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Es curioso, pero los planos sonoros que se pierden en profundidad son mágicos. Existe un efecto de ubicación de instrumentos de una precisión casi quirúrgica. Si usted es un aficionado que disfruta con los planos, la profundidad y la correcta ubicación de cada componente en la escena, le recomiendo encarecidamente que no pierda de vista este modelo.

Vamos a seguir hablando de virtudes, y es que no son pocas las que nos ofrecen las Dalí. Para un servidor, otro punto a destacar de esta pareja, ha sido la buena coherencia entre las tres vías, además de la percepción de una linealidad y neutralidad en la curva de respuesta a lo largo de todo el rango de frecuencias, dentro de la cual no pude destacar ninguna falta o exceso. Esto, en algunos casos se podría no ser del agrado de todos los aficionados, sobretodo por la adicción que se demuestra en nuestro hobby a la enfatización de la zona media.

En cuanto al tema de agudos, no me pregunten como lo han hecho, pero el caso es que son ricos y detallados, todo ello sin caer en la incisividad que sería de esperar en este tipo de casos. Es una caja que de nuevo, resulta muy equilibrada en este punto.

El grave; igual. No siendo una caja con un grave muy extenso, consigue un punto muy adecuado, en el que la ejecución está perfectamente articulada, resultando en una limpieza y control más que notable.

Otra virtud a destacar es la casi total ausencia de grano, debido a las características del driver de medios-graves, tenemos una sensación de limpieza y ejecución propia de altavoces de mayor rango de precios.

Las voces, estaban muy correctas. Debo resaltar, que por el carácter que anteriormente citaba de no enfatizar la zona media, alguno podría estimar que ciertas voces no le son creíbles, yo me atrevería a decir que para algunos adeptos a este hobby, la falta de voluptuosidad podría recogerse en algunos casos como un desacierto. Tal vez, sería conveniente en estos casos, usar un adecuado amplificador de válvulas, con lo que la zona media estaría más presente o resultona.

Las percusiones son de una sensación de gran inmediatez, con unos timbres adecuados. Los instrumentos de cuerda tienen un toque de seducción y credibilidad más que suficiente. Los instrumentos de viento, son de nuevo muy adecuados. Por último, el piano, el cual resulta medianamente veraz por lo enérgico de los altavoces, digamos que posee la velocidad adecuada para resultar convincente en términos de dinámica.

Es curioso, realizamos distintos movimientos y cambios de ubicación dentro de la sala, todo con la finalidad de estudiar su facilidad de ubicar. Pues bien, en la peor de las situaciones (casi encima de ellas y más pegadas a la pared), las Ikon fueron capaces de magnificar la sensación profundidad, manteniendo un nivel de detalle y limpieza que todavía conseguía emocionarnos.

Llegados a la prueba de fuego, que consistía en girar el potenciómetro más allá del volumen medio, en los pasajes más complicados, he de decir que no se demostró síntoma alguno de congestión o desequilibrio tonal. Gracias a la gran escena y más que correcta separación de instrumentos, las Ikon consiguen hacer el deleite de cualquier grabación por compleja que sea, lejos del desastre que supone arriesgar de esta manera con altavoces, que no hacen más que comprimir y enturbiar la imagen en este tipo de circunstancias.

La grabación más emotiva resultó ser el disco de Diana Krall; todo estaba donde tenía que estar, con el toque de suavidad en la voz que pocos conjuntos tienen, los platillos extendían sus armónicos de manera mágica, manteniéndose suspendidos durantes segundos, todo ello, amenizando una escena en la que se dibujaba cada componente de manera perfecta, respetando la altura, anchura y profundidad del mismo directo.

Pero, ¿tienen defectos?

Pues sí, algunos tienen. Pero yo más bien me atrevería a decir que no son perfectas. Hay que entender que estamos hablando de una caja de columna que está por debajo de los 1.500 €, con lo que la primera parte del análisis supera con creces lo esperado de este producto. Hubo al menos un aficionado que en las audiciones llegó a indicar que los pianos y cuerdas no le parecían creíbles. Evidentemente, tal y como trataba este asunto al comienzo del análisis, las Dali Ikon, son unas cajas que no refuerzan ni colorean la zona media, lo cual es motivo sobrado para entender que un seguidor de la marca ATC pueda llegar a pensar de esta manera. No obstante, tras el análisis continuado de 12 días consecutivos, he de decir que el punto flaco de esta caja está en conseguir la precisión tímbrica perfecta en algunos instrumentos, en otros muchos lo hace bastante bien. Evidentemente, si ejecutara de manera perfecta todos los timbres, estaríamos hablando del súmmum del Hifi.

Mi opinión final

Pienso que este modelo de Dalí es apropiado para aquellos que buscan de partida un buen nivel de refinamiento, escena, dinámica, transparencia y detalle. Me mojo, si además, digo que no existe caja de columna por debajo de los 2.000 € que en estos momentos sea capaz de superarla en su nota global. Creo que, no existe un planteamiento más recomendable para un amigo que quiere iniciarse en esto, que recomendarle encarecidamente que lo haga con una parejita de estas. Sin duda será todo un acierto. Por último les diré, que un servidor no se las ha quedado por no disponer de espacio suficiente para un segundo equipo, si ustedes lo tienen,les aconsejo que las escuchen.

Por lo demás, simplemente; chapó por Dalí.

Conjunto asociado

Amplificación: NAD S300

Cableado Fuente: Cardas Golden.

Cableado Cajas: VDH The Revelation.

Fuente: Naim CD5x

Otros: Mesa Artesanía 5 baldas.

Estabilizador: Isol 8.

Precio del modelo Dali Ikon 6 Mk2

Negro Hi-Gloss 1.626 €
Blanco Hi-Gloss 1.524 €
Negro (black ash) 1.361 €
light walnut 1.361 €

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Distribución: Sound-Pixel. www.sound-pixel.com

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