Visitamos Sarte Audio Elite

Sarte Audio Élite es, sin lugar a dudas, la empresa con la trayectoria más dilatada y mayor peso específico del sector del audio-video doméstico en España. Hablar de ella es como hablar de lo que ha sido y es nuestra afición y, probablemente, sus marcas representadas, su política comercial, su servicio post-venta y, en definitiva, su forma de entender el audio, han tenido influencia, y no poca, en como son, y como han evolucionado, muchos de los equipos que tenemos en nuestras salas.

A la hora convenida, el Sr. Juan Rubio, para quienes no lo sepan el creador de esta empresa, haciendo gala de puntualidad nos recibió en la entrada de la sede administrativa de la misma, situada en pleno centro de Valencia. Allí Sarte ocupa un discreto edificio de viviendas de 3 plantas, construido en alguna fecha entre finales del XIX y principios del XX y reformado para albergar unos usos totalmente diferentes a los que tenía cuando se diseñó.

Tras las presentaciones, iniciamos el recorrido por el edificio, acompañados en todo momento por Vicent Torres, persona responsable del ajuste óptimo de los sistemas/salas, y de la operativa de las audiciones de los distintos equipos en demostración que Sarte tiene siempre en cada una de sus cuatro salas de audición existentes en este edificio. Una vez dentro, observamos gran actividad, con bastantes personas en sus mesas de trabajo atendiendo teléfonos y ordenadores. Comprobamos también que el edificio ha sido reformado con buen gusto, con estilo contemporáneo pero respetando la solera y sabor que tienen sus gruesas paredes.

Después de deambular a través de algunas dependencias con variadas instalaciones iniciamos nuestras breves audiciones en una sala muy especial situada en la planta baja. Según nos comentaron para habilitar el volumen de dicha estancia, de unos 50 m², hubo que acometer un costoso vaciado del subsuelo y posterior refuerzo de la estructura del edificio. Sea como fuere, el ambiente conseguido es muy cálido y acogedor, con aire rústico. Allí nos esperaban dos pares de cajas de la última generación de Sonus Faber: las SF Guarnieri evolution y las SF Amati futura. Ambos modelos nos parecieron preciosos, con su imagen clásica en la que predominan las maderas pero con el toque de modernidad que les confiere la inclusión de los notorios elementos de acero inoxidable que estos modelos tienen en su trasera o pies, todo ello con los excelentes acabados habituales de la marca.

La audición la hicimos con los monitores SF Guarnieri evolution, que llenaban de sonido la amplia estancia de forma sorprendente, como si de cajas de columna se tratase. El sonido conseguido con el exquisito, y relativamente novedoso, Devialet era bastante transparente, así como rápido y preciso. Para nuestro gusto existía una presencia un poco excesiva de las frecuencias graves, pero nada que fuese desmedido. Igualmente, habituados a salas más tratadas, apreciamos un poco de exceso de reverberación, lo que incidía negativamente en la focalización de la escena. De hecho, casualmente cuando alguno de los presentes al caminar por la sala eliminaba alguna de las reflexiones primarias de la pared trasera se apreciaba una mejora notable en la espacialidad y tímbrica del sonido.

Equipo sala P. Baja

Fuente: Marantz Sa- 15 S2 (transporte)
Integrado: Devialet D-Premier
Cable digital: Transparent Digital Reference
Cable altavoz: V D H The Revelation
Cajas acústicas: Sonus Faber Guarneri evolution

Posteriormente, subimos a la primera planta donde en otra sala rectangular, también de unos 50m², nos encontramos con dos equipos distintos. El equipo principal estaba dispuesto en una de las paredes cortas y consistía en una fuente Esoteric, junto con electrónica darTZeel y cajas Vienna Acoustics The Music.

Iniciamos las escuchas de nuestros CDs de referencia. Las V.A. The Music son cajas grandes (129 cm de alto y 82 kg. ) de cuatro vías, que destilan un diseño estudiado y presentan soluciones constructivas bastante especiales. La parte superior de las cajas es una cabeza independiente, cuyo movimiento en los planos horizontal y vertical se regula de forma precisa mediante unas guías metálicas, que recuerdan en cierto modo los que montan las Wilson MaXX. Los drivers han sido diseñados por Vienna Acoustics y fabricados por Eton o Murata. En esta cabeza se aloja un driver coaxial encargado de reproducir los medios y agudos. El transductor de medios es plano y el tweeter es de cúpula de seda. En el cuerpo de la caja se alojan tres drivers encargados de los graves, así como el supertweeter piezoeléctrico de Murata.

Previamente, nuestros anfitriones nos habían comentado que estas cajas están entre sus preferidas. A veces parece que este tipo de comentarios nos predispongan a esperar mucho de un equipo y luego el resultado no está a la altura de las expectativas creadas. Como cuando algún amigo nos recomienda mucho una película de cine y cuando la vemos, a nosotros no nos parece nada del otro mundo. En este caso, sin embargo, después de una breve audición no pudimos más que compartir plenamente la opinión del personal de Sarte. Nuestras apreciaciones coincidían con las de nuestros anfitriones en el sentido que las cajas The Music poseen un nivel muy alto, muy a tener en cuenta en su franja de precios. Tienen una gran capacidad de resolución, pero ofrecen a la vez una tímbrica y balance tonal excelentes. Producen ese tipo de sonido que aunando una gran capacidad dinámica, nos permite relajarnos y disfrutar plenamente del mensaje musical. Sinceramente, aunque quizás la electrónica darTZeel tuviese mucho que ver en ello, este sistema nos produjo una excelente impresión. Una de esas raras ocasiones en las que sentimos que con un sonido así podemos sentirnos plenamente satisfechos.

Equipo principal Primera Planta

Fuente digital: Esoteric X05
Previo: DarTZeel Nhb – 18 Ns
Etapa de potencia: DarTZeel Nhb 108 One
Cajas acústicas: Vienna Acoustics Reference Klimt The Music
Cableado Transparent Audio Reference

En esta misma sala, en un lateral de su parte posterior, estaba instalado otro equipo mucho más modesto, cuyo protagonista era el CD y el integrado de la gama 32 de Primare, elegidos por la asociación EISA como mejor sistema estéreo europeo de este año. Acompañando a los Primare había otras cajas Vienna Acoustics, en este caso las Mozart Grand Symphony. Aprovechamos la ocasión para escuchar algunos fragmentos en este equipo, comprobando sus buenas cualidades, y estuvimos de acuerdo en que los equipos de este nivel, son muchas veces los que mayor nivel de satisfacción y disfrute producen a sus propietarios. Aunque parezca paradójico, es habitual que cuando alguien, a partir de un equipo de características similares, se introduce en el mundo del audio, cuando empieza a apreciar las cualidades y defectos de un equipo de sonido, es probable que inicie un largo y tortuoso recorrido en busca de su nirvana musical y, muchas veces, al mirar atrás recordará la intensidad con que disfrutaba de la música con su primer equipo.

Equipo secundario Primera Planta

Fuente digital: Primare Cd-32
Amplificador: Primare I – 32
Cajas acústicas: Viena Acustic Mozart Grad Symphony Edition
Cable de interconexión: V D H 3t The Rok xlr
Cable de altavoz: V D H Magnum

Siguiendo con nuestra apretada agenda, nos reunimos nuevamente con el Sr. Rubio y junto a él nos desplazamos al Parque Tecnológico de Valencia. Es en este polo industrial, situado en las proximidades de la urbe, donde SARTE tiene el resto de sus instalaciones: su sede logística y el servicio técnico. Allí llegamos ya a la hora de comer, pero no obstante pudimos recorrer brevemente las distintas dependencias. Esta sede se aloja en una nave industrial al uso, con sus almacenes en la planta baja y el resto de dependencias en la parte alta. Al penetrar en la zona de almacén nos impresionó ver todas aquellas filas de estantes de considerable altura que llegaban hasta el techo, repletas de cajas de las distintas marcas que distribuye Sarte: Audio Research, Esoteric, Krell, Marantz, Primare, etc, etc, etc. Como quien no quiere la cosa Juan Rubio nos indicó la zona donde se encontraban numerosos embalajes de madera correspondientes a unas cuantas Wilson Audio. En fin, probablemente aquel almacén no diste mucho del mejor paraíso terrenal que cualquier audiófilo pudiese imaginar. Sin comentarios.

Sin habernos repuesto aún de la impresión que nos causó aquel almacén, recorrimos el resto las instalaciones, en las que, junto a despachos o salas de reuniones, había salas dedicadas a la prueba de proyectores o zonas destinadas a comedor. Por último accedimos a las salas de reparación de audio y video. Allí en unas largas mesas, se ubicaban los puestos de trabajo, perfectamente ordenados y equipados. Dando idea del volumen de reparaciones que realiza este servicio técnico, a espaldas de los citados puestos de trabajo se acumulaban numerosos equipos sobre amplias mesas de prueba o, simplemente, embalados en espera de su turno.

Con una excelente impresión respecto al valor añadido que supone para cualquier empresa el disponer de estas instalaciones, y cuya existencia suele desconocer el comprador de un producto de audio, nos dirigimos a disfrutar de un arroz a ‘lo senyoret’, que no es sino hecho con ingredientes que no hay que pelar o deshuesar, vaya para señoritos que no quieren hacer ni el más mínimo esfuerzo. Disfrutamos de la comida en un ambiente relajado, en medio de un entorno natural, rodeados de árboles y ardillas. Allí pudimos charlar con nuestro anfitrión y conocimos unas pinceladas de su trayectoria profesional y personalidad. Según nos comentó, antes de dedicarse al audio Juan Rubio poseía una empresa dedicada a la fabricación de televisores. Después, tras fundar Sarte, tuvo la oportunidad de vivir la edad dorada del high-end, ha conocido a muchos de sus gurús y ha presenciado el auge y declive de numerosas marcas. La conversación estuvo sembrada de interesantes anécdotas de ésta o aquella marca o tecnología. Sin embargo, a pesar de todo este bagaje, o quizás fruto del mismo, en su discurso aparece a menudo una idea que es especialmente remarcable, sobre todo proviniendo de una persona que ha tenido a su disposición casi cualquier cosa que se le antojase del mundo del audio, y no es otra que el ser consciente de que para disfrutar de la música no es necesario disponer de un equipo de referencia, la música es una experiencia emocional que puede experimentarse intensamente con cualquier equipo.

Finalizada la larga sobremesa, nos dirigimos a la sala que Juan Rubio tiene en su domicilio particular. La sala ocupa un pabellón aislado y tiene unos 70 m². En ella se ha instalado un sistema sin compromisos de ningún tipo. Podríamos decir que este equipo lo forman los componentes de referencia de las marcas distribuidas por Sarte, que es casi como decir lo mejor, o al nivel de lo mejor, que el panorama actual del audio puede ofrecer.

Sin embargo las protagonistas de la sala eran, sin duda, la pareja de exclusivas S.F. The Sonus Faber (Fenice). Estas cajas acústicas suponen el proyecto más ambicioso de Sonus Faber y serían miembros de pleno derecho del más selecto club de componentes de high-end que alguien pudiese imaginar. Con una producción prevista de tan sólo 30 pares, sus 175 cm de altura y más de 300 kg de peso por caja hacen gala de novedosas tecnologías, desarrolladas para este modelo y patentadas por la firma italiana. Sus drivers son de diseño exclusivo, al igual que su sistema de absorción de vibraciones mediante grandes elementos metálicos estructurales y dampers, o su particular sistema de desacoplo mecánico del suelo, que las deja como suspendidas de forma que se balancean ante la mínima presión. Estas cajas también poseen un cierto carácter dipolar al incluir una especie de altavoz trasero con varios drivers, cuya respuesta y orientación se pueden configurar a través de unos mandos, permitiendo un ajuste fino de la escena sonora según las condiciones específicas de cada sala.

Situados en medio de las Sonus Faber estaban los bloques monofónicos Dan D’Agostino Momentum. Con su peculiar estética, un poco a lo ‘máquina del tiempo’, sus 300W (8 ohm) eran los encargados de mover las cajas. En un segundo plano, al fondo de la sala y cubiertas con fundas, como cediendo el protagonismo a las italianas, estaba otro par de buques insignia, nada más, y nada menos, que las Alexandria 2 de Wilson Audio.

Conscientes de que estábamos ante uno de los mejores sistemas que se pueden poseer, nos dispusimos a disfrutar de la audición. Podríamos sin duda deshacernos en elogios respecto a la calidad sonora de aquel equipo pero seguramente no es necesario, cualquier aficionado que lea estas líneas imaginará que se trata de una experiencia difícil de evaluar y transmitir objetivamente. Simplemente diremos que por su capacidad dinámica, su tímbrica, el tamaño de las imágenes sonoras recreadas, la rotundidad de los registros graves, en definitiva por su calidad este equipo produce un resultado muy natural, muy creíble, que nos acerca de en gran medida, y salvando las distancias, a la experiencia de un sonido en directo.

Aunque todo es discutible, quizás el aspecto menos conseguido de aquel equipo/sala fuese la focalización de la escena sonora. Normalmente en altavoces más sencillos dicha focalización está muy relacionada con la colocación de las cajas y la acústica de la sala. En este caso, dada la gran capacidad de ajustes de la escena sonora que poseen estas Sonus Faber, no sabríamos decir si quizás no se ha experimentado lo suficiente con dichos ajustes, o si no se le ha prestado toda la atención necesaria a los aspectos clásicos de colocación y tratamiento de las reflexiones primarias y del sonido reverberante.