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Solo un inciso

Después de la sobredosis de “High End” que supuso la visita a Munich, decidí tomarme unas semanas de desintoxicación. El caso es que mi retirada de la “droga dura” ha durado más bien poco, es lo que tiene el estar enganchado a este mundillo. Porque a la primera de cambio ya me encontraba babeando por tener la oportunidad de saborear algún cacharro. Unas llamadas reclamando un poquito de atención y dicho y hecho. Un aparato estaba dispuesto a pasar por mi santuario particular, preparado a embriagarme más si cabe con sus efluvios musicales.

Reservé una tarde completa de viernes, para que Javier Martín de la firma vallisoletana Bel Audio visitase mi casa. Vino provisto de un “integrado” bajo el brazo y una sonrisa en la cara, quizá presagiando el resultado, que sólo él podía anticipar, de la audición que ocurriría a continuación.

Power I MK3

Nuestro invitado en cuestión era el amplificador integrado Accustic Arts Power I-MK3. Un  amplificador integrado alemán con ganas de dar mucha guerra, un claro aspirante sin ninguna duda a mata-gigantes. Con 22 kgrs. de peso y con unas dimensiones realmente comedidas, el Power I no insinúa ni siquiera un poquito lo que sus 220 watts a 4 ohms, y 135 watts a 8 ohms son capaces de hacer.

Su acabado es igualmente austero y no invita precisamente a hacerse ninguna idea de las bondades y virtudes que tiene escondidas sigilosamente en sus entrañas. Por describirlo de alguna forma es una cajita metálica con tres luces led, dos botoncitos y dos pomos cromados, y un logo a lo “ELP” inscrito en una circunferencia. Nada del otro jueves y por supuesto sin ninguna concesión al mínimo exhibicionismo. Ahora, eso sí, la calidad de construcción como se puede esperar de cualquier producto germano es de primera.

Retiré el canal central de mi instalación de cine en casa y procedió Javier a instalar su máquina, después de haber situado debajo de él la fuente elegida para alimentar al Power I, mi reproductor de cd Wadia 861. Cableamos la instalación -interconexión y cajas- con cables de HGA, producto igualmente comercializado por Bel Audio. La instalación fue cosa de 5 minutos, muy fácil, y la verdad es que el funcionamiento es el esperado, directo y simple.

El integrado de Accustic Arts se tomó un tiempo para empezar a sonar a tope, considero que una media hora. Pero aún así pude observar que durante el transcurso de la audición de 5 horas, el sonido fue gradualmente mejorando, aunque evidentemente con una curva decreciente en el tiempo, llegando a ofrecer su sonido más completo rozando el final de la jornada.

Vaya Sorpresa

Pero pasemos a lo realmente importante del evento.

El sonido proporcionado por nuestro compacto invitado es sorprendente, sosteniendo incluso una comparativa con mi conjunto “previo – etapas monofónicas”, que no es poco. El Power I llena perfectamente las Wilson Audio Watt Puppy 7 sin ningún problema.

El timbre es muy correcto y relajado. Provoca un grave con mucho control y muy seco. El medio es simplemente perfecto, articulando maravillosamente y  reproduciendo a su vez las voces de una manera que enamora. Inteligibilidad y naturalidad son un todo en este aparato, induciendo una sensación de realidad que no deja frío a nadie. La zona más alta del espectro sonoro es resuelta magníficamente con una apertura muy buena. Nuestro invitado controla perfectamente y sin ningún tipo de complejos el complicadísimo tweeter de las Wilson. De hecho me sorprendió la calidad y dulzura de los agudos que conseguía, en particular en ciertos cortes que considero muy reveladores y complicados de presentar correctamente en la zona más alta del espectro.

La escena producida era a su vez muy correcta, aunque me pareció ligeramente más estrecha que la que disfruto y unos centímetros más baja que la que mi equipo normalmente provoca. No obstante nada que me pareciera fuera de lo normal, y totalmente lógico.

También debo reseñar, que el conjunto de la presentación sonora me pareció un poquito ligero con respecto a lo que normalmente estoy acostumbrado. Aunque hay que reseñar que con la combinación Wadia – Viola – Cello – Wilson Audio, se consigue una representación que para ciertos paladares puede resultar un poquito “heavy” en la reproducción del grave y subgrave, pero que a mí me gusta. Introduciendo entre medias del Wadia y las Wilson el Accoustic Arts, sin duda alguna se reduce la intensidad en esa zona. Ahora. ¿Qué sonido es más correcto? Es una pregunta que no tiene una respuesta concreta. Cada persona tendrá su propio gusto y solo en base a ese sentido subjetivo podrá formular la respuesta correcta. Yo personalmente prefiero que mi equipo provoque una zona baja poderosa, y por lo tanto es lo que he buscado en mi combinación. Aunque entiendo que otras personas se verán más inclinadas a priorizar otro tipo de sonido que enfatice más otras partes de la presentación sonora.

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