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¿Nunca os habéis preguntado por qué las cajas de alta eficiencia y en particular aquellas que emplean bocinas, han tenido tan poca repercusión en nuestro país, comparado con la que tienen en el resto del mundo? Si miramos al resto de Europa, su implantación en países como Alemania, Holanda, Francia… es muy alta, al igual que en Japón o USA.

Si en países con una tradición audiófila muy superior a la nuestra este tipo de sistemas de alta eficiencia tienen una amplia aceptación ¿por qué entonces son tan poco conocidos aquí, en la piel de toro? ¿Es que  nuestro sentido del oído es distinto? Seguramente no. Quizás tengamos que achacarlo a una distribución poco efectiva o, por qué no decirlo también, a la desinformación del aficionado español, susceptible de dejarse llevar por falsos tópicos relacionados con este tipo de cajas, como el que dice que colorean, sin tener muy claro qué significa el adjetivo realmente, o en otras ocasiones sin ni siquiera haberlas escuchado. Quizás estos tópicos tenían sentido cuando pensamos en los diseños de hace décadas, pero los diseños de alta eficiencia  actuales son muy distintos de sus antecesores.

Para todos los amantes del universo de la válvula, una evolución natural en la búsqueda de un mejor sonido pasa por simplificar la amplificación utilizada, usando etapas de menos potencia, de topologia single ended con válvulas 300b por ejemplo. Este tipo de amplificación se caracteriza por un exquisito y rico sonido y por una potencia de salida muy limitada, lo que obliga a utilizar cajas acústicas de alta sensibilidad.

Avantgarde Acoustic es una de las firmas más reconocidas a nivel mundial de cajas acústicas de alta eficiencia, empleando en sus diseños bocinas exponenciales junto con motores de compresión.

Siendo unos apasionados de las válvulas, siempre hemos tenido una gran curiosidad en escuchar las realizaciones de Avantgarde. Ya habíamos tenido oportunidad de realizar una audición en casa de su antiguo importador y, aunque la sala no acompañaba, las sensaciones fueron muy buenas. Aprovechando un viaje a Madrid fuimos a las instalaciones de Armonía Hi-fi, situadas en Las Rozas, para escuchar el modelo que allí  tienen expuesto, las Avantgarde Uno.

En esta ocasión, dado que nos presentamos en el establecimiento prácticamente sin avisar, no tuvimos ocasión de probar las cajas amplificadas con válvulas y disfrutamos de una electrónica a transistores de muy alto nivel, que nos demostró la polivalencia de las mismas.

El equipo escuchado lo formaban los siguientes elementos:

– Cajas acústicas Avantgarde Uno

– Preamplificador con dac Wadax Pre1-Phono

– Etapa Linn Akurate 2200 (111W/canal)

– Lector de cd (utilizado como transporte) Linn Majic

-Cableado:  In Akustik NF202 digital coaxial, NF1302 interconexión y LS1302 altavoces.

Las Avantgarde Uno, nivel de entrada dentro de la gama de la marca,  se componen de un cajón de graves  activo, dentro del cual hay dos altavoces de 10 pulgadas amplificados con 250w y dos bocinas, una de medios de 500mm. de diámetro y driver de 5 pulgadas y otra de agudos de 130mm. y driver de 1 pulgada.

El previo Wadax es una maravilla tecnológica, que trabajando en el dominio digital, da lo mejor de si cuando se usa también como dac, como en esta ocasión.

La etapa Akurate 2220 de Linn es sobre el papel el punto más débil del equipo expuesto, aunque se comportó de manera irreprochable, con unas cajas que no perdonan una electrónica que no esté a la altura.

En Armonia Hi-fi tenían además un amplificador integrado a válvulas, de la firma Icon Audio, especialmente configurado para asociarlo a las Avantgarde Uno con 12+12w de potencia. Lamentablemente no disponíamos del tiempo necesario para efectuar un correcto calentamiento de este aparato antes de su escucha y preferimos no conectarlo, reservándolo para degustarlo en una futura audición.

Desde las primeras escuchas del equipo, éste transmitía una gran sensación de realismo, acercándose bastante a las sensaciones que transmite una actuación en vivo. Esta impresión se apoyaba en la gran facilidad que estas cajas acústicas tienen para sacar un importante caudal de música de ellas, con una dinámica y una rapidez considerables.

Los 111w por canal de la etapa de potencia Linn, siendo sobre el papel excesivos para amplificar los 104 dB de sensibilidad de las cajas, no dieron el más mínimo inconveniente. No hubo ningún problema ni con el manejo del volumen del previo, ni produciendo ningún ruido de fondo, que siempre puede llegar a ser un aspecto crítico trabajando con sensibilidades tan altas.

Las frecuencias  graves presentaban un muy buen control y definición, principalmente gracias a los ajustes que las Avantgarde Uno tienen para configurar sus graves activos, en los que puedes regular la ganancia y la frecuencia de corte del filtro. También es posible elegir tres posiciones de corte del filtro subsónico 20, 30 y 40 Hz. Todos estos ajustes del grave funcionan de manera fantástica, produciendo cambios drásticos en el sonido con cualquier mínima variación en los potenciómetros.

Pero siendo el grave muy bueno, lo que más nos gustó fue la forma en que el sistema reproducía las frecuencias medias y altas procedentes de las dos bocinas. Muy buen detalle, con una extensión y aireación de agudos fantástica y medios naturales y fluidos. No se apreció ningún tipo de compresión en el sonido y sí en cambio apertura y naturalidad.

Puntualmente, con ciertas grabaciones, el sistema transmitía algo de endurecimiento en las frecuencias medio-agudas, provocando  un poco de fatiga auditiva. Para nuestra sorpresa este matiz se resolvió rápidamente con un pequeño ajuste de las frecuencias graves, subiendo el corte del filtro pasabajos de los graves, para darle un poco más de relleno a la franja media. Hay que tener en cuenta que en este modelo de Avantgarde, las frecuencias medias que reproduce la bocina de medios bajan menos que en los modelos superiores (290 Hz contra los 170Hz del modelo Duo) y las frecuencias reproducidas por el cajón de graves que llega por arriba a los 350Hz, tienen más influencia en la zona media que en otros modelos de la firma.

Aunque la escucha fue un verdadero placer, seguimos  pensando que el entorno donde deben rendir estas cajas a un mejor nivel es el de los tubos de vacío o, en su defecto, unas pequeñas etapas de transistores en clase A pura. De todos modos, hemos de confesar que esta es una de las audiciones en la que las cajas estaban integradas con la sala de manera más satisfactoria, y donde con dos pequeños ajustes quedaron a nuestro parecer casi perfectamente adaptadas, con prácticamente ningún acondicionamiento acústico.

Armonía Hi-fi nos sorprendió con un sistema que, aunque sobre el papel no presenta la configuración más ortodoxa para combinar con unas cajas de alta eficiencia, demostró que en la práctica sonaba estupendamente. El previo Wadax mostró nuevamente su altísima calidad, aunque las cajas Avantgarde fueron las estrellas de la audición. Con una estética fabulosa como punto de partida, presentan tantos aspectos positivos (fácil amplificación, ubicación sencilla, graves ajustables), que merecen ser tenidas muy en cuenta para cualquier aficionado con un cierto espacio disponible para situarlas. Si es su caso, seguro que disfrutar de una audición como la que nosotros realizamos puede ayudarle a decidirse.

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