Los racks o muebles donde instalar nuestros queridos equipos de hi-fi, podemos englobarlos dentro de nuestra afición, en el grupo de los accesorios de audio. Quizás sea el accesorio de mayor tamaño que utilicemos, e incluso el primero, casi con total seguridad, de los que nos propongamos la compra, pero un accesorio al fin y al cabo.
Por desgracia hay todavía un buen número de aficionados, que desconfían de los beneficios e influencia, que todo tipo de accesorios y tweaks pueden tener en el sonido final de nuestros sistemas.
Es evidente que un mueble de audio, aparte de la influencia que tenga en mayor o menor medida en el sonido de nuestro equipo, ofrece unas ventajas incuestionables, como pueden ser una mejora en la organización y en la estética de nuestra instalación. Intentaremos revisar todas estas cuestiones, pero antes vamos a conocer algo más acerca del fabricante, Terpsicore Audio.
Su premisa como empresa ha sido desde el principio, cubrir una necesidad como es la óptima instalación de los equipos en el ámbito del Hi-End, es decir en los sistemas musicales de alta gama. Para ello se propusieron la fabricación de muebles que reunieran las características más avanzadas en materiales y sistemas de fabricación.
En esta ocasión para hacer la review, el distribuidor en exclusiva de la marca, Pedro Asencio de Sound Sevilla, me ha facilitado un mueble de tres alturas de la serie 3000c, en concreto el modelo 3002c. Los muebles de la serie 3000c son la segunda generación después de los 300 y una evolución de los 3000.
En este mueble instalaré la electrónica a excepción de las etapas de potencia, pues al ser las etapas de cuatro chasis, con unas dimensiones grandes y un tamaño no estándar, necesitarían dos muebles, de dos alturas cada uno, construidos bajo encargo.
Como información interesante para los aficionados en este aspecto, recordar que Terpsicore tiene una línea de fabricación especial que se amolda a las condiciones específicas que el cliente necesite, si bien con las medidas estándar establecidas se cubren la mayoría de las necesidades del mercado.
Construcción
Dentro de este estuche, encontramos las puntas de desacoplo, los discos absorbentes, los soportes cerámicos sobre los que se colocan las electrónicas y los dos antiresonadores cerámicos.
Para montar todas estas piezas no es necesario ser un genio, hasta yo fui capaz de hacerlo sin necesidad de consultar ningún tipo de manual de instrucciones.
Una vez colocadas todas las piezas en su lugar correspondiente y antes de instalar el equipamiento en él, no pude evitar que me viniesen a la memoria otros racks no iguales, pero sí de diseño similar. ¿Qué tiene el mueble de Terpsicore que le diferencie de los demás, tecnológicamente hablando, aparte de un diseño más elegante y refinado, siempre claro bajo mis preferencias estéticas personales?
En primer lugar, podemos destacar el material del que está fabricado, duraluminio macizo de una altísima calidad. Por poner un ejemplo, es duraluminio de un grado superior al empleado por Jeff Rowland en la fabricación de sus electrónicas. El empleo de duraluminio macizo en todas las piezas, conlleva la construcción de los componentes de los muebles con la máxima precisión y que todas las piezas estén fabricadas en talleres de mecanización.
Como último factor diferenciador, siendo éste tal vez el más importante, está la posición de la electrónica en el mueble, que se realiza apoyando el chasis de la misma sobre los soportes cerámicos directamente, colaborando así a la eliminación de las resonancias. Este efecto se ve reforzado al ajustar desde el estante superior un antiresonador cerámico a la parte superior del chasis del aparato, presiónándolo hacia abajo como si fuera una pequeña prensa. De esta manera, Terpsicore persigue la eliminación de las resonancias y los acoplamientos que se producen en los elementos electrónicos que conforman el equipo de música, motivados por sus propias resonancias y las que se transmiten desde el suelo.