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Para aprender cómo cargar música HR en su disco duro, consulté su sencillo manual, y resulté agradablemente sorprendido, pues no pudo ser más simple la operación: a través de mi portátil busqué el dispositivo Innuos que contiene una carpeta denominada Load, y sólo tuve que arrastrar los ficheros escogidos a su interior y seleccionar copiar en el control de su web myinnuos. Dependiendo de su tamaño en unos minutos los tendremos en nuestra biblioteca musical. Desde este sitio web también tenemos absoluto control para editar cualquier contenido que hayamos introducido: podemos cargar una imagen como portada, introducir nombre del álbum, autor, etc. Todo de la manera más sencilla.

Bueno, ya hemos visto como introducir, y gestionar nuestra biblioteca musical, ahora solo falta saber cómo manejarla para reproducir desde ella. Para ello, Innuos no ha dedicado un gran esfuerzo en desarrollar desde cero una aplicación, pues es consciente de que hay muchas y muy buenas disponibles en el mercado ¿por qué no utilizar una de ellas? La elegida fue iPeng 9, en principio app de control de los dispositivos Squeezbox. Como nota negativa señalar que no es una aplicación gratuita, y para reproducir música desde el Innuos Zenith MKII necesitaremos pasar por caja para descargarla –aunque su precio de 8,99$ no creo que sea ningún factor que frustre una posible compra–. El funcionamiento de la misma es de primer nivel, respondiendo el servidor de manera inmediata a cualquier instrucción suya –sin duda el disco duro SSD tiene gran parte de la culpa– y lo más importante, resultando muy intuitiva y cómoda de usar para cualquier usuario.

Sonido

Ya adelanto que el Zenith MKII me ha enamorado desde el primer minuto de escucha. Como siempre suelo hacer, empiezo reproduciendo música en calidad CD para compararlo contra mi transporte MBL. Facilísima tarea, pues la posibilidad de copiar los discos en 4 o 5 minutos –descarga de portada incluida–, hace muy fácil la operación. Teniendo ya la misma música en el disco duro SSD del Zenith y en el transporte físicamente, me dispuse a escuchar con tranquilidad un rato cada uno para que mis conclusiones fueran lo más fiables posibles.

 

Primer pensamiento que asalta mi cabeza: basándome en anteriores experiencias, existe una diferencia sustancial entre reproducir desde un disco duro convencional o desde un disco sólido SSD. En estos momentos recomiendo la adquisición de un servidor con esta disposición, y como ya un número considerable de los mismos ofrecen esta posibilidad como opción, debemos plantearnos invertir algo más en ello sin ninguna duda. He probado con anterioridad varios servidores musicales que cuentan con disco duro convencional, y a su vez con una memoria caché sólida desde la que reproducen los ficheros solicitados. En mi entender es una buena solución, aunque la configuración del Innuos Zenith MKII con ambas memorias tipo SSD –disco duro y memoria caché–, mejora las prestaciones aún más.

Volviendo a la comparativa con mi transporte MBL 1621A, varios factores me hicieron dudar inicialmente de las prestaciones del Zenith. Al principio una sensación de mayor credibilidad proveniente del transporte me defraudó un poco, y pensé que volvía a ocurrir lo que he experimentado tantas veces: que el transporte sonaba mucho mejor que el servidor en calidad CD. El Innuos mostraba un menor peso en las frecuencias graves y algo menos de grosor en cada músico o voz que sonaba. A favor del Zenith resaltar que también aprecié un poco más de apertura en la escena y quizás algo más de detalle. Globalmente prefería a mi transporte, pues cuando me siento en una escucha busco disfrutar y sumergirme en la música más que analizar sonidos. Pero como la experiencia tras muchos años de escuchar aparatos es un grado, con rapidez intuí que parte de esa culpa la tenía la total estabilidad que imprime en la música un chasis de 30 kilos con suspensión incluida, como el que ostenta el transporte MBL. A pesar de la buena construcción del Zenith MKII, francamente en este aspecto juegan en ligas diferentes, y me dispuse a “ayudar” un poco a nuestro protagonista con un par de dampers modelo Improved de Artesanía Audio colocados sobre su cubierta superior. De inmediato advertí que el sonido había mejorado mucho y había conseguido un compendio de las virtudes de los dos dispositivos, con un realismo adictivo y un nivel de detalle y apertura todavía superior al que presentaba la reproducción desde soporte físico. ¿Es la mejor experiencia reproduciendo desde un servidor en calidad cd de las que he tenido hasta ahora? Mi respuesta es un SÍ rotundo, sin medias tintas, hasta el punto de ser la primera vez que creo que un servidor de música se equipara a mi querido transporte MBL.

Como recibí completamente vacío de contenidos el Zenith MKII y tenía ganas de comprobar su funcionamiento manejando archivos de alta resolución, desde mi portátil pasé al servidor el fantástico disco La Spagna en calidad 24bit 96kHz. La experiencia fue más gratificante aún, pues la mayor información que contiene un fichero de este tipo con respecto a su versión en CD se nota, proporcionando más agrado en la escucha. No es lo más importante buscar lo que confiere de más en aspectos determinados, sino entender que la alta resolución nos acerca a la realidad de una actuación, mostrándonos más de todo, y lo que es más importante con mayor confort.

A esta grabación HD siguieron otras tantas, como La Misa Criolla de Carreras o los conciertos de violín de Mozart del sello 2L, y en todos ellos el sonido fue magnífico sin importar si el archivo era 24/96, 24/192, DSD, FLAC, WAV o cualquier otro. Si nuestro DAC nos permite disfrutar de estos formatos, el Innuos estará preparado para reproducirlos de manera impecable, sin ningún ruido ni latencia. Desgraciadamente mi DAC Nagra HD no es compatible con el nuevo formato MQA que tanto está dando que hablar últimamente y aunque el Zenith MKII sí lo es, no pude comprobar sus prestaciones.

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