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Transporte de precisión

Varios productos Metronome han pasado por HIFI Live, siempre fuentes digitales de alta gama (su especialidad) y en su mayor parte probados por mi compañero Jose Manuel Delgado (como el último Metronome c-AQWO), un enamorado de la marca. De origen francés, con sede cerca de la muy tecnológica ciudad de Toulouse, Metronome fabrica enteramente sus productos en Francia y se ha concentrado en la gama alta y muy alta. Para esto último, además de algunos productos con su marca, tienen también la firma Kalista, que representa el «no va más», las referencias libres de compromisos y con una estética única también. 

En sus más de treinta años han tenido todo tipo de productos pero están especializados en las fuentes digitales, tanto lectores de discos, convertidores DAC, y recientemente por supuesto reproductores de archivos ya sea en red o en almacenamiento local. Kalista aparte, sus tres gamas son de mayor a menor nivel Classic, Aqwo y Digital Sharing. Precisamente a esta última pertenece el producto que probamos en esta ocasión el Digital Sharing Streamer que conoceremos a partir de ahora por sus siglas DSS y que es uno de sus productos más asequibles (dentro de la exclusividad).

Digital Sharing Streamer

El Metronome DSS es una fuente digital pura. No sólo porque solamente lee archivos digitales, sino porque no dispone de convertidor DAC interno: sus salidas son todas digitales y destinadas por lo tanto a uno de los DAC de la marca (u otro), o a un amplificador que disponga de convertidor interno. Además del Metronome más asequible también es el más compacto: un pequeño cubo de 25 centímetros de lado y 7 de alto, que en su parte frontal solamente cuenta con el LED que avisa que está en marcha. Los aparentes botones alargados del frontal son solamente un elemento decorativo y no hay ninguna pantalla informativa, ambas cosas un defecto del aparato en mi opinión porque nos «obliga» a usar un móvil o tableta. 

Tampoco dispone de mando a distancia, porque de nuevo se basa en el uso a través de la red con dispositivos portátiles. A mí eso me parece muy bien, y lo uso, pero si el fabricante además me ofrece un mando a distancia infrarrojo «normal», le doy mejor puntuación porque hace la vida más fácil al usuario cuando quiere subir el volumen, pasar canción o parar la música un momento. Esas acciones, instantáneas con un mando normal (o controles en el frontal del aparato), no lo son tanto sin estas facilidades.

 

La parte delantera del DSS da, pues, para poco más. La trasera en cambio dispone de muchas conexiones. La entrada de corriente IEC (la alimentación, muy trabajada, es interna), las «entradas» digitales de red (Ethernet con Wifi interna) y archivos locales (dos USB que no parecen ser tipo 3). Por otra parte tenemos las salidas digitales, y aquí nos espera una pequeña sorpresa porque dispone de todos los tipos habituales… menos USB. El Metronome DSS tiene salida digital balanceada XLR AES/EBU, SPDIF coaxial RCA y óptica TosLink, y una salida I2S en conector HDMI para sus propios DAC o aquellos compatibles con esta conexión. Pero extrañamente no dispone de la salida más popular o usada últimamente, USB, cuya conexión asíncrona permite pasar archivos de cualquier tipo sin limitaciones. 

Metronome parece opinar que esa conexión (USB) no ofrece tanta precisión ni sobre todo musicalidad, y no es éste el único aparato de su catálogo que no dispone de ella. A cambio, las salidas «clásicas» están muy optimizadas y sacarán lo mejor de los archivos reproducidos y después convertidos en DAC más tradicionales. Es pues una opción muy interesante para quien disponga de DAC con buenas entradas SPIDF o AES/EBU cuya conexión USB no sea tan óptima. Además, sin perder compatibilidad DSD ya que el Metronome permite enviar esa señal (DSD64) por las salidas tradicionales con el protocolo DoP (cosa que deberá aceptar el DAC receptor lógicamente).

Dentro del DSS es donde encontramos el «savoir faire» de Metronome. Empezando por la alimentación, que tras un filtro de corriente propio usa un transformador toroidal Talema que alimenta varios bancos de condensadores. Ese filtro (y reserva de energía) sería digno de un amplificador y aquí está destinado a alimentar de la forma más estable y limpia posible a un «simple» circuito digital. Los condensadores ocupan buena parte del espacio interior del DSS, en varios «bancos» antes y después de la regulación, y a simple vista recuerda uno de los principios de Metronome en sus electrónicas, y es que sin la mejor alimentación posible lo que venga después no podría ser mejor.

Un procesador se encarga del reconocimiento y reproducción de archivos, con una pequeña placa dedicada. Aquí no encontramos la cada vez más común placa de micro-ordenador (Raspberry) más o menos personalizada, sino un reproductor integrado dedicado. De origen británico mConnect (es la referencia CDMCM-2121 como se puede ver en la placa), este reproductor integrado se usa en el DSS sólo por su salida digital I2S (lleva un chip DAC integrado que aquí está inactivo) hacia los circuitos ya en la placa Metronome que permiten enviar las señales a las salidas. Entre otros chips usa un reclocker AKM (AK4137) con reloj de precisión bien cercano, y las salidas están desacopladas con minitransformadores de precisión.

Este reproductor de placa integrada se usa en algún otro «streamer» de alta gama con éxito y su aplicación mConnect, la recomendada por Metronome, nos permitirá sacarle todo el provecho. Aunque es compatible DLNA y muchas otras aplicaciones también funcionarán bien, con la suya será como podremos «ver» y manejar bibliotecas de archivos musicales que hayamos conectado a sus entradas USB. Con otros programas no vimos esa opción, o no «veían» los archivos conectados aunque sí lo que llega por la red, compartido. En Roon es visible el reproductor, por ejemplo, pero no los archivos conectados a él.

 

Escucha

El excelente embalaje del Metronome DSS lo protege a su llegada a nuestras manos. Su conexión a nuestro sistema será bien sencilla: buscarle un hueco, no necesariamente a la vista (ventaja de no tener pantalla ni controles) y conectarlo a nuestra red por un lado y al DAC o amplificador que vayamos a usar por otro. Si además tenemos discos duros o memorias USB con archivos de música, los podremos conectar tal cual a una de las dos entradas traseras del aparato. Esto es una ventaja porque nos puede hacer independientes de ordenadores o servidores NAS según el tamaño de la biblioteca digital que tengamos, o si seleccionamos una parte para tenerla más «a mano» de esta forma.

Las primeras pruebas las hice en mi equipo del salón, donde ahora «preside» como fuente digital el Alchemy DDP-2 que en su día probamos aquí y que finalmente «se ha quedado» por sus virtudes y versatilidad. Además de DAC y previo (con entradas analógicas) tiene su propia placa «streamer» interna y es Roon Ready (con lo que gana muchos puntos). La prueba del Metronome aquí era sencilla y directa: conectado a las entradas del DAC Alchemy, ¿mejoraría y cuánto su reproductor interno?

Pues, como ya hemos comentado alguna otra vez, «ojalá» no hubiera esas diferencias entre fuentes digitales… pero haberlas, haylas. Es cierto que en este caso fue sutil, lo que habla muy bien del Elac-Alchemy, y de hecho fueron diferencias muy similares a las que me encontré recientemente al probar los filtros de red Telos, review aquí. Cambiando al vuelo o dejando la música sonar, casi siempre acababa eligiendo como «mejor» el sonido cuando el DSS se ocupaba de reproducir. La música, la escena sonora, estaba mejor organizada: un tema de Kari Bremnes con multitud de «sonidos» en las tres dimensiones de la escena sonaba más creíble o realista, ya que esos sonidos no se movían y esa mayor estabilidad dejaba al cerebro identificar mejor la escena. Igual con una orquestra, donde las cuerdas y el piano se mantenían, o un conjunto de cámara donde cada intérprete y cada pupitre o cada partitura estaba estable. Con el Alchemy reproduciendo además de decodificando, todo eso sonaba grande, bonito, abierto, pero esas fuentes sonoras eran más difíciles de identificar. Es curioso que el DSS te permitía descubrir algo y luego ya lo «seguías»… pero siempre lo descubrías con el otro.

Tengo que abrir un breve paréntesis aquí y es que el Alchemy dispone de una entrada I2S «HDMI» (lo pongo entre comillas porque una cosa es usar ese conector y otra que el protocolo usado sea el suyo). Pero no hubo suerte: el Metronome y el Alchemy deben usar formas de comunicación o cableado interno diferente del HDMI porque el reloj lo reconocía pero nada más…  Así que los conecté usando cable coaxial (SPDIF) o balanceado (AES/EBU) sin apreciar notables diferencias entre ambas. 

Después del salón el Metronome pasó una temporada en el sótano, donde se hizo más evidente por qué los franceses han apostado por salidas digitales «convencionales». En ese equipo el DAC residente es un clásico Meridian 568 (que también es procesador multicanal y previo) que cuando nació casi ni existía la conexión USB como quien dice… Pero sus entradas coaxiales agradecen una fuente digital «buena» y eso es precisamente el DSS.

Aquí lo comparé como fuente digital con un Linn Sneaky (excelente y polivalente aparato, por desgracia desconocido por la mayoría) y la diferencia era algo menos sutil que con el Alchemy pero porque el Linn siempre ha tenido un perfil, ya sea por su salida analógica o la digital vía DAC externo, más cálido, más suave. Frente al Metronome DSS, también menos dinámico: el DSS suena tanto más energético que tuve que comprobar que el nivel era idéntico, a la salida del DAC, entre ambos, pues parecía sonar algo más alto. Con las grandes cajas Legacy, y con música rock, eso fue bienvenido, y la gran escena que consigo en este equipo mantenía las virtudes de lo dicho en el otro sistema. Incluso parecía que las voces se entendían mejor, que pillas a la primera lo que dicen ya sea en tu idioma natal o, más, en otro: todo parece expresarse algo mejor, la música sube un escalón.

Conclusión

Como suele pasar en esta afición, nos encontramos diferencias que parecen muy sutiles en comparación directa, pero que a largo plazo pueden convertirse en mayor placer de escucha y más horas disfrutando de la música. Esto es lo que ofrece el Metronome DSS: una «base» muy optimizada como reproductor digital puro, con la que olvidarse una buena temporada y con la que aprovechar un convertidor DAC de buen nivel que posiblemente tengamos hace tiempo. Lejos de meterse -y meternos- en una carrera tecnológica en busca de lo último, pero sin olvidar su compatibilidad con DSD, el DSS es ese pequeño escalón que puede faltar en un equipo de buen nivel con fuentes tradicionales (plato y CD). 

A nivel de usabilidad tiene el punto a favor de sus entradas USB directas (no necesitamos configurar un servidor u ordenador) y, en contra, de no disponer de una pantalla frontal o un mando a distancia dedicado. Ambas cosas se suplen como cada vez es más habitual con un móvil o tableta. Y a nivel de prestaciones puras, diría que está en un buen punto respecto de la competencia con un precio justo en medio de sus (diría) dos mayores rivales, los Lumin U1 Mini y U1 «a secas», que precisamente importa también Ars Antiqua Audio. Las diferencias entre ellos son como decía antes sutiles a veces, pero no nos olvidemos que en los matices está precisamente el arte de la música.

Puntos destacados

+ Fuente digital «streamer» perfecto para DAC tradicionales

+ Sencillez de uso con la aplicación mConnect

+ Acceso directo a internet y archivos almacenados en USB

– Sin mando a distancia, controles directos ni pantalla

– Sin salida USB para los DAC que disponen de ella

PVP: 3.490 euros

Distribuye Ars Antiqua Audio

FICHA TÉCNICA

Reproductor digital en red compatible DLNA. Formatos admitidos: PCM 44’1 hasta 384 kHz y DSD64 (DoP), desde DSD, PCM, FLAC, WAV. Roon ready, Spotify Connect, AirPlay, DLNA/UpNP. Entradas: Ethernet RJ45, 2x USB almacenamiento local. Salidas digitales: óptica Toslink, coaxial (RCA), AES/EBU (XLR) e I2S (HDMI). Todas PCM 44’1 hasta 384 kHz y DSD64 (vía DoP). Alimentación: interna, transformador toroidal con filtrado por múltiples condensadores y varias líneas de regulación independientes. Dimensiones (ancho x profundo x alto) 250 x 250 x 70 mm. Peso: 4,8 kg. Colores: negro o plata.

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • Legacy Audio Focus
  • Merlin TSM

Amplificación

  • Hypex Ncore (etapas monofónicas)
  • Ars Sonum Gran Filarmonía (integrado estéreo válvulas)

Fuentes

  • Meridian 568.2mm (DAC y previo/procesador AV)
  • ELAC-Alchemy DDP-2 (streamer, DAC y previo)

Cableado

  • Nordost, Naim

 

 

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