Sonido
Se hace un poco cuesta arriba iniciar una revisión, cuando no encuentro ningún aspecto del sonido que las Diapason Ástera nos ofrecen, que destaque de manera relevante sobre los demás. Dicho de manera más clara y rotunda, lo hacen todo tan bien que no sé por donde empezar. ¡Aunque pensadolo mejor, esa frase resume mi experiencia con estas cajas tan bien que podría acabar aquí mi revisión…!
Bromas aparte, grande, muy grande es su sonido, si tenemos en cuenta que teniendo un tamaño claramente inferior al de mis Eggleston Works, la escena sonora puede ser comparable e incluso algo más generosa en altura a la que ofrecen mis cajas. Esta es mi impresión inicial al escuchar estos poderosos monitores, que consiguieron disipar de un plumazo la duda inicial que rondaba mi cabeza, acerca de su rendimiento y desempeño en mi sala, al ser ésta de unas dimensiones superiores a las ideales para casi cualquier caja acústica de tamaño monitor – 60 metros cuadrados -.
La posible desventaja que las Diapason Ástera pudieran tener a la hora de dominar una sala grande, se convierte en una ventaja si tenemos en cuenta los nulos problemas de control de frecuencias graves con los que me encontré. Es un placer no tener que mover las cajas por la sala de manera repetida, intentando encontrar una ubicación menos problemática con dichas frecuencias, y que me dejen escuchar la música a mi gusto, como me ha ocurrido en otras ocasiones. Fue colocarlas prácticamente en el mismo sitio que ocupan mis cajas, para que todo fuera como la seda, y tan sólo me preocupé de orientarlas ligeramente hacia el punto de escucha para que quedasen perfectamente posicionadas – ya no se movieron de allí -.
Ya que he hablado de las frecuencias graves y de sus inexistentes problemas en mi sala, no sería justo que me quedase ahí. Las Diapason Ástera entregan unos graves fantásticos, articulados y llenos de matices, pero a su vez rápidos, como son el resto de frecuencias de estas cajas. Esto permite atrevernos a poner aquellos discos que siempre tenemos algo olvidados e incluso completamente prohibidos – acumulando polvo en nuestras estanterías -, y que no ponemos por su excesiva carga de frecuencias graves. Las Ástera entregan un bajo poderoso hasta donde llegan, que me atrevo a decir suficiente para la mayoría de aficionados, aunque evidentemente no son unas cajas full range y bajan algo menos que mis Andra III.