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Es frecuente entre numerosos aficionados a la alta fidelidad, dar como ciertas algunas premisas que ya se han convertido en tópicos falsos y que impiden a muchas personas disfrutar plenamente de la calidad de sonido que atesoran su sala y el resto de su sistema. Una de estas mentirijillas, se refiere a la necesidad de, para alcanzar un sonido plenamente satisfactorio, agenciarse unas cajas acústicas de suelo y descartar esos insuficientes monitores que mutilan frecuencias y restan credibilidad a la escucha musical. ¿Cuántas veces hemos estado en salas de amigos y conocidos, y nos hemos encontrado cajas de imponente y majestuoso aspecto, en salas claramente de insuficientes dimensiones? Recuerdo como claro ejemplo – entre tantos que podría enumerar -, el día que tuve la ¿fortuna? de escuchar unas Tannoy Wesminster Royal en una sala de escasos 20 metros, casi sin espacio para separarlas convenientemente. Sobre el resultado sonoro, mejor pasar de puntillas sobre él.

Esta reflexión tampoco quiero que se entienda como una crítica a las cajas acústicas full range, pues yo mismo dispongo de unas en mi sala y en ubicaciones favorables son inmejorables, sino como un intento de que se tenga en cuenta de manera general, que debido a problemas de limitado espacio o acústicos, unos buenos monitores deben considerarse como la opción ideal y la que más fácilmente nos ayudará a alcanzar nuestro cielo audiófilo con las manos. Precisamente, las cajas acústicas que más me han agradado últimamente son monitores de mayor o menor tamaño, curiosamente ambos japoneses, como las Kiso HB-1 o las TAD CR-1, y a cualquiera de las dos les haría un hueco en mi sala sin dudarlo.

Las favorables sensaciones que estos monitores – junto con algunos otros – me han reportado, hicieron que me pusiera en contacto con Blas Oliva, responsable de la empresa distribuidora Broker Audio, con la intención de efectuar una revisión de los monitores más altos de gama de la firma italiana Diapason, el modelo Ástera. De esta manera tenía la posibilidad de evaluar el sonido de estas cajas acústicas de estética deslumbrante y de paso ver el comportamiento global de unos monitores de considerable tamaño en mi sala. Curiosamente los problemas expuestos en la reflexión inicial, se presentan a priori como posible handicap para esta revisión, pero de manera opuesta a la relatada, pues nos encontramos con una sala de tamaño superior – 60 metros cuadrados -, al teóricamente ideal para el mejor desempeño de su cometido por parte de las Diapason Ástera. ¿Serán capaces estas bellezas italianas de solventar la papeleta satisfactoriamente?

Diseño

Para efectuar la revisión de la mejor manera posible, recibí las Dispason Ástera junto con sus dos soportes a juego, en total cuatro grandes cajas de cartón, con su contenido muy bien embalado. Los monitores vienen envueltos en una suave funda de tela y protegidos de la caja externa, por un original sistema de cartón y plástico. Éste no los mantiene formando un bloque compacto con la caja, sino aislados de ella y dentro de un estado de suspensión que los aísla y protege de vibraciones originadas por el transporte. Éste sistema sólo lo había visto empleado antes por la compañía PS Audio en su DAC y transporte Perfectwave.

Los Diapason Ástera son unas cajas acústicas de tamaño considerable, destacando sus 442mm. de profundidad, aunque sus 380mm. de altura y 260mm. de anchura tampoco son poca cosa. Junto con los stands forman un conjunto de dimensiones 1146 x 260 x 442. Su peso tampoco es bajo, 13 kgs. para los monitores y 26 kgs. para cada soporte.

Su belleza nos cautiva al primer golpe de vista, pero si nos fijamos con un poco de atención, descubrimos que son una realización francamente especial, exquisitamente diseñada, construida y rematada. Su acabado en madera natural de nogal denota una calidad en el trabajo de la misma sobresaliente, con un grosor considerable en las piezas de madera utilizadas, que deja apreciar su elevada rigidez y la ausencia de vibraciones que posteriormente demuestra en las sesiones de escucha. Es un verdadero placer deslizar delicadamente los dedos a través de su poliédrica figura, apreciando la suavidad de su acabado y la perfección de corte de los innumerables ángulos que conforman su silueta. Sin duda son toda una obra de arte observándolas desde la perspectiva del puro trabajo de ebanistería que conllevan. Pero lo más relevante, es que este trabajo no es puramente cosmético, sino que tiene una función e importancia significativas. Este diseño de múltiples caras, a semejanza del tallado de un diamante, está destinado a conseguir una óptima dispersión acústica, permitiendo una emisión circular de las ondas sonoras en torno al difusor, acercándose a la teóricamente ideal radiación puntual de una fuente. Según el fabricante esto se traduce en la desaparición de las cajas de la escena musical durante la escucha, proporcionando una sensación de gran detalle y realismo.

En cuanto a los elementos empleados en su construcción, las Diapason Ástera son unos monitores de 2 vías, en los que el tweeter se encomienda a una unidad de 29mm. soft-dome con Hexadym magnet, doble damping y ventilación. El woofer corresponde a un cono Nextel de papel tratado de 7″ con un chasis de metal inyectado. En la parte trasera disponen de dos parejas de conectores WBT de entrada de elevada calidad que admiten tanto horquillas como bananas y un puerto bass reflex de considerable tamaño. En la base de los monitores cuenta con tres piezas circulares de acero cóncavas por el centro, situadas con la intención de acoplarse a las puntas de cabeza redonda que presentan la parte superior de los soportes. Por tanto, aunque las Diapason Ástera pueden emplearse con cualquier soporte que dispongamos, han sido diseñadas de manera especial para conjuntarse con sus stands compañeros.

Los stands que acompañan a las Diapason Ástera, son unos soportes de conjugan un diseño rotundo -con un peso muy elevado – y una estética que como no podía ser de otra manera, es muy semejante a los monitores. Están formados por cuatro pilares metálicos, acompañados por paneles de la misma madera empleada en la construcción de las cajas, que los unen y aumentan la rigidez de su estructura. La base de dichos stands está formada por una doble plataforma del mismo metal y cuenta con cuatro puntas de desacoplo ajustables en altura para una perfecta nivelación en suelos irregulares. La parte superior dispone de las tres puntas redondeadas, que encajan en el monitor, ya comentadas anteriormente.

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