Phonar Credo Primus

Al lector que siga mis elecciones musicales, quizá pueda sorprenderle que el primer disco que grabé en un radiocasete fueran los éxitos de Boney M. Acaso sorprenda todavía más el método de grabación, enfrentar el radiocasete de mi amigo al propio y grabar con el micro de éste último mientras el primero reproduce. Como es lógico, la mayor dificultad consistía es estar en completo silencio mientras duraba el disco, es decir, el casete. El caso es que, el grupo -o una versión actualizada del mismo- ha venido, hace muy poco, a la fiesta mayor de mi pueblo y ha despertado en mí una nostalgia setentera que me ha llevado a conseguir un CD para escucharlos a través de los Phonar. Es increible, a pesar de la presunta seriedad de los monitores alemanes, los Boney M, o los que dicen que cantaban en su lugar, suenan realmente bien, con pegada, fuerza y diversión. No será probablemente una música muy para audiófilos, pero nos demuestra la sorprendente polivalencia de los Credo Primus.

David Ritz, biógrafo de Ray Charles, Aretha Franklin y otros, afirma que existe un punto, «the sweet spot», que se ve mirando al infinito hacia donde convergen el cielo encapotado del atardecer y la superficie lejana del lago Michigan. En esos límites borrosos, el jazz, el blues y el rhythm-and-blues se mezclan y difuminan haciendo desaparecer las fronteras entre ellos. En ese lugar mágico habita la música del Deep Blue Organ Trio, que en esta ocasión «Wonderful !» (2.011), interpretan 9 temas compuestos por Stevie Wonder. ¿Serán capaces los Phonar de transportarnos al «sweet spot»? Para comprobarlo elijo el momento que me parece más adecuado, la medianoche. Quiero saber si los monitores serán capaces de transmitir emociones a un volumen medio-bajo. Para mi sorpresa, a pesar de una cierta frialdad inicial -¿he dicho ya que son alemanes?-, acaban envolviendo el ambiente y elevando mi estado de ánimo al ritmo de los acordes del insustituible Hammond B3. Quizá en algunos temas aflore un carácter algo atemperado y aséptico que, en esta ocasión, no viene mal. Los graves se comportan, una vez más, a la perfección, expandiéndose correctamente a pesar del limitado giro del potenciómetro.

Desde luego, para salas normales no parece para nada necesaria la adquisición de los woofers inferiores.

Conclusiones

No hacen falta demasiadas pesquisas para deducir que los Phonar son un producto germánico, sobrio, contundente y de calidad incuestionable. Pero después de haberlos exprimido a fondo, emergen a la superficie otros aspectos más sutiles. Estos monitores son duros -su cifra de sensibilidad tampoco engaña-, muy neutros pero, sobre todo, muy conservadores en el tipo de sonido que ofrecen. Más que fríos u oscuros, a veces me han llegado a parecer algo crepusculares, como pude comprobar con el trío de Chicago. Son constantes y persistentes y piensan más en el largo plazo que en el corto. ¿Qué significa eso hablando de audio? Pues que Phonar renuncia a la espectacularidad inicial y se dedica a ganar la carrera de fondo sin desfallecer, manteniendo constante la velocidad y sin cometer ningún fallo en el largo recorrido. Son analíticos pero no incisivos, son difíciles de mover pero si se les dan más de 100 W, su dinámica es excelente. No son súper-transparentes pero tampoco oscuros y actúan siempre con una limpieza exquisita. No son efectistas, pero construyen una escena tridimensional y precisa. No puedo decir que hayan ido mal con absolutamente ningún tipo de música y rozan la perfección tanto en voces femeninas como masculinas. Quizá su único defecto sea precisamente esa perfección, ese equilibrio y esa diplomacia absoluta a la hora de resolver cualquier tema. Los Credo Primus nunca pierden los papeles y se mantienen incorruptibles dominando la situación sin inmutarse. Por eso no creo que miren hacia arriba por casualidad, más bien pienso que se trata de una pose de imperturbable superioridad de quien se sabe íntegro, fiable y verdadero.

Phonar Credo Primus – 4000 IVA incluido

Distribuye Sound Pixel Planet www.sound-pixel.com Tel 918 259 954

EQUIPO UTILIZADO:

Cajas acústicas

Sigma Acoustics T-11

Amplificación

Cambridge Audio 851A

Fuentes

Cambridge Audio 550C

Cableado

Inakustic Serie Reference

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