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Presentación en sociedad de la prestigiosa firma británica

Portfolio de producto combinando tradición y modernidad a partes iguales

El pasado viernes 2 de junio tuve la oportunidad de asistir al evento de presentación de la firma británica, que en un tiempo relativamente breve se ha hecho con un merecido prestigio, debido a lo estricto de sus principios fundacionales y lo obsesivo de su búsqueda de la calidad, reflejado en una ejecución sin compromiso de las gamas que tienen en el mercado. Éstas son muy completa y va desde reproductores digitales integrados hasta cajas acústicas todo banda, con una decidida apuesta por las válvulas y el alto rendimiento como los dos pilares sobre los que se sustenta la filosofía de la marca.

Para la presentación de la firma contamos en Werner con David Shaw, CEO y fundador de la empresa, y Adrian Feary, director comercial de la misma, que nos acercaron la historia, filosofía y funcionamiento de Icon Audio. En primer lugar, intervino el señor Shaw, en una conferencia con la que nos pudimos hacer una idea bastante exacta de lo que es y lo que pretende la marca, y posteriormente procedimos a la audición de los tres sistemas configurados conjuntamente por ellos y el equipo de Werner Música.

Hay que decir en primer lugar que en el mercado de la alta fidelidad en la actualidad, la cantidad de firmas que producen componentes como los mencionados es inabarcable y va a más, con lo que, hay que ofrecer elementos diferenciadores muy importantes para conseguir una trayectoria empresarial de éxito. Además, y por supuesto, estos argumentos deben llevarse a la concreción teniendo en cuenta los argumentos del aficionado como comprador hoy en día, especialmente uno que hoy es totalmente decisivo en la toma de decisiones, la relación precio-calidad. Los componentes de Icon Audio me han parecido especialmente destacables por esta cualidad, exhibiendo un diseño, una calidad de ejecución y unas prestaciones sonoras excepcionales por el precio al que se proponen, lo que resulta aún más meritorio si se tiene en cuenta la filosofía de principios irrenunciables de la marca.

Otro principio que David Shaw ha hecho suyo desde sus inicios, es la durabilidad de los componentes, de forma que estos deben estar construidos de forma que sean fiables y que su reparación o mantenimiento sea posible aunque pase mucho tiempo desde su fabricación. Esto pasa por una necesaria simplificación de la topología circuital, llamándome la atención este hecho, que parece ir en dirección contraria de la tendencia actual a buscar soluciones cada vez más complejas, que si bien proporcionan resultados cada vez más satisfactorios, a la larga provocan que las reparaciones y el mantenimiento sean cada vez más caros, complejos y dilatados temporalmente.

Dando una mirada al interior de los componentes, se observa cómo estos están realizados sin el empleo de circuitos integrados, con soldaduras de calidad exquisita – en realización como en materiales – y con estudiados recorridos de señal para la minimización de ruido RF. Por lo que respecta a los acabados, aunque extremadamente sobrios, siguiendo al pie de la letra el principio de que la forma sigue a la función, son de una extraordinaria calidad, llamando la atención las perfectas terminaciones.

Un dato proporcionado por el señor Shaw que me asombró fue el elevado porcentaje de rechazo de los componentes testeados individualmente: 80% en el caso de las válvulas empleadas, lo que demuestra el compromiso de Icon Audio con la calidad. Incluso sorprendente resulta su teoría de que los circuitos impresos pueden incluir humedad, dependiendo de las condiciones ambientales en las que se fabriquen, lo que podría resultar en funcionamientos anómalos y por ello y por su dificultad de reparación han resuelto no emplearlos.

Tras la introducción a la firma realizada por su dirección, llegó el momento de comprobar si todos los principios que nos habían explicado a nivel teórico se llevaban a la práctica con éxito. Para ello, tuvimos la oportunidad de escuchar tres sistemas, cuya composición y características iré detallando a medida que aborde su análisis y crítica. El primer sistema que pudimos escuchar en la mítica sala del muro de piedra, tuvo la siguiente composición:

  • Giradiscos Acoustic Solid Solid 111 con plataforma de desacoplo especial
  • Cápsula audio Technica AT F7
  • Previo de phono Icon Audio PS1
  • Reproductor digital Opera Consonance Reference
  • Amplificador integrado Icon audio Stereo 845
  • Cajas acústicas Graham LS6
  • Soportes de cajas Graham
  • Cableado Siltech y JPS Labs

En primer lugar constatar que este equipo, de nivel medio-alto, con obvio protagonismo para la electrónica de Icon Audio, intencionadamente ha buscado sinergia con las muy británicas tonalmente hablando, Graham LS6. Imposible juzgar la escena sonora, debido al poco espacio de que disponíamos, pero resaltar especialmente la exquisita tímbrica que pudimos disfrutar, a pesar del relativamente básico nivel de la cápsula en el caso del giradiscos. Por mi experiencia con las Audio Technica, el conjunto de previo de fono e integrado, fue capaz de reproducir de los discos de vinilo que escuchamos, el nivel de detalle que estas cápsulas ofrecen habitualmente. Muy reconocible la más que clásica 845, como digo, deliciosamente rico y corpóreo medio, y grave también más que correcto. Equilibrio general entre calidez y transparencia fueron lo más resaltable de un sistema que, como fue configurado, ofrece mucho para lo que cuesta.

Después, en la misma sala pero en el otro extremo –curioso como girando simplemente las sillas cambiamos “ de sala “ y de sistema– pudimos escuchar la segunda de las configuraciones preparadas para la ocasión. La composición de este segundo sistema fue la siguiente:

  • PC convencional como fuente
  • DAC dCS Rossini + reloj externo dCS
  • Amplificador integrado Icon Audio Stereo 30 SE
  • Cajas acústicas Extreme Audio Monitor T10
  • Soportes de cajas Extreme Audio
  • Cableado Siltech y Hovland

Examinando el sistema constatamos que claramente es diferente del primero que pudimos escuchar. En este caso se opta por una fuente sin compromiso, fuera de parámetros –las electrónicas dCS no necesitan presentación alguna– y por lo tanto se somete a la amplificación escuchada a una dura prueba.

Las refinadísimas cajas italianas Sigma –o Extreme Audio ahora–, no serán un cuello de botella en este sistema, lo que pone el foco en la amplificación Icon audio, incorporando en este caso la para mí desconocida válvula KT150, desarrollada especialmente para el uso por parte de la firma. Pues bien, aprueba con nota más que elevada. Me sorprendió la resolución y transparencia que aquella fue capaz de mantener, teniendo en cuenta la exigencia que de entrada planteaba el nivel de la fuente. Resaltar que a pesar de ello, en ningún momento, el mayor carácter analítico de este segundo sistema resulta para nada fatigante, escuchándose con suma facilidad y dando una restitución rica, detallada y extremadamente transparente.

El medio sumamente revelador –alguna cuerda resultó excesivamente seca para mi gusto–, y el grave contundente para el tamaño de caja, aunque todo limitado por la sala y por los volúmenes contenidos para no encontrarnos con distorsión indeseable. Esta experiencia corrobora que, a mi juicio, el nivel de la fuente determina al final el de la restitución de la señal globalmente considerada, puesto que como bien sabemos aquella se deteriora tras su paso por cada uno de los componentes que constituyen el sistema, por lo que este segundo, tenía todos los números a priori para resultar el más beneficiado por la categoría de su fuente, como así resultó al final. Un sistema de nivel alto considerablemente más costoso que el primero, pero, dada su composición, su relación precio-calidad me sigue pareciendo más que favorable.

Para la escucha del tercero de los equipos nos desplazamos a la sala contigua, de tamaño todavía más pequeño y con el inconveniente de que las cajas acústicas eran unas completas desconocidas para mí, aunque como veremos, acabaron siendo las protagonistas. Veamos la composición de este tercer sistema:

  • Reproductor digital CD Icon Audio X2
  • Amplificador integrado Icon audio Stereo 60 mkII
  • Cajas acústicas Pylon Audio Emerald
  • Cableado Siltech

En este sitema destaca en primer lugar el hecho de estar confiado integralmente con electrónicas de la firma analizada, con la válvula KT150, ya presente en el segundo sistema, desarrollada especialmente para amplificaciones Icon Audio, como ya se mencionó. En funcionamiento, este sistema me gustó especialmente por la autoridad y resolución con las que reprodujo la música.

Un grave más que sorprendente –parece mentira que de una columna de tamaño tan contenido pueda surgir esa cantidad y calidad de bajos–. La KT150 me resulto muy familiar a sus ilustres emparentadas KT88 y KT90 que sí que había escuchado con anterioridad. Un nivel de distorsión bajísimo –incluso en las ocasiones que a petición de los concurrentes se subió el volumen–, y un más que destacable equilibrio general del conjunto. Tímbrica en este caso muy característica de la familia de válvulas considerada –que será o no del agrado del que la escuche, pero que cuya autoridad y contundencia no se le puede negar–. Un sistema que resultó algo penalizado por la sala, pero que salvando este condicionante –que conocíamos desde el inicio de la audición– me resultó, probablemente, el mejor en cuanto a la tantas veces aludida relación precio-calidad. Una sorpresa para mí las magníficas cajas Pylon Audio y una constatación de lo adaptables que las electrónicas Icon Audio son, por lo que puede ver en la demostración, a casi cualquier sistema configurado desde el realismo.

Después de la escucha crítica de los tres sistemas presentados, y a modo de conclusión, me gustaría dejar de manifiesto que, en el mercado de la alta fidelidad de excepción considerado hoy en día, son una multitud las firmas que aspiran a tener un protagonismo en aquél. Icon audio, con su planteamiento, me ha gustado especialmente. Apuesta decididamente por unos principios fundacionales – fundacional, en este caso, como sinónimo de fundación; de apoyo, de sostenimiento – que son autenticidad a cualquier precio, fidelidad a una filosofía de producto que desciende directamente de la original en los albores de la alta fidelidad y simplicidad necesaria para la contención de costes y por lo tanto de precios. Unos componentes de calidad sin compromisos, simples y por tanto fáciles en su mantenimiento temporal y abordables, a pesar de su apuesta por la diferencia de concepto y realización. En mo opinión, Icon audio se posiciona en un segmento de mercado superior al que en principio podríamos atribuirle sin perder nada de su carácter “ popular “. Después de la audición de los tres sistemas escuchados, mi recomendación de Icon Audio a cualquiera que se plantee un sistema basado en electrónicas de válvulas es absoluta. Merecen, frase que he utilizado en muchas ocasiones, una audición detenida.

No quisiera finalizar sin agradecer a la representación de Icon Audio, con su CEO, David Shaw, y su director comercial, Adrian Feary, por su cordialidad y empatía para conmigo –el señor Shaw se mostró más que comprensivo con mi nivel de inglés– y al equipo habitual de Werner, con Xavier Casellas como director del evento, con la profesionalidad , paciencia y agrado habituales que recibo de su parte. Muchas gracias a todos.

Distribuye Werner

 

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