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PROVERBIO Nº 3.- “Si quieres conocer la personalidad de un hombre, mira a sus amigos”

La exquisitez del Leben CS-600 procede del Sr. Hyodo, fundador de Leben en 1991. Un ingeniero altamente experimentado que trabajó para Luxman, y que también hizo sus pinitos como guitarrista profesional. Hay alguna web que le menciona como uno de los ocho mejores ingenieros de Japón, que no sería una cosa insignificante desde luego. Además es coleccionista de válvulas como 3CSS, 12AT7, E288CC, 6L6GC (5881), todas ellas serían a la postre utilizadas en los amplificadores Leben con sus mejores capacidades aprovechadas por la tecnología de la reputada marca.

Siempre he pensado que los músicos no necesitaban de la alta fidelidad para nada, de hecho ninguno de los que conozco –y conozco a bastantes– le presta la menor atención. La HIFI en cambio no se concibe sin la música, así que no es casualidad que este ingeniero y a la vez músico tuviera entre sus facetas más relevantes el intentar trasladar a la imagen sonora sus propias percepciones de la música en directo a la que tanto estaba acostumbrado. No obstante, Minu ga hana, como reza otro proverbio japonés: no ver es una flor. La realidad no puede competir con la imaginación. A veces nos olvidamos de que esta afición tiene su propia muerte en el deseo de competir con la realidad. Aunque no es menos cierto que al final lo imaginado siempre supera a lo real, y el equipo de música está para hacernos soñar delante de él.

PROVERBIO Nº 4 «La nieve no rompe las ramas del sauce»

El Leben CS-600 es transparente de una manera que está completamente en consonancia con la música en vivo, con muchos detalles naturales en un escenario amplio y profundo. Nunca es brillante o nervioso, más bien todo lo contrario en realidad. Nunca me sentí abofeteado o agredido por la música al escucharla, pero siempre la acaricié, sedujo y me atrajo hacia la interpretación.

Hemos evaluado el CS-600 con unos monitores tremendamente musicales, los Diapason Adamantes MKIII, y el resultado ha sido muy satisfactorio. Me atrevo a decir que esta electrónica es tan transparente, abierta y al mismo tiempo tan tendente a suavizar al contorno de la música, provocando que esta nunca se desdibuje, que casi cualquier caja que entre dentro del parámetro “movible” por sus 30 poderosos watios, y que además no sea excesivamente analítica o sobredimensionada en su parte alta, indudablemente pensamos que va a casar perfectamente con el Leben.

Este modelo conviene recordar viene de la mano de su homónimo, el modelo CS300XS que goza de un halo mítico a partir de la mágia de sus 15 watios, aptos principalmente para mover cajas de alta eficiencia, y que dio pie a que muchos aficionados tuvieran la necesidad de reclamar, digamos un 300 con más potencia.

 

Hay que mencionar en otra de las innumerables funcionalidades, además de la salida de auriculares –que por cierto también ha hecho famosos a los Leben por su calidad en este apartado– al selector de impedancia que, ubicado en su parte trasera, permite posicionar el trabajo del amplificador en combinación con amplia gama de altavoces con las siguientes impedancias de salida: 4/6/8/16 ohmios. Todo un acierto. Una vez más aplaudimos a cualquier fabricante que tenga en cuenta de esta forma las necesidades del cliente. Es el CS-600 es sin duda un aparato que realizado sobre una sólida estructura musical, ha sido pensado para durar años y años en casa, para ser adaptado sin problemas a muchas cajas y para ser configurado de muchas formas y maneras diferentes, y todo ello sin perder la esencia de su filosofía.

PROVERBIO Nº 5.- “El mar es grande porque no desprecia los riachuelos”

Una de mis piezas favoritas de Debussy, las Sirenas cantan desde el fondo del mar en el último de los tres nocturnos de Debussy. Un mar inmenso lleno de plenitud. Al mismo tiempo cualquier detalle es puesto de manifiesto de forma sutil pero con la presencia necesaria para no enturbiar el discurso constante y mágico del mar. Música con misterio, de una extraordinaria sensualidad, requiere un director que comprenda los mil matices, juegos y reflejos que su autor va sacando a la luz continuamente. El CS-600 es único para expresar con las voces. Esto lo hace muy bien con la sutileza necesaria y la tímbrica tan natural propia de las válvulas –sonido eufónico lo llaman algunos–, pero al mismo tiempo el poder en la escena sonora se mantiene indemne, es el mar y su inagotable movimiento; «por encima de las olas suena el misterioso cantar de las sirenas, alegre, perdiéndose en la inmensidad», escribió el compositor de esta obra subyugante. Son sensaciones muy placenteras, la escena sonora es muy holográfica, llena de profundidad.

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