El año pasado diversas circunstancias me impidieron acercarme a la magnética ciudad de Lisboa en Noviembre, y visitar sus calles, comer en sus restaurantes y escuchar sus bellos y tristes fados. Más de uno pensará que para realizar un viaje turístico a la capital portuguesa, no es necesario hacerlo en Noviembre. Es más, seguramente un mes menos lluvioso será más apropiado para recorrer una ciudad tan paseable como Lisboa. Sí, es cierto, pero en el penúltimo mes del año se celebra un acontecimiento especial para los amantes de la alta fidelidad, su Audio Show anual. Así pues, merece la pena armarse de un paraguas por si acaso, y emprender viaje a una de las ciudades más bellas del mundo, para poder ver y escuchar algunos de los sistemas de sonido de mayor tamaño que se hayan expuesto en la península ibérica jamás.
Desde 1990 se viene celebrando El Audio Show de Lisboa, organizado por la revista Audio & Cinema Em Casa. Una gran cita anual para los amantes del high end de nuestro país vecino, y un espejo en el que deberíamos mirarnos, más si cabe este año, que en nuestro país no se ha celebrado nuestra querida Elitexpo. Produce una sana envidia ver el compromiso que tienen todos los distribuidores de productos en Portugal, con su feria. Sin duda son conscientes de que es un elemento fundamental para conservar y aumentar el número de aficionados al sector, mucho mayor que el nuestro en proporción, con los que cuentan.
La afluencia a la exposición, un año más fue masiva, produciéndose colas en las salas que despertaron mayor interés para poder entrar en ellas. Normal si nos paramos a pensar en el nivel de los sistemas de sonido existentes, entre los que, por poner un ejemplo, algunas cajas acústicas expuestas, por si solas rozaban los 400000€ de PVP. Disfrutamos de sistemas de gran calibre, entre los que podemos destacar el conjunto Marten-VTL, Estelon-Trinity, Sonus Faber-Audio Research, Wilson Audio-D’Agostino o el formado al completo por cajas y amplificación de la americana McIntosh.
Con sinceridad, en esta edición, la calidad sonora de los equipos expuestos no fue la mejor. En mi última visita al Audio Show, en el año 2012, escuché mayor número de instalaciones de mi agrado. A pesar de eso, es de elogiar el esfuerzo de los importadores por mostrarlos de manera irreprochable, en su mayor parte con un cuidado y podríamos decir “casi mimo” encomiables. A pesar de lo relatado, hubo instalaciones con una calidad de sonido muy alta, pudiendo resaltar por encima de todas, la formada por las cajas acústicas Marten Design Coltrane Supreme II con amplificación VTL. Sin discusión, el premio al mejor sonido del Show, fue para esta impresionante combinación.
El sistema en su totalidad lo componían los siguientes elementos:
- Cajas acústicas Marten Coltrane Supreme II
- Etapas de potencia VTL Siegfried II
- Preamplificador VTL TL 7.5 MKIII
- DAC CH Precision C1 con fuente de alimentación X1
- Previo de fono VTL TP 6.5
- Giradiscos Rui Borges Ultimo MK2 con brazo Kuzma 4Point y cápsula Ikeda KAI
- Servidor Aurender W20
- Cables de corriente Mamba Audio Power blast, Power Fringe, Power Flow
- Cables interconexión Mamba Audio Big Bang
- Cables de altavoz Mamba Audio Stratosphere
- Acondicionador de red Mamba Audio RAT TRAP
- Filtro pasivo Tripoint Troy Signature
- Racks HRS SXR
Para intentar que los lectores intuyan el tipo de sonido que esta combinación proponía, creo que deben saber las condiciones en las que se expuso. Me refiero a un descomunal salón de 150m2 con un anexo lateral de otros 60 y una altura de techos de 5 metros. Esto puede dar una idea de la capacidad de estas cajas acústicas para reproducir música a escala casi real, con un impacto y una dinámica capaz de impresionar y llenar de música todo el salón donde se mostraron. Pero esta brutal contundencia no impedía apreciar una delicadeza y un refinamiento fuera de lo normal y que en momentos de intimismo y emoción conseguían atraparte y hacerte olvidar que te encontrabas ante unas columnas de 230 kg y 2 metros de altura cada una.
La delicadeza y suavidad mostrada por las frecuencias más altas, seguro que es debida también a la enorme, en tamaño y calidad, amplificación de la firma americana VTL. La elevada entrega de vatios y corriente de estas etapas monofónicas, conducían las cajas sobradamente, y por lo tanto eliminaban cualquier atisbo de estrés o esfuerzo en la reproducción sonora. La música fluía sin esfuerzo, transmitiendo de manera inmediata cualquier variación dinámica de las piezas reproducidas.
Las fuentes, tanto analógica como digital, son de absoluta referencia y mucho tenían que ver en el resultado sonoro final obtenido. Especial protagonismo debido a su superior calidad sonora, notamos en la fuente analógica, que conseguía transmitir y hacer sentir ese plus de humanidad que tanto se agradece.
Poco más se puede decir de un sistema de sonido que es un sueño para cualquier aficionado a la alta fidelidad, y que en mi opinión rayaba a un a nivel altísimo en todos los aspectos evaluables posibles. ¿Podría sonar mejor? Seguro que sí, pero en un entorno más controlado y con paciencia y tiempo. Hay que reconocer el gran trabajo de su distribuidor en Portugal y España, Ultimate Audio Elite, por conseguir que este conjunto desplegara un nivel de sonido tan alto y satisfactorio. Puedo asegurar que esto no es nada fácil.
El regreso a España lo efectué con un inmejorable sabor de boca, recordando el sonido de esta nueva edición de Audio Show, pero también de la buena comida que pude degustar estos días y de la maravillosa música en vivo que escuchamos, con los fados de María Emilia proporcionándonos momentos mágicos. Espero por tanto regresar el año que viene, y poder contarlo.
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