Allegro by Ramallo

El agudo es natural y uno de los puntos fuertes de estas cajas. Su presencia es evidente a la vez que sutil y en ningún momento molestan a pesar de tener una extensión total. Y sobre todo lo demás, posee una cualidad que me encanta, simplemente fluye con una facilidad que provoca que los pasajes más complicados parezcan para las Allegro un juego de niños. Este tweeter es maravilloso, tiene una capacidad dinámica inagotable, es rápido como él solo y esto provoca una articulación y definición por encima de lo normal. ¿Qué más se puede decir? Únicamente que siendo dipolar tiene la desventaja implícita a este tipo de transductores, que ya relatamos antes. Es el peaje a pagar por uno de los tweeters más alucinantes que he tenido la ocasión de escuchar.

La dinámica es excepcional. Pocas cajas he escuchado que reproduzcan esta característica de la música de forma más fiel y cercana a la realidad, aplicándola en su justa medida. Porque aunque parezca mentira, he oído muchas otras cajas con fama de proporcionar una dinámica parecida, que a fuerza de centrarse en eso, lo único que consiguen es pasarse de la raya, proporcionando una cantidad desusada que provoca una artificialidad que suena a falso. Las Allegro también han sido bendecidas en este aspecto, proporcionado ataque cuando es necesario y sin pasarse del punto justo cuando se requiere tranquilidad.

La escena es uno de los aspectos en los que habrá que trabajar con mucha paciencia. Conseguir la correcta será cuestión de entereza, ya que en mi opinión será en una localización muy determinada de la sala donde cuadren todos los aspectos anteriores hasta alcanzarla. Aquí la dipolaridad del tweeter se cobra su cuota y nos forzará a trabajar más de lo normal en el arte de colocar las cajas correctamente en la sala. Un acondicionamiento hecho a posta para las Allegro parece obligatorio e indispensable. No es que con otras cajas no sea necesario, pero es que con estas es sí o sí. Y aquí no solo bastará medir y mover las cajas según vayan cuadrando los números. Será necesario utilizar una grabación crítica y conocida e ir escuchando hasta que encontremos el punto que produzca los resultados más satisfactorios, sin duda alguna el afortunado propietario tendrá la oportunidad de demostrar su valía y buen criterio. Aunque como ya comenté antes, seguro que Suso Ramallo se ofrecerá a ayudar con esta tarea aportando oído, conocimientos y medidas. Será una tarea inmensa de cacharreo que a muchos, entre los que me incluyo, podría llegar a fascinarles.

Hora de decir adiós

Las Allegro se fueron de mi casa prácticamente de la misma forma que entraron, con una agradable conversación en la que ocurrió un intercambio de impresiones en lo que al sonido de las cajas respecta. Quedé encantado reconociendo el potencial de nuestras invitadas. Siempre he apreciado que unos altavoces tengan la posibilidad de crecer junto con su propietario. Mis cajas de referencia ofrecen esta posibilidad. Su sonido evoluciona según su dueño aprende a sacar partido de ellas, a jugar con ellas y aprovechar a su favor todos los elementos de su diseño. Para mi esta característica es importantísima, con algunas cajas esto es imposible, suenan de aquella manera y nunca más tendras la posibilidad de exprimir más prestaciones. En este caso no es así, y esto es posible sólo cuando las cajas son tan trasparentes como es el caso. De esta manera agradecen y transmiten perfectamente cualquier mejora tanto acústica como electrónica que introduzcamos en nuestro sistema.

Y aquí exactamente es donde se encuentran nuestras invitadas. La curva de aprendizaje quizá sea un poco lenta y con una pendiente ligeramente inclinada, pero una vez que uno sea capaz de desentrañar sus misterios, estoy seguro que podrán sonar como su propietario quiera. Sólo hacen falta paciencia y amor por esta nuestra afición. Los resultados llegarán a poco que pongamos de nuestra parte. Y serán sin duda muy valorados debido al esfuerzo y dedicación que hemos invertido. Por no hablar de los conocimientos que habremos adquirido en el proceso.

Es cierto que su estética es más que nunca cuestión de gustos, no así su acabado ¡Perfecto! En mi sala no desentonaban, de hecho en color rojo hubieran estado en su salsa.

Las Allegro son tremendamente dinámicas con una estética de sonido muy “pro” en el buen sentido de la palabra. No se molestan en edulcorar la música ya que opinan que las cosas han de sonar como fueron grabadas, ni más ni menos, respetando así la voluntad del artista o ingeniero que realizó la grabación. Mejor o peor, que se le va a hacer, de todos modos, ¿quiénes somos nosotros para tomarnos la licencia de modificar un trabajo cerrado y terminado?. Evidentemente esto puede provocar que cierto público audiófilo que prefiere un sonido un poquito más ligero y coloreado, no guste de las delicias de las Allegro. Personalmente soy más de experimentar la realidad, aunque ésta en ocasiones duela. Así es la vida y así debemos asumir que hemos de enfrentarnos a las sesiones de escucha de una determinada forma. En ciertas ocasiones uno debe de dejar de lado su lado audiófilo y disfrutar solamente con su mitad melómana, ya que simplemente algunas grabaciones pueden no cumplir algunos estándares que damos por mínimos.

Por último agradecer a Suso Ramallo la oportunidad de disfrutar de las Allegro en mi casa. Ha sido una experiencia muy instructiva y agradable, la verdad es que como pocas que haya tenido. Espero que culmine con éxito esta aventura en la que se ha embarcado, con los conocimientos e ilusión que sólo él puede aportar.

Allegro by Ramallo – 8000€ + IVA

Ramallo Audio, www.ramalloaudio.com, tel: 918417839 

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