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Este invierno viene lleno de buenos momentos en cuanto a audiciones se refiere. Si hace poco disfruté de YG Acoustics, ahora tocó el turno de otra de mis «preferidas», me refiero a la americana también Rockport Technologies. Dos momentos especiales viví con realizaciones de esta firma, una con las ya vintage Rockport Antares y un sistema alimentado a baterías, y otra en el High End de Munich del año 2013, cuando no tuve más remedio que concederle la mención de Mejor Sonido del Show al formado por las Rockport Altair con amplificación Absolare. Curiosamente Audio Elite es el distribuidor de esta formidable amplificación, y aunque para esta ocasión la propuesta no era la misma, sin embargo resultó igual de interesante y cautivadora.

Hacía mucho tiempo que no visitaba las instalaciones del distribuidor madrileño Audio Elite –me refiero a años–, y veo con alegría que mantiene intacta la ilusión por el audio del más alto nivel que demostró con la apertura de su negocio, hace ya 7 años. Como es normal, han cambiado las marcas y el material expuesto en sus tres salas, fruto también de la incorporación de marcas distribuidas por ellos –Absolue, Neotech, Absolare, Kudos, Xavian–, y también de la selección natural que ha hecho el mercado español en estos años, donde hay cosas que funcionan y otras no.

La audición que disfruté puedo catalogarla de muy alto nivel, diversa en cuanto a marcas utilizadas pero repleta de sinergia, que demuestra el conocimiento de Jorge Sánchez del material con el que trabaja. La configuración era la siguiente:

  • Cajas acústicas Rockport Technologies Avior II
  • Preamplificador VTL TL7.5 Series III Reference
  • Etapas monofónicas VTL MB-450 Signature
  • Streamer Lumin U1
  • Conversor MSB The Discrete DAC
  • Reproductor CD TAD-D600
  • Cableado Neotech, Absolue y Kubala Sosna

No creo que haya mucho que contar acerca de la estética de las Avior II. Rockport Technologies no es una compañía que se deje llevar por modas, ni arriesgue en sus diseños. Seguro que piensan que lo que funciona no debe tocarse mucho… y quizás tengan razón. De todas maneras refinan y actualizan sus diseños de manera continua y siempre sutil, y estas Rockport Avior II son imponentes por su línea, estilo y también por su tamaño. Parecen más grandes de la altura que tienen cuando leemos sus especificaciones y seguro que ayuda su buena dotación de drivers con un tweeter de berilio de 1″ montado sobre una pequeña guía de ondas, un altavoz de medios de 6″ de fibra de carbono y dos conos de graves de 9″ del mismo material. Un puerto trasero de gran tamaño ayudan a extender las frecuencias bajas. Pero dejémonos de descripciones y vamos al sonido.

Solo fueron necesarias unas pocas notas para que viniesen a mi memoria las múltiples ocasiones vividas con cajas Rockport como protagonistas, y es que el sonido Rockport es positivamente reconocible. Tanto con amplificaciones a válvulas, las ya citadas Absolare o VTL, o con transistores como Gryphon o Ypsilon, el sonido Rockport se mantiene con gran atractivo para el oyente. ¿Dónde radican los puntos fuertes de la firma americana para enganchar a ese gran número de aficionados fieles que tiene? El sonido Rockport es serio, podríamos decir que masculino, con poderosos graves cuando se necesitan y una gama media rellena, plena en los matices y detalles que le confieren densidad y realismo, y unos agudos extensos y muy detallados. Todo ello consigue que las cajas Rockport suenen fenomenal, y estas Avior II confirman ampliamente esta afirmación.

La amplificación VTL es refinada y poderosa a la vez, y aunque las Avior II son cajas bastantes sensibles –89,5 dB– agradecen control y energía para sacar todo su potencial en frecuencias graves. Puedo certificar que las etapas de VTL no escatiman en entrega de potencia. Para comprobar de lo que son capaces pusimos el disco Mephisto & Co. de Reference Recordings, en el que cualquiera de sus 8 tracks es ideal para impactarnos con su dinámica desbordante y fuertes y contundentes bajos. Con su doble woofer de 9″ las Avior II no defraudaron y por supuesto sentimos y disfrutamos de ese golpeo e impactante realismo.

Las frecuencias medias son cálidas, voluptuosas incluso, con fuerte sensación 3D. Escuchamos muchos temas de voces, Chie Ayado, Dice Straits y muchos otros, con gran confort y naturalidad. Pero no confundamos con disfrutar de unos medios agradables y llenos y no disponer de todo el detalle y resolución posibles. Las Avior II requieren un sistema muy bien ajustado y en el que ningún componente muestre un nivel por debajo de los demás, pues las Rockport lo pondrán claramente de manifiesto. Bueno, ¿no es lo normal en sistemas de alta gama, para lo bueno y para lo malo? Con buenos socios de viaje con las Avior II rozaremos el cielo –este es su verdadero potencial– y con componentes de menor nivel… deberemos dejar a Jorge Sánchez que amablemente nos oriente para sacarles el máximo partido.

Sobre todo las frecuencias agudas, con su tweeter de berilio se mostraron en toda su extensión muy detalladas y vivas, pero sin molestar en ningún momento gracias al nivel de componentes asociados y a su buen ajuste. No podemos olvidar de que estamos en un sistema de gama muy alta y disponemos de pegada en graves con absoluto control, medios presentes y orgánicos y agudos extensos y con mucha información. Falta apuntar que la escena sonora que nos dibujan ante nosotros es enorme: la aireación y la apertura de las frecuencias altas abren la música tanto en anchura como en altura y la pegada de graves confiere grandiosidad a cualquier género musical que decidamos escuchar, ¡puro disfrute su escucha!

En resumen, gran sistema de sonido el que disfrute en las instalaciones de Audio Elite, con unas cajas acústicas de absoluta referencia, con un sonido muy equilibrado y que pueden ser el sueño de cualquier aficionado que disponga de electrónica a su altura para conformar un conjunto difícil de batir.

Audio Elite

 

 

 

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