Quadral Chromium Style 32. Mini monitores para disfrutar
Quadral es una de esas marcas que nos suena por la publicidad de alguna revista alemana, o tal vez de haber visitado algún foro germano. Allí es una marca muy popular, fundada a finales de los años setenta y perteneciente a una empresa que también hizo electrónicas, y durante un tiempo distribuyó localmente Nakamichi. Quizás también nos suene la marca por sus altavoces de referencia, los Titan, cuya versión actual se vende bajo la marca Aurum -también del grupo y con la que se comparten algunas tecnologías de altavoces-. Recientemente los gaditanos de PickUpSound han tomado la distribución de Quadral en España y Portugal, y ante la oportunidad brindada de probar alguno de sus modelos, elegimos los atractivos monitores de la gama Chromium Style.
Descripción
La gama “Chromium Style” a la que pertenecen estos compactos monitores es muy reciente en la marca y está destinada a hogares con necesidad de “conciliación”. Cajas relativamente compactas y con muy buenos acabados, con un atractivo estilo moderno y por tanto capaces de minimizar el efecto de rechazo que otro tipo de altavoces pueden, suelen, generar cuando aparecemos con ellas en nuestro entorno doméstico. Es una completa gama que incluye modelos destinados al cine en casa: dos altavoces de columna, dos monitores, un central y un subwoofer. El modelo “32” que probamos, es el monitor mejor de la gama, ya con el altavoz de agudos de cinta que comparte con el central y los altavoces de columna. El altavoz de graves, con un cono de sólo 135 mm de diámetro en titanio, es también compartido por el central -que usa dos-, y las columnas -la pequeña usa también dos, la grande cuatro-, de forma que la gama -gracias también a los filtros y recintos usados- puede considerarse acústicamente muy coherente, para quien esté pensando en montar un equipo de cine, o música multicanal con ellas.
En cuanto al tweeter de cinta, usa precisamente una ligerísima cinta de aluminio plegado situada entre dos imanes permanentes, que vibra al paso de la corriente -señal musical- por ella. Es un sistema sencillo y muy eficaz, capaz de reproducir frecuencias mucho más allá de nuestra percepción, y que sólo necesita un transformador intermedio, para adaptar la baja impedancia que presentaría la cinta en sí, con lo que la salida de un amplificador espera encontrar -entre 4 y 8 Ohmios-.
El recinto está realizado en madera de suficiente espesor para que dado su tamaño esté libre de vibraciones parásitas, y el filtro está dentro de ella, no solidario con la tapa trasera donde están los conectores, de buena calidad. Los acabados son muy buenos y es algo que tras desmontar una de ellas para fotografiar sus “tripas” queda claro.
