El característico sonido Vitus
Para la realización de esta prueba, el distribuidor de la firma en nuestro país, Pedro Asencio de Sound Sevilla, me facilitó dos juegos completos de cableado de interconexión XLR, pues la electrónica Vitus funciona en modo balanceado puro y su rendimiento de esta manera consecuentemente es mejor. Recibí pues un conjunto Fono Acustica Armonico y un set de cables Element47 Black Master, para poder escoger el que más sinergia tuviera a mi juicio con dicha amplificación. A pesar de mi reconocida afinidad al sonido de los cables Fono Acustica, siendo propietario de varios de ellos, en esta ocasión no demostraron la mayor de las sinergías con la personalidad sonora de Vitus Audio. En este caso, los cables de la firma hispano-suiza Element47 demostraron claramente a mi parecer, un mejor entendimiento con la electrónica danesa, quedando pues inamovibles en el sistema hasta la finalización del análisis. Sin duda el exquisito detalle y limpieza que estos cables saben transmitir, combina a la perfección con el aspecto que más me impresionó inicialmente del sonido Vitus, su extraordinaria contundencia, peso en la música y el insuperable control y extensión de las frecuencias graves.
Comencé las escuchas seleccionando el modo de funcionamiento en Clase A en la etapa SS-101, pues habiendo tenido anteriores experiencias con amplificadores en los que se podía conmutar entre Clase A y AB, esta primera siempre fue mucho más satisfactoria. Así pues la mayor parte de esta revisión la entenderemos en esta modalidad.
Pasemos pues a intentar explicar, si es posible, el rendimiento que la combinación Vitus demostró reproduciendo las bajas frecuencias. ¿Cómo transmitir la sensación de no haber disfrutado nunca de unas frecuencias graves perfectas hasta esta ocasión? La respuesta en graves de mis Kiso HB-1, subjetivamente y como por arte de magia pareció extenderse por lo menos 10 Hz más, asemejando la de una caja full range, y acompañada por una dinámica brutal, hizo crecerse a estos monitores como si se trataran de los músculos de Popeye tras comerse su lata de espinacas. La extensión de las frecuencias graves es fabulosa, y para poder atestiguarlo con mayor rigor, asocié el conjunto Vitus con las cajas DeVore Fidelity Orangutan O/96, cuyas frecuencias bajas alcanzan los 25Hz. y que tenía todavía en mi sala tras la finalización de una pasada prueba. Soberbio fue el sonido grave que Vitus extrajo de estas monadas americanas, con mayor extensión, peso y control que nunca.
Escuchar una gran formación en un crescendo orquestal, es una experiencia inolvidable con esta amplificación, consiguiendo una implicación con la pieza reproducida y grado de emoción muy elevado. El tamaño escénico crece ante mis ojos y se convierte por arte de magia en enorme. No existe atisbo de congestión ni de esfuerzo, y sus poderosos 50W en Clase A, dan la impresión de ser 500 por su suficiencia, solvencia total y al no encontrar ninguna limitación de dinámica, ni de SPL en todo el tiempo en el que transcurrió este test.
Centrándonos en la franja media, el rendimiento de Vitus hizo plantearme de inmediato, si la eterna discusión entre amantes del sonido a válvulas, enfrentados al sonido proveniente de transistores, ha dejado ya de tener sentido. Mi impresión es que es incluso siendo un seguidor del sonido de los tubos de vacío y de su riqueza tímbrica, la electrónica Vitus presenta las suficientes virtudes para no echar en falta ninguna característica propia de la válvulas, y si disfrutar de la comodidad y nulo mantenimiento de un transistor. ¿Habrá llegado la hora de pensar en un cambio…? ¡Uhmmm!!!
Frecuencias agudas que no se ven suavizadas, como recurso para alcanzar el ya relatado grosor especial, característico del sonido Vitus. Su rendimiento es sobresaliente, consiguiendo una aireación y extensión que las alarga en el tiempo, siendo capaces de recrear diferentes ambientes con facilidad. Pero a su vez no descuidan conferir a la zona medio-aguda ese cuerpo necesario para casi tocar con los dedos ese metal de los platillos golpeado por las baquetas. Francamente, un nivel de realismo muy alto el conseguido también en este apartado.
La profundidad de la escena sonora es otro de los puntos fuertes de esta electrónica, y su manera de permitir apreciar los más insignificantes detalles situados al fondo de la misma, a la vez que sentimos con gran intensidad al solista que casi vemos en un primer plano, es una cualidad que pocas veces he apreciado tan claramente.
Esta gran profundidad en el sonido, disminuye en cierta manera cuando seleccionamos el modo de funcionamiento en Clase AB. ¿Pero perdemos en algunos aspectos más en este modo o también ganamos?