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Estos días se escucha en los medios de comunicación que  Internet cumple veinte años.  Internet lleva con nosotros dos décadas ya, y  parece que le espera una larga vida. Sin embargo, cuando se implantó internet los PCs  ya llevaban algunos años entre nosotros, desde la década anterior, desde los ochenta. Pero Internet para implantarse necesitaba que los ordenadores personales alcanzaran una cierta madurez tecnológica y también un cierto nivel de popularidad.

De igual modo, a principios de la década de los ochenta, en la primavera de 1982 para ser más exactos, se presentó en sociedad el Acoustic Research ADSP (Adaptive Digital Signal Processor) que, hasta donde yo sé, fue el primer intento serio de aplicación de modelos matemáticos aplicados en el procesado digital de la señal de audio y diseñados exclusivamente para la eliminación de los efectos perniciosos de las salas en las prestaciones de los equipos de audio (DRC). Sin embargo por aquel entonces el hardware disponible tan sólo poseía la potencia y velocidad de cálculo necesarios para permitir la corrección de las frecuencias inferiores a los 500 Hz, así que la tecnología se patentó y  se dejó de lado. Pasaron  diez años y  más o menos  al mismo tiempo que Internet vió la luz,  cuando el hardware era ya mucho más potente, apareció en el mercado el Sigtech AEC 1000.  Este aparato, destinado sobre todo al sector profesional, era capaz de aplicar  una corrección de señal en el ámbito temporal que, al menos en teoría, permitía minimizar o eliminar las reflexiones y resonancias propias de cada sala.  El Sigtech tuvo gran impacto en la prensa del sector e incluso se consideró que representaba el futuro  del audio.

DEQX, que entonces se llamaba Clarity EQ Pty Ltd, es una compañía australiana que  se creó a mediados de la esa misma década de los noventa y, desde entonces, se ha dedicado ininterrumpidamente a la fabricación de aparatos que, gracias al procesado digital de la señal (DSP),  hacen las veces de filtro activo y al mismo tiempo permiten la optimización de la respuesta de las cajas acústicas y la corrección de la sala.

Como era de esperar en estos años otras marcas como Tact,  Lingdorf,  Copland o incluso McIntosh, han lanzado al mercado distintos productos destinados a la corrección de salas basados en el uso de DSPs. Sin embargo, personalmente siempre me han intrigado los productos de DEQX, tanto por su gran reputación, como por el enfoque radicalmente distinto que aplican para la corrección de los equipos.  Mientras otras compañías calculan los filtros de corrección exclusivamente a partir de mediciones de la sala, la firma australiana se centra en la medición de la respuesta de las cajas y en su corrección, tanto de su respuesta en frecuencia, como de las anomalías de la fase y de retardo de grupo que introducen los filtros pasivos de las cajas. Una vez corregida la respuesta de las cajas se realiza una segunda medición, esta vez situando el micro en el punto de escucha, a partir de la cual el software propone una ecualización paramétrica destinada a eliminar los efectos de los modos resonantes de las salas a bajas frecuencias. Este enfoque de corrección en dos etapas ha sido adoptado recientemente también por otras compañías como Holm Acoustics.

¿Entonces qué es exactamente el DEQX HPD-Express?

Podríamos definir al DEQX HDP-Express como un sofisticado filtro activo totalmente configurable, que además permite corregir  a nuestro gusto las imperfecciones del diseño de cualquier caja acústica, filtrada pasivamente o no, tanto en respuesta de frecuencia, como en fase o retardo de grupo. Además incorpora un ecualizador paramétrico, fundamentalmente para corregir los modos de la sala, o simplemente para modificar el balance tonal  de nuestro equipo a nuestro gusto en tiempo real, mediante un simple movimiento del ratón de nuestro ordenador, o jugando con los botones del mando a distancia.

El frontal del aparato es extremadamente minimalista. En él tan solo encontramos un led que indica la conexión a red y otros 4 leds que mediante sus cambiantes colores nos indican la mayoría de las distintas opciones que el usuario puede seleccionar, exclusivamente a través del mando a distancia suministrado con la unidad. Viendo la gran  cantidad de conexiones que encontramos en la trasera podemos imaginar su gran conectividad, así como el amplio número de funciones que realizan estas unidades. En su parte izquierda tenemos una conexión mini USB (y otra RS232) que permite el acceso desde el ordenador a todas las funciones y configuraciones disponibles. Junto a ellas hay dos entradas digitales (SPDIF/RCA y AES/EBU) que admiten resoluciones de hasta 24 bits y 96kHz. Un poco más a la derecha  está la conexión XLR para el micro de medida con alimentación phantom (48V). A continuación encontramos una entrada analógica con conexiones balanceadas y otra con conexiones RCA. En cuanto a salidas analógicas, vemos 3 juegos de conexiones RCA, destinados a la multiamplificación de hasta un máximo de 3 vías. La unidad que probamos montaba además otros tres juegos (opcionales) de conexiones balanceadas. La amplificación en activo de sistemas de cuatro vías sería posible mediante la adición de una segunda unidad de HDP-Express.

Respecto a los detalles de hardware, sólo diremos que en su interior los DEQX  alojan dos DSPs SHARC con una potencia de cálculo de  240-MFlops de 32 bit y coma flotante. Los conversores analógico-digital y viceversa, sobre los que el fabricante no da detalles, trabajan a 24 bits y 96 kHz. La amplificación de la señal analógica está confiada a operacionales con una capacidad de  300V/uSeg.  Con una fuente de alimentación conmutada, el control de volumen  es digital,  pero lo realiza el DSP con una resolución de 32 bits, lo que implica una menor degradación de la señal.

¿Y como se usa?

Antes que nada he de aclarar que el DEQX HDP-Express es un producto que, una vez instalado y configurado, es muy simple de utilizar. El usuario final manejando el mando a distancia puede silenciar la unidad, dejarla en standby, subir o bajar el volumen, seleccionar entre las distintas entradas analógicas o digitales, así como ajustar tres bandas (graves, medios y agudos) a modo de ecualizador gráfico y memorizar dichos ajustes en una de las 100 memorias disponibles.  Por último el usuario puede seleccionar entre cada uno de los 4 perfiles de configuración de los filtros de corrección de altavoces/sala que pueden memorizarse en la unidad.

Ahora bien, el punto fuerte de los DEQX es la configuración de estos perfiles, y es aquí cuando la cosa se complica. Para hacernos una idea el manual del usuario tiene unas 40 páginas, mientras que manual denominado del  instalador consta de cerca de 200. ¿Quién es el instalador? Pues es la persona que, ordenador en mano, manejará el software de corrección propio de DEQX, diseñado para  realizar las mediciones acústicas y, a partir de estas,  calcular los filtros de corrección.  Muchos se preguntarán si hay que ser un ingeniero de la NASA, o algo similar, para manejar estos programas, y la verdad es que no. Aunque el procedimiento es un poco tedioso, cualquier usuario que esté familiarizado con las mediciones acústicas  y el manejo de filtros activos podrá hacerlo sin demasiados problemas. Y, si no estamos seguros, aprovechando que internet no conoce fronteras,  podemos contratar el DEQXpert, que es un servicio online para configurar nuestro aparato de forma remota. En mi caso, después de empaparme el manual, creo que conseguí manejar de forma bastante satisfactoria la unidad de prueba, pero me hubiese gustado saber que podría haber hecho con ella uno de los expertos de la marca habituados a su uso.

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