Un Danés de visita en casa…
Parece que últimamente le estoy cogiendo el gustillo a evaluar amplificadores integrados. He de reconocer que no me llamaban especialmente la atención, debido a estar acostumbrado a mi configuración habitual de previo-etapas. Pero a raíz de los análisis que estoy haciendo de algunas electrónicas de este tipo, he de reevaluar mi opinión sobre estas máquinas.
En esta ocasión nuestro invitado es un elegante danés, en particular el amplificador integrado RI-100, de la serie Reference. Increíblemente Vitus Audio denomina como “Reference” a la serie más básica de su catálogo, la cual considera “HIGH END”. Pero esta no es más que el primer peldaño de una escalera de cuatro niveles. A continuación viene la “Signature Series” con el epíteto de “EXTREME” , después la “Masterpiece Series” considerada “SUPREME” y por último la locura absoluta, la “Design Studio Series” calificada como “PLATINUM”. Uno no puede más que sonreír ante estas denominaciones, como poco curiosas. Pero aún así, nos dan una idea de la mentalidad y la forma de hacer las cosas de esta empresa dedicada a la excelencia total y absoluta.
Vino el Vitus Audio a mi casa de la mano de Jorge Castellano de Alma Audio. Esta joven empresa madrileña, ha cedido amablemente el aparato para que un servidor de ustedes tenga la ocasión de escribir las siguientes líneas. Mi más sincero agradecimiento por aportar el RI-100 durante el tiempo necesario para una evaluación trabajada y concienzuda.
Especificaciones Técnicas
- Potencia: 2×300 W rms a 8 ohm en clase AB
- Relación señal – ruido: mayor de 100 dB
- Distorsión THD + ruido : mejor que el 0,01%
- Sensibilidad de entrada: Con el volumen en 0dB RCA = 2,6V RMS, XLR= 5,2V RMS
- Impedancia de entrada: RCA = 22 Kohms XLR = 22 Kohms
- Consumo (RMS): En reposo menor de 3W. En clase AB sin carga sobre 90W
- Dimensiones: 435mm de ancho, 195mm de alto, 435mm de profundidad.
- Peso: 40 kgrs.
Entrando en materia
No da la impresión el Vitus RI-100 de ser una máquina masiva, visualmente no lo aparenta. Ahora, el tema cambia si uno decide tomarlo entre sus esforzados brazos. La sorpresa es mayúscula, ya que su volumen, en principio bastante normalito, no permite intuir la fuerza que es necesaria para mover los 40 kgrs. de este fornido danés.
Ubiqué el integrado encima de mi reproductor Wadia utilizando cables de interconexión “Audioquest” y de cajas “Element 47”, y lo primero en lo que me fijo es en su aspecto. Tiene un elegante frontal, y un chasis cuyo acabado considero claramente por debajo de su categoría. Comentario aparte se merece el mando a distancia, de procedencia Apple y totalmente fuera de lugar en un aparato de esta categoría. Detalle totalmente impresentable y más en un aparato que funciona como lo hace el RI-100. Por lo demás impecable mostrando un acabado de primera categoría tanto en el frontal como en la parte trasera del aparato, donde están ubicados ordenadamente todos los conectores del equipo. El RI-100 queda anclado literalmente a la superficie donde ha sido colocado, gracias a su nada desdeñable peso, en este caso casi aplastando mi reproductor de CD, que quedó justo debajo de él.
En un principio parece no calentarse mucho, pero en días sucesivos puedo comprobar que efectivamente el Vitus se pone razonablemente templado, sobre todo en los laterales, y especialmente al finalizar alguna audición exigente. Pero para nada supone una temperatura que sea desagradable, se deja tocar y no se corre riesgo ninguno de escaldarse en el intento.
Como ya viene siendo habitual -estoy empezando a acostumbrarme-, este aparato se preparaba para sorprenderme. Ya había escuchado antes, en diversas ocasiones, electrónicas de Vitus Audio, y evidentemente tenía una pequeña idea de lo que me podía esperar. La verdad es que esta es una de esas ocasiones, en las que uno se da cuenta de lo importante que es el escuchar un aparato en condiciones controladas. Saber en todo momento la influencia que tiene el entorno en el aparato en cuestión, es para mi la única manera de aproximarnos con conocimiento de causa al valor verdadero de un artilugio. Todo lo demás no es más que una ilusión que no puede ni siquiera acercarnos a la realidad. Y a que viene todo esto, muy fácil, siempre había escuchado las electrónicas de Vitus en entornos hostiles sobre los cuales no tenía ningún tipo de experiencia previa, y ciertamente tenía ganas de escuchar algo de la firma danesa en un equipo que tuviese perfectamente controlado. Y que mejor ocasión que ésta.