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Marantz Consolette. Y uno tan campante

La verdad es que escribir sobre aparatos de audio en ocasiones puede parecer tedioso. Y la verdad es que en ocasiones lo es. Mantener la objetividad siempre es más fácil cuando el cacharro en cuestión es muy bueno. Porque escribir sobre aparatos nefastos es posiblemente la experiencia más desagradable que un amante del audio puede tener. No es suficiente tener que aguantar horas y horas de escucha insufrible. ¡No! Encima uno tiene que rememorarlo durante los días que tarda en dar a luz el artículo. Un humilde servidor procura describir de la forma más cercana a su percepción una escucha, en la que si el trasto musical no está a la altura, ha habido una vorágine de emociones encontradas. Se intenta encontrar algo positivo por algún lado, que si el diseño, que si su funcionalidad, que si ese acabado, que si va enfocado a un tipo de público, que a lo mejor uno tiene embotado el oído. ¡Yo que sé! Algo para intentar sacar del absoluto desastre a la piltrafa metálico-plástica que tiene delante. Porque uno entiende que detrás de todos estos aparatos hay un fabricante, hay un importador, hay una tienda, todos con sus respectivas familias que mantener, y bufff, eso pesa. Pero también hay que tener en perspectiva que nos debemos a nuestros lectores, que no son más que aquellos que van a invertir la mayoría de las veces un dinero duramente ganado. Y estas personas también tienen familia.

Bueno, si alguien ha llegado hasta aquí se preguntará. ¿A que viene todo esto? ¿Me estoy preparando el terreno para el Consolette?

Pues no, simplemente nos demandan tantas palabras y había que rellenar espacio…

Pues tampoco, me he levantado filosófico esta mañana y quería soltar el rollo al primero que lea esto…

Nada, nada… No acertáis.

La verdadera razón es, hacer un contrapunto y destacar lo bien que me lo he pasado analizando el Consolette. En serio, parece que donde uno espera tener por delante un escrito complicado, es donde se encuentra el terreno más abonado para, aún siendo objetivo, explayarse a gusto pudiendo describir un aparato y todas sus virtudes sin el menor esfuerzo.

Apartado técnico

Es el Consolette un aparato realmente bien diseñado, pero detrás de todo ese glamour hay unas cifras que no tengo más remedio que exponer.

  • Mide 515 cm de ancho por 214 cm de alto y 262 cm de profundidad, pesa 7,2 kgrs, tiene un amplificador de 2×25 (BMR) y un consumo eléctrico de 35 W.
  • Viene provisto con un puerto exclusivo para Iphone, Ipod e Ipad de 30 pins. Ademas provee Wifi integrada, Ethernet, WPS, Netlink, transmisión de música Airplay, transmisión inalambrica de música desde Android y desde la Red.
  • Tiene Streaming compatible con archivos en los siguientes formatos, MP3, WMA, WAV, FLAC, LPCM
  • Reproduce radio por internet con capacidad para almacenar hasta 6 presintonias.
  • Posee una entrada de audio USB en su parte trasera para pinchar una memoria USB, un equipo Android o una iDevice.
  • Es muy recomendable descargar una App para control remoto del aparato, disponible para iDevice o Android.
  • Entrega un lujoso mando a distancia que permite controlar cómodamente el equipo, si no se puede disponer de otro dispositivo. El acabado del mando a distancia es excepcional.
  • Provee también un reloj con temporizador programable una vez al día o a la semana.
  • Se puede pedir en dos colores, Negro sedoso, o Blanco plata. En particular la unidad evaluada era del primero de los dos. Muy elegante.

 

Escuche algo de Marantz

Como todo buen caballero de noble linaje, el Marantz tiene su lema, “Porque la música importa”. Y en este caso se puede afirmar que nuestro pequeño compañero se ajusta perfectamente al suyo. Menos mal que no era “pasar a sangre y fuego”, a la competencia se entiende. Pero muy bien podría ser esto lo que acabe pasando, si las bondades de este aparato se llegan a conocer.

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