La música fluye con naturalidad. El grave es correcto, lo que aún me asombra más en un aparato de este tamaño, donde normalmente se opta por inflarlo para tratar de esconder, las por otro lado lógicas limitaciones de la falta de espacio. El Marantz se enfrenta a este problema de cara y lo pasa con nota muy alta, proporcionando un grave intenso y rotundo, pero controlado. De hecho el grave puede ser ecualizado, teniendo el aparato tres posiciones. La “Direct” que es la que he utilizado, una segunda que reduce el grave, y una tercera a modo de “Megabass”. Esta última proporciona un grave bastante hinchado, pero divertido y molón, que puede ser muy útil si nos da por reproducir algún tipo de música a lo Hip hop y similares.
El agudo una vez más consigue sorprenderme, nada de grano, gran claridad y suavidad. Es reproducido con una sencillez tal que provoca que en ocasiones tenga que levantarme y dar un paseo, volver a sentarme un ratito más tarde, y escuchar de nuevo para comprobar que realmente no ha sido imaginación mía. La verdad es que nunca he oído tal detalle y precisión en un aparato de este tamaño.
Conclusiones, cuando menos inesperadas
Después de todo esto, es de recibo reconocer que cuando me propusieron analizar el Consolette lo primero que pensé fué “Vaya marrón me han encasquetado. ¿Qué digo yo ahora de este aparato?”. Y la verdad es que ha sido el análisis más fácil de todos los que he hecho hasta ahora.
El Marantz es un aparato que realmente llega y sobrepasa con holgura las expectativas creadas en él. Tiene un sonido que excede en mi opinión a todas sus alternativas en el mercado. Pero lo más importante es que realmente vive su lema hasta sus más extremas consecuencias. Cuando uno se sienta cerca del Consolette se dá cuenta de que se olvida del aparato en cuestión, y que lo que realmente se destaca de la experiencia es la música. No puedo más que dar mi enhorabuena a Marantz por este aparato. Han sabido crear una máquina que reproduce razonablemente bién el evento musical, un aparato con un acabado que no desentonará ni en el ambiente más sofisticado, un ingenio capaz de reproducir medios remotos haciendo la vida sencilla al usuario. Pero lo realmente importante de todo esto es que no se ha perdido la perspectiva con respecto a una afirmación. La música es lo que realmente importa. “Genial”
Marantz Consolette – 849€
Distribuye Sarte Audio Elite. www.sarte-audio.com Tel: 963510798