 metros, por ejemplo, a fin de garantizar la perfecta reproducción de la octava inferior del espectro- para que puedan rendir a cien por cien, las Jubilee son incluso “baratas” si las comparamos con las realizaciones más opulentas –y que además no suenan tan bien- que se pueden ver y oír cada año en certámenes como el High End de Múnich. Puedo decirlo más alto pero no más claro: estas Klipsh son fantásticas y Supersonido ha bordado su puesta de largo en nuestro país. ¡A Paul W, Klipsch le hubieran encantado.
Los pases de Bilbao… sutiles diferencias que vale la pena comentar
No estaba entre mis planes escribir una especia de “anexo” sobre los dos pases celebrados en la “casa madre” de Supersonido, léase Supersonido Bilbao, pero la experiencia vivida merece unas líneas extra. La responsable directa de tales líneas no es sino la “configuración” de la sala en la que se realizaron las demostraciones porque, amén de tener 1 metro más de profundidad –ergo 10 metros en total- que la de Supersonido Barcelona, está completamente cerrada por sus cuatro lados mientras que su homóloga barcelonesa está “abierta” por su lado izquierdo al ocupar la mitad del espacio de la gran sala en la que se muestran y demuestran el grueso de los componentes y equipos estereofónicos. Estas diferencias tuvieron una clara influencia en el sonido final materializada en, por un lado, una escena sonora ligeramente menos amplia en algunas de las piezas escuchadas y, sobre todo, en un grave, en realidad extremo grave, más “redondo” (que no controlado porque de esto ya se encargó el filtro activo dedicado de las Jubilee). En este sentido, la escucha de la singularísima “Messa Solaris” de Saycet fue concluyente, con una zona baja del espectro que, para mi gusto, era simple y llanamente perfecta. Hacía tiempo que no se me ponía la piel de gallina escuchando una pieza de música… una sensación única, créanme. Por lo demás, les diré que a los tres pases de Supersonido Bilbao acudieron un total de 92 personas –con mención especial para la jovencísima, 15 años, hija de un matrimonio asistente que disfrutó de lo lindo- que sumados a los 165 “oficiales” de los cuatro de Barcelona llevan a un total de casi 260 privilegiados que pudieron disfrutar de un producto único.
La “playlist”
Les paso a continuación los enlaces de la lista de temas de reproducción utilizada en los cuatro pases del evento barcelonés y que en esencia –supongo que habrá alguna modificación- será la misma que se usará en los tres pases del evento bilbaíno. Son temas con gran calidad, aunque en su mayoría “no clásicos” en las demostraciones de sistemas High End, seleccionados en su totalidad por Ernesto Rubio, “alma mater” de Supersonido en lo que a eventos se refiere. Música “muy suya”, léase altamente introspectiva e “indie”, con una toma de sonido francamente buena (a excepción, para mi gusto, del segundo tema de Pink Floyd) y, en el caso de los vídeos, con una gran –en algún caso espectacular- calidad de imagen, que se hace querer a través de las Klipsch.
- Daft Punk (Tron) Solar Sailer (Tidal Music)
- Hans Zimmer (The Survivor) There is always a choice (Tidal Music)
- Hans Zimmer (Blade Runner 2049) 249 (Tidal Music)
- Leonard Cohen (You Want it Darker) You Want it Darker (Tidal Music)
- Angus&Julia Stone (Down the Way) Draw tour Swords (Tidal Music)
- Silvia Perez Cruz (Gallo rojo, Gallo negro) YouTube https://youtu.be/k7KmM8cwiZM
- Tash Sultana (Flume) Tidal Video y YouTube https://youtu.be/Kaw3F_l-Yhk
- Ölafur Arnalds, JDFR (Back To The Sky) Tidal Video y YouTube https://youtu.be/5GIBRelGHpc
- Bebe (Cambio de Piel) Animales Hambrientos (Tidal Music) https://tidal.com/browse/track/64561443
- Cantate Domino Tema 9 (Tidal Music)
- Barbara Strozzi (O Maria) Sophie Junker YouTube https://youtu.be/BWZoYpDLDX0
- Vivaldi 4 Estaciones (Winter) YouTube https://youtu.be/ZPdk5GaIDjo
- Max Richter (Las nuevas 4 Estaciones) Spring 1 Tidal Video y YouTube https://youtu.be/6T0MFCX9SLI
- Saycet (Messa Solaris) Tidal Video y YouTube https://youtu.be/gLbcEveo7Co
- Hans Theesink (Journey On) Feel Like Going Home ( Tidal Music )
- Michel Jonasz (Ła fabulosa historia de Mister Swing) Le Temps Passé (Tidal Music)
- Chris Jones (Roadhouses&Automobiles) No Sanctuary Here (Tidal Music)
- Patricia Barber (Mythologies) Orpheus/Sonet (Tidal Music)
- Daft Punk (Random Acsess Memories) Within (Tidal Video)
- Marian Hill (Unusual) Differently (Tidal Music)
- Sohn (Live with The Metropole Orkest) Rennen (Tidal Video y YouTube) https://youtu.be/vx_SFxy9hjs
- Pink Floyd (The Dark Side of the Moon) Speak to Me (Tidal Music)
- Pink Floyd (A Momentary Lapse of Reason) The Dogs of War (Tidal Music)
- Peter Gabriel (Up) Sky Blue (Tidal Music)
- Nick Cave (Idiot Prayer Alexandra Palace) Galleon Ship (YouTube) https://youtu.be/6lWJjvc07oU
- Roger Waters The Last Refugee (Tidal Video)
- Greta Van Fleet Age of Machine Live (YouTube) https://youtu.be/t6I84TgnqHU
- Sohn (Live with The Metropole Orkest) Nil (Tidal Video y YouTube) https://youtu.be/G0DPJfymxPk
- Concierto integro de Sohn (Live with The Metropole Orkest) (YouTube) https://youtu.be/oXpFPQLYF3o
Ficha técnica Klipsch Jubilee (75th Anniversary+Standard)
- Configuración: caja acústica de 2 vías formada por un subsistema de graves con carga híbrida por bocina+bass-reflex, un subsistema de medios/agudos con carga por bocina y un filtro divisor de frecuencias activo dedicado con gestión automática por DSP.
- Altavoces: 2 woofers con cono de compuesto de fibra de 305 mm (12”) de diámetro y 1 altavoz de medios/agudos con diafragma Axiperiódico de titanio de 178 mm (7”) y bobina móvil de de 127 mm (5”).
- Respuesta en frecuencia: 18-20.000 Hz (+1’75 dB, -3 dB).
- Sensibilidad: 110 dB para el subsistema de medios/agudos y 107 dB para el subsistema de graves, cifras ambas para salas de escucha domésticas.
- Nivel de presión sonora máximo: 125 dB a 1 m.
- Impedancia nominal: nominal de 16 ohmios/mínima de 7’6 ohmios para el subsistema de medios/agudos y nominal de 8 ohmios/mínima de 3’5 ohmios para el subsistema de graves.
- Potencia del amplificador asociado: máxima de 100 W continuos/400 W de pico para el subsistema de medios/agudos y de 300 W continuos/1.200 W de pico para el subsistema de graves.
- Parámetros de ajuste del filtro divisor de frecuencias: fase y tiempo de retardo de cada componente acústico; ecualización y ganancia; ajustes finos del nivel de los subsistemas de medios/agudos y graves accesibles para el usuario.
- Dimensiones: 1.270×1.752’6×762 mm (An x Al x P).
- Peso: 35’38 kg el subsistema de medios/agudos y 149’68 kg el subsistema de graves.
- Precio de venta al público recomendado: 57.798 euros por pareja la versión 75th Anniversary (de edición limitada) y 52.498 euros por pareja la versión estándar.
- Importador: www.magnetron.es