Presentando en sociedad la nueva “Evolución a través de la tecnología KORE”
Repitiendo una fórmula que, en mi opinión, me parece de lo más acertado, el prestigioso y ya veterano -en 2023 cumplió sus primeras cuatro décadas de existencia- fabricante de cajas acústicas para Alta Fidelidad, Cine en Casa e Instalaciones Personalizadas danés DALI llevó a cabo una impecable presentación de producto en el “loft” del establecimiento especializado barcelonés Werner coincidiendo con la celebración del salón ISE (“Integrated Systems Europe”) en la Ciudad Condal los pasados días 4 enero a 7 de febrero. El protagonista fue en esta ocasión el que sin ninguna duda puede considerarse “el siguiente paso lógico” en la brillante revitalización que está experimentando la propuesta de la compañía escandinava desde que en 2022 desarrolló su actual buque insignia, la espectacular columna KORE, que, como afirmé en su momento, supuso el regreso de DALI a la “Primera División” del audio High End. Una irrupción de la que paulatinamente se van beneficiando, vía incorporación sistemática de desarrollos de ingeniería relevantes, gamas de productos ya existentes -en diciembre de 2024 dedicamos un artículo a la RUBIKORE- y a la que en esta ocasión le tocó el turno la icónica Serie EPICON, ahora “reinventada” como -¿adivinan el nombre?- EPIKORE. También en línea con el evento de hace 1 año, los asistentes a la sesión cuya reseña protagoniza el presente reportaje pudieron disfrutar de un auténtico privilegio: el hecho de que como maestros de ceremonias oficiara nada más y nada menos que Lars Worre, CEO de DALI, cuya formación técnica le permite exhibir un “dominio del tema” que convierte a cada una de sus presentaciones en una clase magistral.
“Una serie de cajas acústicas High End que tiende un puente entre la DALI EPICON y la DALI KORE”
Con estas palabras comienza el catálogo de la nueva familia de cajas acústicas de DALI, siendo las mismas acompañadas por un sugerente “pero también abre su propio y fresco capítulo en la historia de DALI”. Y continúa con esta poderosa reflexión: “Además de introducir nuevos conceptos y refinamientos en el campo de la ingeniería de cajas acústicas, la EPIKORE toma todo lo que DALI ha aprendido en 40 años y lo invierte en unas prestaciones electroacústicas y un realismo sonoro extraordinarios, combinados con una artesanía de auténtico lujo. Como consecuencia de ello, la EPIKORE crea una experiencia visual y musical excepcional.”
Pese a pretender estas líneas no ser otra cosa que la crónica de un evento muy concreto, es evidente que nunca viene de más dar unas pinceladas a lo que lo ha hecho posible con el fin de dar a entender la motivación que hay detrás de los productos que lo protagonizaron: el monitor para montaje sobre soportes -y, en menor medida, a la vista de su concepción, de estantería si no hay otro remedio- EPIKORE 3 y la columna EPIKORE 7. Especifico los modelos presentados -y escuchados- en Barcelona el pasado 5 de febrero porque la nueva gama de High End, en este caso rozando ya la categoría “de referencia” de DALI es coronada por otras dos columnas que se sitúan en un nivel superior al de la mencionada: la EPIKORE 9 y la EPIKORE 11, esta última realmente impresionante -¡y eso que aún no la he visto en directo!- y buque insignia de la gama. Y, ya que estamos, tampoco viene de más recordar el “ethos” de base, la filosofía, de la marca escandinava por cuanto nos da la justificación última, lo que hay detrás, de cada una de sus realizaciones y, por ende, de la Serie EPIKORE.
Un “ethos” al que ya me referí en mi artículo de junio de 2023 sobre la KORE y en el de presentación de la gama RUBIKORE, en este caso publicado, repito, en diciembre de 2024, y que se condensa en los denominados “Ocho principios de diseño del sonido de DALI”: Fabricación Individual, Bajas Pérdidas, Imagen Sonora Holográfica, Coherencia en el Dominio del Tiempo, Amplia Dispersión, Baja Coloración del Recinto, Claridad y Facilidad de Ataque Optimizada. Unos principios orientados a convertir en realidad lo que podría definirse perfectamente como un “dogma de fe”: “La función primaria de cualquier caja acústica es convertir la señal eléctrica procedente del amplificador en una experiencia sonora realista, sin distorsión y sin coloraciones.”
“La evolución natural de nuestra Serie EPICON”
Quiero insistir en el hecho de que el presente artículo no es ni la presentación rigurosa de una nueva gama ni un banco de pruebas -tiempo habrá para ello en su momento- sino la crónica de un evento más que interesante. No obstante, la presencia de Lars Worre dejó claro la importancia que tiene, para la marca que él dirige, la Serie EPIKORE a pesar de que en el loft de Werner sólo se pudieron ver y escuchar dos de los cuatro modelos que la componen. Por lo tanto, ¿con qué hay que quedarse? Tal y como decía en mi presentación, que Mr. Worre sea ingeniero de formación aporta una garantía en solvencia intelectual a sus presentaciones de producto que se agradece. En estas coordenadas, parece lógico pensar que el hecho de que la gama en cuestión sea superior a la también muy novedosa RUBIKORE también lo serán las tecnologías KORE de las que se beneficia. Y, por supuesto, así es, porque todos sus modelos incorporan el emblemático módulo de agudos híbrido de DALI, formado por un tweeter de cúpula blanda de 35 mm de diámetro y uno magnetostático con diafragma plano de 10 mm de ancho y 55 mm de alto… ¡pero no uno cualquiera, sino el mismo que la KORE!
Continuemos. De los demás transductores, léase medios, medios/graves y graves, hay que destacar la obsesión de quienes los han puesto a punto por minimizar la distorsión y ¡atención! las pérdidas mecánicas hasta el punto de redefinir los actuales estándares de exigencia en ambos parámetros. En todos ellos encontramos la versión más avanzada de los inconfundibles conos de papel y fibra de madera de DALI, es decir el Clarity Cone, acompañada de la segunda generación del exclusivo material SMC de la firma danesa en los imanes de los correspondientes motores magnéticos. Y puesto que el evento objeto del presente artículo estaba protagonizo por los modelos EPIKORE 3 y EPIKORE 7, hay que subrayar que ambos están equipados con una novedad específica de la gama a la que pertenecen: un “midwoofer” con cono de estructura curvilínea de 7 pulgadas (178 mm) y bobina móvil de 1’5 pulgadas (18 mm) con soporte de titanio que combina una restitución extremadamente rica y precisa de las frecuencias bajas con unos medios transparentes, dinámicos y literalmente exentos de distorsión.
Del citado transductor hay que apuntar asimismo que su motor magnético es el mismo -opulento con ganas, créanme- que el empleado en los woofers de los dos modelos superiores de la gama, es decir las columnas EPIKORE 9 y EPIKORE 11, con lo que ello implica en términos de control/pegada y extensión de la respuesta al facilitar grandes desplazamientos del elemento móvil y la inmediata “recuperación” -a ello contribuye también la suspensión periférica de goma de bajas pérdidas utilizada- del mismo durante la reproducción de transitorios exigentes a niveles de volumen elevados. La guinda la ponen una carcasa de aluminio ventilada y tres anillos de cobre y aluminio para linealizar la inductancia que da como resultado una distorsión por intermodulación extremadamente baja. En términos de configuración, la EPIKORE 3 es un sistema bass-reflex de 3 vías/3 altavoces, mientras que la EPIKORE 7 es también de tipo bass-reflex, aunque en este caso con 3’5 vías y 4 altavoces, estando la gestión de los mismos confiada a filtros divisores de frecuencias ejecutados con componentes de muy alta calidad. Algunos de ellos modificados con materiales exclusivos de DALI. Por su parte, la respuesta en frecuencia anunciada por el fabricante es de, respectivamente, 42-34.000 Hz, +/-3 dB y 34.000 Hz, +/-3 dB. En cuanto al recinto, de innegable elegancia y con unos acabados que rozan la perfección, incluye paneles curvados montados en una estructura de muy baja resonancia, puertos bass-reflex traseros de perfil continuo en forma de llama -Continuous Flare- que minimizan las turbulencias de aire y las distorsiones y dos juegos de terminales de conexión de muy alta calidad.
Una estética sonora acorde con el “espíritu KORE”
Y, claro, llegó el momento de la escucha, que, al igual que en el evento de 2024, estuvo conducida en tándem por Xavi Casellas, de Werner, y DALI. Utilizando como fuente un preamplificador con streamer incorporado M66 de NAD para las EPIKORE 7 y un reproductor de música en red Bluesound NODE ICON para las EPIKORE 3, de la amplificación se encargaron tres etapas de potencia estereofónicas M23 con funcionamiento en Clase D -vía módulos Eigentakt originarios de Purifi Audio- de NAD, dos de ellas puenteadas en mono (y por tanto con un mínimo de 700 vatios continuos sobre 8 ohmios) para las columnas y la tercera en estéreo (potencia continua mínima de 200 vatios por canal a 8 ohmios) para los monitores, estos últimos montados en sus soportes de suelo de alta precisión -estructura de aluminio, relleno de arena- dedicados EPIKORE STAND. El cableado, Dirholm en su totalidad.
Le toca el turno a la valoración, aunque no exhaustiva porque, repito, para eso ya realizaremos los preceptivos bancos de pruebas, del sonido, que me pareció profundamente equilibrado en los dos modelos, algo que por otro lado tiene toda la lógica del universo a la vista de que las diferencias en términos de configuración que exhiben es muy pequeña, lo que por otro lado asegura una regularidad extrema en lo que a precisión tonal se refiere. Si tuviera que apuntar un rasgo particularmente notable de nuestras dos EPIKORE, sin duda sería la exposición de naturalidad exhibida por las voces, que me parecieron magníficas en todos sus registros. A continuación, habría que señalar la extensión y fuerza de la respuesta en graves, absolutamente impresionante en las EPIKORE 7 pese a diferenciarse de sus hermanas pequeñas sólo en un “midwoofer” extra y la carga acústica adicional -traducción: más recinto a fin de incrementar el volumen disponible- asociada. De hecho, y que conste que estamos hablando de una “columnita” de poco más de 1 metro de altura, me atrevería a decir que la curva de respuesta en frecuencia subjetiva es casi perfecta, con las pertinentes excepciones, claro. Pasando a la zona alta, nada nuevo bajo el sol… en DALI: el tweeter híbrido demuestra una vez más el grado de refinamiento que es capaz a la mejor “Hi-Res” no sólo en riqueza de microinformaciones, sino, como ya he dicho en múltiples ocasiones, de fluidez y naturalidad, léase calidez y por tanto sin la más mínima metalización. Y en lo que concierne a la escena sonora, no llega a los niveles de la KORE -¡evidentemente!- en el parámetro profundidad, pero la localización de voces e instrumentos y el aire que los rodea están muy bien estructurados tanto en piezas intimistas como grandilocuentes.
Para finalizar
DALI ha demostrado una vez más su fidelidad a una manera de pensar que le ha granjeado las simpatías de melómanos y audiófilos de todo el mundo. En este caso, definiendo con la honestidad y la coherencia que la caracterizan el nivel inmediatamente inferior, conceptualmente hablando, a su actual buque insignia, ampliando de esta manera la base de aficionados susceptibles de disfrutar las excepcionales prestaciones del mismo por un nivel de precio sensiblemente inferior sin salir del mejor High End.