Hay que destacar además, que esta impresión inicial de control total de las cajas acústicas, la tuve escuchando las etapas en modo triodo, que es de la manera que conectamos inicialmente las Apollo y el modo en el que realizamos la mayor parte de la revisión. Pude comprobar pronto que una dosis de potencia mayor no era necesaria y la mayor suavidad, naturalidad y confort en la escucha que aporta ese sonido algo más caliente del modo triodo, sí lo agradecen mis oídos y mi cerebro.
Continuando con las escuchas durante varios días, la característica más relevante que destacaría de las Rogue Audio Apollo, es que son capaces de transmitir una sensación de sonido en directo muy grande. Toda la música suena creíble, partiendo de una dosis de transparencia muy alta, los distintos instrumentos son dibujados con la intensidad, energía y una tímbrica natural, que consigue que nos situemos en la sala de conciertos cerrando los ojos.
Para realizar esta review, he tenido la oportunidad de comparar las Rogue Audio Apollo con las etapas de potencia Kora Cosmos y Jadis JA200.
A pesar de montar las Rogue Apollo como válvulas de potencia el tipo KT90, y no ser estas válvulas una de mis preferidas, he de reconocer que las Rogue ofrecen una mayor cantidad de detalle en general y unos medios con
Hablar de la diferencia de dinámica, control del grave y apertura del sonido entre las dos, no tiene sentido, al ser muy superior en las Rogue Apollo.
La cosa se le complica un poco más para las etapas americanas, si las comparamos con las francesas Jadis JA200. ¿Aguantaran el tipo las Rogue frente a unas etapas que cuestan más del doble que ellas?
Las Jadis JA200 son unas etapas que aunque declaran una potencia claramente inferior a la de las Rogue Apollo, 160W frente a 250W de las americanas, gracias a sus fuentes de alimentación independientes por canal y a su construcción con transformadores sobre dimensionados, no tienen tampoco problemas manejando mis Eggleston Andra III. Aún teniendo en cuenta su construcción,
No tenemos que confundir impacto y contundencia con extensión, donde en graves las Apollo tienen más pegada, pero las Jadis entregan un bajo más profundo. Las frecuencias graves en las Jadis bajan más; el grave en general, como un buen televisor, es capaz de reproducir un negro más oscuro que en las Rogue, aunque en contrapartida, o quizás por ello, las Rogue Apollo demuestran un control algo superior de dichas frecuencias. Precisamente, el dominio total que demuestran las Rogue Apollo sobre las frecuencias graves, es necesario oírlo para darse cuenta, de la falsa creencia de la superioridad de las electrónicas a transistores en este aspecto. Control, acompañado de articulación y detalle en el grave, es lo que nos entregan las Rogue en esta siempre problemática banda de frecuencias. Ciertamente, es la mejor electrónica a válvulas que he escuchado en este aspecto.
Las frecuencias agudas las reproducen las Rogue Apollo de una manera fantástica. Una extensión muy buena, unido a que los agudos son reproducidos, con el cuerpo y el grosor justo para que el enlace con la franja media sea perfecta, hace que disfrutemos de una experiencia de escucha «casi real» y de una chispa en la música que te atrapa. Las Jadis reproducen unos agudos más suaves y delicados, pero pierden un poco en realismo y emoción. Personalmente en este aspecto las Rogue son más de mi agrado, pues transmiten más sensaciones, que al fin y al cabo es lo que buscamos, sensaciones y emociones, y las Jadis tienen un agudo algo más refinado pero también un poco más aburrido.