Audiciones de alta fidelidad de excepción en Barcelona
Ars Antiqua Audio exhibe la caja acústica más alta de gama de la polaca hORNS by auto Tech, acompañada de las electrónicas de excepción de la japonesa KONDO
Los pasados días 25 a 27 de noviembre la empresa importadora Ars Antiqua Audio, que ha conformado un portfolio de productos de auténtica excepción para formar sistemas de muy alto nivel, demostró un sistema de extraordinario atractivo para los amantes de la alta fidelidad. Filosofía y producto de la empresa forman un binomio que llevará de forma incontestable al éxito.
La composición del sistema que escuchamos en la sala principal era:
- Lectura digital, transporte y DAC estéreo Aqua La Diva/La Scala
- Lectura analógica, plato AMG Viella, brazo V12 turbo y cápsula de bobina móvil Kondo IO-M
- Previo de phono Kondo GE-1
- Transformador Kondo CFz
- Previo de línea Kondo G-70
- Etapa de potencia estereofónica Kondo Ongaku
- Cajas acústicas de bocina hORNS by Auto Tech Universum
- Cableado de señal, cajas acústicas y red Kondo
- Plataforma de desacoplo de la fuente analógica Ariamateria
Me dispuse a escuchar este conjunto, que a priori apuntaba a un nivel de restitución extraordinario, por la calidad intrínseca de sus componentes, sin ideas preconcebidas y dispuesto a referir aquello que yo realmente escuchase. De entrada hay que decir que la sala penalizaba fuertemente al sistema, pequeña – este sistema demanda superficies de al menos 40 a 50 m2 a mi entender–, sin tratar y con unas formas tan regulares que era inevitable se presentasen reflexiones de todo tipo.
Comenzamos la escucha con una selección de diversos cortes de clásica y jazz. En primer lugar debo decir que las hORNS Universum plantearon una escena, para las limitaciones de la sala, mucho más que satisfactoria. Bien definida, aunque algo retrasada, por los condicionantes expuestos, con instrumentos bien separados y planos perfectamente definidos. Esto, teniendo lugar en un espacio que no ofrecía los mínimos para una escucha razonable, es un resultado excelente para nuestra analizada.
A continuación dediqué un tiempo considerable a su tímbrica –seguramente más del que hubiera debido–, en detrimento de otras características de la caja: tiene que ver con que en mi modestísima opinión considero que es la característica más importante de un altavoz. La impresión es de asombro total. Los agudos son muy musicales, transparentes y nada intrusivos o penetrantes, bien situados y carentes de ese carácter que provoca fatiga en muy poco tiempo. Las frecuencias bajas mucho más que correctas, aunque a niveles de exigencia importantes en cuanto a volumen, empezaron a mostrar algún signo de incomodidad. Para un grave también de bocina, frente a los electrodinámicos habituales en este tipo de cajas, se desempeñaron sin problemas, sorprendiéndome por otra parte la –para mí– inesperada rapidez que mostraron en algunos pasajes de clásica complejos con intervención de numerosos instrumentos.
Me he reservado para el final las frecuencias medias. El rango medio que he escuchado en estas cajas acústicas es el más natural que haya tenido la oportunidad de oír nunca en una caja de bocina e incluso, probablemente, uno de los mejores sino el mejor que haya escuchado nunca en una caja acústica de cualquier tipo. Asombrosamente natural, sin aristas ni grano y manteniendo una maravillosa coherencia tonal global del conjunto, las voces y los instrumentos suenan exactamente a eso, a lo que son, “ voces e instrumentos “. A título de ejemplo, citaré un par de grabaciones que me impresionaron especialmente.
En la grabación de los Conciertos para violonchelo y orquesta, de Edgar Elgar, du Pre/Barbirolli, el instrumento mencionado lo he escuchado como nunca antes, con una cantidad de detalles y matices que revela esta caja, o mejor dicho, el conjunto del sistema, desconocidos por mí antes. Se aprecia particularmente el sonido de la cuerda y la madera, tan armoniosamente integrados que recuerda directamente al directo del instrumento. En conclusión, un vilonchelo insuperable.
En la grabación del Alexander Nevsky, de Prokofiev, Reiner, me ha impresionado la autoridad con la que se resuelve la grabación. En pasajes de elevada demanda, aun reconociendo que cuando mejor se comporta el conjunto es a volúmenes medios, al aumentar la presión el sistema tarda mucho, pero mucho, en perder la compostura, como mínimo en una sala poco idónea.
Ante mí fueron desfilando muchas otras grabaciones, también en el sorprendentemente analógico sistema de lectura digital, del que en más de una vez tuve dificultades en saber si estaba sonando en lugar del giradiscos. Probablemente, es lo mejor que se puede decir de un reproductor digital: increíble musicalidad, que me sirvió para añadir una característica más al sistema, su total ausencia de fatiga auditiva. Disfruté de unas tres horas de escucha dedicada –creo que hubiera podido permanecer muchas más y no haberme dado cuenta de ello–, lo cual creo que, honestamente, es lo máximo a lo que debe aspirar cualquier sistema de sonido.
Me gustaría referirme al conjunto en sí, como observación final. Cualquier sistema animado con una electrónica de Kondo, supondríamos que ha de sonar en un nivel de absoluta referencia. Kondo ha probado encontrarse en la cumbre y ser un modelo a seguir, por lo que, en este sistema, la componente limitante al inicio deberían ser las cajas acústicas. El sistema resuelve de forma sobresaliente todas las pruebas a las que fue sometido, por lo que no puedo más que concluir que éstas son también una referencia en sí mismas y desde luego, para el que ha hecho la crónica de esta audición, pasan a ser su referencia en bocinas. Unas cajas que, de disponer del presupuesto necesario para invertir en ellas –el precio no es asequible en valor absoluto, pero me parece mucho más que sorprendente cuando las pones en valor relativo frente a rivales naturales–, son una opción prioritaria en bocinas, para aquellos que gusten de esta estética sonora.
Como conclusión, decir que el fabuloso sistema que Ars Antiqua Audio nos presentó en el hotel Catalonia Plaza de Barcelona, aunque al alcance de probablemente un número muy reducido de audiófilos, es una opción difícil de superar para quien realmente guste de la música como tal, sin artificios, desprovista de todo, salvo de sus propias esencias.
Mi agradecimiento al equipo de Ars Antiqua Audio por el esfuerzo en acercarnos este extraordinario sistema a la comunidad audiófila y melómana de la Ciudad Condal y espero tener la oportunidad de volver a escucharlo en un futuro.