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Nada más empezar a escucharlas, me di cuenta de lo sensibles que son a cualquier pequeña variación en su ubicación. Cualquier pequeño cambio que hiciera y modificara la perfecta simetría de una caja con respecto a la otra, conseguía que el centro de la imagen se moviera hacia los dos lados de una manera inmediata y ostensible. Una perfecta colocación me requirió bastantes horas, pues mis Eggleston estaban más separadas entre sí, de lo que finalmente han acabado estando las Neat. Colocándolas inicialmente en el mismo sitio que las Andra III, el centro de la escena sonora perdía coherencia y credibilidad. Para conseguir un equilibrio óptimo entre una buena anchura de escena y un relleno convincente de la zona media de la misma, tuve que acercarlas la una a la otra, hasta dejarlas a una distancia de 2,45 metros de tweeter a tweeter. Para tenerlas perfectamente colocadas, al disponer de bastante espacio, me aseguré de separarlas lo suficiente de la pared frontal, como para que ésta no tuviera incidencia en las frecuencias graves. Sobre todo al disponer las cajas en su zona trasera de dos puertos bass réflex. Finalmente, las situé con el tweeter de la caja a 2,60 metros de la pared frontal.

Una vez tuve las cajas colocadas en su sitio ideal en la sala, me senté en el sillón, dispuesto a disfrutar con la música, como recompensa al trabajo realizado. No soy una persona que esté acostumbrado a escuchar la música a volúmenes excesivamente altos. Tengo interés en conservar mi oído muchos años en el mejor estado posible, además de que no me gusta y me produce estrés la música muy alta. Eso no es impedimento para que me guste escuchar música a un volumen lo suficientemente elevado, para que la recreación de una orquesta sonando me parezca realista, o me pueda imaginar un trío de jazz actuando en un local.

Por esta razón intenté realizar la escucha con las Neat, aproximadamente a la misma presión sonora a la que estoy acostumbrado a escuchar mis Eggleston. Nada más pulsar el botón del PLAY de mi reproductor, lo que empecé a percibir no me gustaba del todo. Las frecuencias graves predominaban en exceso con poco control y poca definición, y las frecuencias agudas eran algo duras y demasiado incisivas. La zona media era la que mejor reproducían las cajas, sonando de todas maneras un poco congestionada y comprimida. Inicialmente achaqué el exceso de graves al sistema isobárico que montan las Ultimatum XL6, y para reducir este exceso, disminuí la altura de las cajas con respecto al suelo, con un sencillo ajuste de las puntas de desacoplo de las mismas. El grave mejoró un poco con esta acción, pero resulto claramente insuficiente para resolver el problema que tenía.

En este punto me encontraba, cuando sintiéndome incómodo escuchando la música de la manera que estaba sonando, decidí bajar el volumen para relajarme un poco. No fue necesario bajarlo mucho para apreciar que todos los defectos que tenía el sonido de las Neat, con ese pequeño gesto, desaparecían como por arte de magia. La presión sonora no obstante, seguía estando lo suficientemente alta, como para que dos personas necesitasen elevar la voz para poder hablar entre ellas. A esta intensidad sonora, todas las frecuencias se armonizaron, mostrando una coherencia absoluta, los graves dejaron de predominar, sacando a relucir unas frecuencias medias naturales y neutras. Pero si algo hay que destacar, es el cambio que se produjo en la reproducción de las frecuencias agudas. La dureza y agresividad se esfumó y florecieron unos agudos frescos, alegres, con gran detalle y aireación.

¿Qué había ocurrido? ¿Dónde estaba el secreto de esta transformación tan espectacular? No fue muy complicado adivinar, que la causa de este cambio, era que las Neat Ultimatum XL6 no se encontraban en mi sala en un entorno óptimo para desarrollar todo su potencial. Aunque las Neat son unas cajas con una gran dinámica y pegada, 60 metros cuadrados y una sala bastante amortiguada, se convierte en un marco un poco hostil para ella, si nuestra intención es conseguir un SPL relativamente alto.

Haciendo trabajar a las Ultimatum XL6 a un SPL un poco más reducido, es donde podemos observar todas las virtudes de estas cajas acústicas, que no son pocas. Las frecuencias graves son contundentes, está claro que el sistema isobárico empleado funciona a la perfección, pero a su vez son reproducidas de una manera muy controlada con un grave seco, detallado y preciso. La dinámica que demuestran para el tamaño que tienen es sobresaliente, y en las frecuencias graves, son capaces de hacerme sentir en ciertos momentos, gracias a su pegada, un puñetazo en el estómago. También ayuda a esta percepción, la rapidez que demuestra la caja reproduciendo todas las frecuencias. Esta agilidad de la que hacen gala, les confiere la capacidad de no hacerle ascos a ningún género de música.

En la crucial franja media, las cajas se muestran muy convincentes, basándose en una total neutralidad tímbrica, que hace que cada instrumento suene real y sin ningún tipo de coloración. Esta neutralidad no escatima ningún tipo de detalle, ni confiere ningún grado de frialdad a la escucha. El disfrute de cada pieza musical que escuchamos es muy alto, pues el cerebro reconoce fácilmente y agradece, cuando le obsequiamos con unos sonidos lo más cercanos posible a la realidad. Escuchando el maravilloso disco de Chie Ayado «Life», la increíble voz de ésta cantante japonesa suena con una riqueza, claridad y emoción muy elevados, resultando la escucha muy convincente y real.

Las frecuencias agudas, son sin duda uno de los puntos fuertes de la caja y su incidencia en el sonido final es bastante alto. No es nada corriente encontrarnos unas cajas acústicas, que dispongan de dos súper tweeters en cada una de ellas. Yo personalmente nunca había visto unas antes. Cajas con un súper tweeter hay muchas, pero Neat Acoustics se diferencia del resto, no sólo usando dos unidades por caja, sino instalándolas en la parte superior de éstas. El resultado me parece muy bueno.

Aunque acercando el oído a ellos, el sonido que emiten es muy pequeño, en la escucha su influencia se hace evidente. El tweeter SEAS junto a los súper tweeters EMIT, confieren al sonido una sensación de frescura general que nos envuelve en cada disco que ponemos. Las frecuencias agudas son reproducidas con gran sensación de aire entre los instrumentos y una dosis muy alta de detalle en estas frecuencias. Los agudos son muy reales y el brillo del metal de las percusiones se percibe de una manera tan convincente, que me he recreado con estas cajas, en la escucha de discos con baterías bien grabadas y bastante presentes.

La escena sonora, si nos referimos a la anchura de la misma, es francamente buena. A pesar de haber situado las Ultimatum XL6, menos separadas la una de la otra de la distancia que yo separo habitualmente mis Eggleston, la escena sonora es muy similar a la que tienen mis cajas. La profundidad en cambio, siendo buena, no lo es tanto como la anchura, donde sobresale especialmente.

La focalización de cada instrumento en la escena es también bastante buena y no tendremos problemas para identificarlos y ubicarlos sin esfuerzo en el escenario.

Conclusión

Me han gustado mucho las Neat Ultimatum XL6. A mi parecer su tamaño no es el más idóneo para mi sala, pero a pesar de eso, me han hecho disfrutar mucho y han dado la talla. Las Ultimatum XL10, presentadas recientemente en el Top Audio Show de Milán, seguramente deben de adaptarse mejor a mis 60 metros cuadrados de superficie de sala y me gustaría poder evaluarlas en un futuro.

Estas cajas acústicas me obligan a replantearme, la correcta relación calidad-precio de la competencia. No hay duda de que Neat Acoustics ha conseguido unas cajas acústicas que suenan francamente bien y que están magníficamente construidas. Encontrar unas cajas acústicas en este precio que ofrezca tan buen sonido y tantas soluciones tecnológicas juntas me parece muy complicado.

En este precio me parecen una apuesta segura, ampliamente recomendadas.

Neat Acoustics Ultimatum XL6  – 9000 euros

Distribuye Hometech,  www.hometech.es,  teléf: 952608759

 

Equipo utilizado

Altavoces

  • Eggleston Works Andra III

Amplificación

  • Preamplificador Viva LF1
  • Etapa estéreo Moscode 402Au

Fuentes

  • PS Audio Perfectwave DAC y Transporte
  • Naim Unitiserve

Cables

  • Interconexiones  Kondo KSL-LPZ, Synergistic Research Tesla Apex
  • Digital PS Audio I2S12
  • Altavoz Echole Obsession
  • Corriente Okutsu Denko Prestage, Transparent Powerlink MM, Liveline y Oyaide Tunami

Accesorios

  • Vibex Three Rhodium y Acoustic Revive RR-77

 

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