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Todos conocemos que Vitus Audio es una de las firmas de electrónica que se han establecido como referente a nivel mundial para un gran número de aficionados y que a su vez se encuentra situada en el Olimpo de los fabricantes más prestigiosos. Pero… ¿Es Vitus una firma de electrónica de muy alta gama más o nos ofrece algo que la hace exclusiva y diferente a las demás marcas de la competencia?

Si miramos de manera global el panorama de la Alta Fidelidad, y nos paramos por un segundo a analizarlo, podemos apreciar una tendencia entre los fabricantes -y no sólo de electrónica-, a presentar en sus realizaciones un sonido cada vez más detallado, rápido, dinámico y frío. Electrónicas cada vez más perfectas, pero en cierta medida exentas de alma, que nos fatigan y cansan al poco tiempo de sentarnos a escucharlas. Cajas acústicas con unos drivers fabulosos, que consiguen darnos una cantidad de información avasalladora y unos tweeters que con su increíble extensión nos consiguen… estresar sí, por duro que suene.

¿Es posible que el actual resurgimiento de las firmas de electrónicas a válvulas tengan su origen, en una necesidad de contrarrestar un poco esta tendencia? Este sería otro asunto a analizar que dejaremos para otra ocasión.

Sin querer entrar en dar nombres de firmas determinadas, seguro que cada uno de nosotros alguna vez ha pensado, ¡esta marca sí que hacía hace 20 años amplificadores que sonaban francamente bien!. Sin duda, sobre todo si repasamos sus especificaciones técnicas, los de ahora son objetivamente mejores, pero entonces ¿a qué es debida esa impresión relativamente común?

No dejo de pensar que el movimiento de dinero marca las tendencias de nuestro sector, y el dinero en la actualidad se encuentra en Asia. Apostaría cualquier cosa a que las firmas de prestigio, buscando ese comprador adinerado que se localiza en esas latitudes geográficas, ha variado la personalidad sónica de sus realizaciones, a la par de su estética. Conocido es que las personas de raza asiática, tienen diferentes gustos sonoros y cierta tendencia a soportar y disfrutar con frecuencias más agudas que los aficionados occidentales. Así pues, hay que contentar en cierta medida al bollante mercado asiático.

Dejando de lado elucubraciones con mayor o menor sentido, lo cierto es que Vitus Audio ocupa un lugar de privilegio, en el mercado internacional de las firmas más prestigiosas, basándose en un sonido con personalidad propia, reconocible y diferente a la mayor parte de la competencia. Vitus Audio demuestra que es capaz de marcar con paso firme su propio camino.

Acerca de Vitus Audio

El fundador y cabeza de Vitus Audio se llama Hans Ole Vitus, y no existe manera mejor para comprender la filosofía y el rigor que marca el camino de la firma, que repasar la trayectoria personal de su creador.

Los primeros productos Vitus vieron la luz en el año 2003, tras más de ocho años de continuo desarrollo de sus amplificadores. ¿Necesitamos más pruebas acerca de la obsesión por alcanzar la perfección que ha acompañado la trayectoria de Vitus? Aparte de esto, los datos personales conocidos de su fundador, demuestran una planificación en su formación, que tiene su origen en su amor por la música y en el ansia por desarrollar una electrónica que eleve el nivel cualitativo de su reproducción.

En su adolescencia, Hans Ole se aficionó a destripar su equipo hi-fi, buscando cualquier posible mejora a desarrollar, llegando a construir también cajas acústicas y por supuesto quemando más de un amplificador. Tras estas experiencias y buscando alcanzar mayores conocimientos que le ayudaran en su labor, comenzó sus estudios de ingeniero electrónico, que simultaneaba en su tiempo libre con la construcción de equipos hi-fi. Tras graduarse, trabajó en varias compañías de electrónica, hasta que encontró su lugar en Texas Instruments, donde estuvo seis años y atesoró una valiosa experiencia y los conocimientos técnicos profundos sobre tecnología punta imprescindibles en su futuro.

Así pues, las bases estaban establecidas para iniciar su proyecto vital, la compañía que lleva su nombre, con seguridad y plena confianza en alcanzar el éxito.

Construcción

La calidad constructiva del conjunto Vitus analizado, compuesto por el preamplificador de línea SL-102 y la etapa de potencia -con control de volumen- SS-101, ambos de la serie Signature, es quizás la más elevada de todos los diabólicos aparatos que han pasado por mis manos. Robustez, elegancia, calidad de materiales, funcionalidad, y no olvidemos exclusividad, son adjetivos que se quedan cortos sino hemos tenido la oportunidad de ver en persona este conjunto de electrónica.

Si comenzamos por el previo de línea SL-102, lo primero que nos avisa de qué tipo de aparato tenemos entre nuestras manos, es su peso casi desmedido, para lo que estamos acostumbrados a encontrar en un buen preamplificador. Con un único chasis, el grosor de 10 mm. de los paneles de aluminio del mismo, confieren a este aparato una solidez y ausencia de vibraciones absoluta. La cubierta del mismo se puede retirar, quitando previamente los 12 tornillos vistos que lo aprisionan, dejando a la vista su fabulosa construcción. El panel trasero cuenta con cinco entradas, dos single ended y tres balanceadas, además de dos parejas de salidas de ambos tipos que permiten biamplificar si es necesario. El frontal cuenta con el diseño característico de la marca, dos gruesas placas de aluminio, y entre ellas una franja de cristal de color negro, donde se localiza el display del aparato. A cada lado de dicho display se encuentran tres botones en posición vertical, que sirven para ajustar los completos menús con los que cuenta, para seleccionar el nivel de volumen, el botón de MUTE y el de STANDBY.

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