Mi primer contacto con la marca Rosso Fiorentino se produjo en el High End de Munich del 2013. Recuerdo el momento como si fuera ayer, en la sala del distribuidor germano WOD Audio, con una amplificación de la –por entonces desconocida para mí– firma griega Ypsilon. Ese año fue una de mis salas favoritas del Show y ahora la recuerdo con cariño como una casualidad digna de reseñar, pues ese mismo año pero en Diciembre, tras la prueba que realicé del conjunto de Ypsilon formado por el previo PST100 MKII y las etapas Aelius, finalmente adquirí el conjunto, el cual todavía hoy disfruto. El caso es que esa audición me marcó, y el mérito no puedo atribuírselo en exclusiva a la amplificación, sino también el extraordinario sonido de las majestuosas Rosso Fiorentino Florentia, buque insignia de la compañía.
Desde entonces no he tenido ocasión de encontrarme frente a frente con otras cajas acústicas de la marca italiana y cuando supe que el distribuidor madrileño Audiogallery había cerrado la distribución de sus productos para nuestro país, me alegré pensando que me podría quitar la espina pronto. Por desgracia la situación que estamos pasando con el COVID ha retrasado nuestra cita, pero la espera ha merecido la pena. Además mi compañero Josep Armengol realizó hace muy poco una revisión del modelo Elba, entry level de la firma, lo cual no hizo sino acrecentar mi curiosidad y ganas de escuchar en condiciones adecuadas unas Rosso Fiorentino.
Así pues hace escasos días, y decidiendo que por fin había llegado la hora de volver a desplazarme para realizar mi trabajo -cargado con mascarillas y botes de gel hidroalcohólico por supuesto-, puse rumbo a Madrid con alegría de poder volver a hacer lo que me gusta. En las instalaciones de Audiogallery me esperaban Jorge y Antonio y las sorprendentes Rosso Fiorentino Siena -la segunda caja más alta de gama del fabricante, sólo superada por las citadas anteriormente Florentia-.
Además la audición de las bellas Florentia se efectuó con amplificación y fuentes muy afines a mis gustos personales. En concreto como amplificación me encontré con el magnífico integrado de la exclusiva firma Absolare, que con sus 150W a 8Ω y 200 a 4Ω manejó con soltura estas cajas de 87dB de sensibilidad y una impedencia media de 6Ω y mínima de 4,4Ω. Enamorado estoy de Absolare desde que en la misma edición del High End del 2013 le concediera el premio al mejor sonido del Show junto a Rockport (buen año ese Munich del 2013).
En lo referente a fuentes pude “DELEITARME” con una combinación de servidor de audio y DACs de auténtica referencia. Me refiero al servidor de audio Antipodes K50 (tope de gama de la marca), en combinación con dos DACs de altos vuelos: el NAGRA TUBE DAC que revisé hace escasas semanas y conozco a la perfección y el modelo DSD-SR MK2 de la firma búlgara APL. Estos dos DACs destinados a diferente público por su dispar precio (pero ojo ambos mostrando un gran sonido), quedaron algo eclipsados por la impronta o sello sonoro que el servidor Antipodes Audio K50 (buque insignia de la marca neocelandesa) aportaba al sonido del conjunto. Más tarde analizaremos este aspecto pues no quiero perder el foco sobre las verdaderas protagonistas de esta prueba, las cajas acústicas Rosso Fiorentino Siena, que me proporcionaron la audición más placentera que recuerdo de un sistema en el showroom de una tienda o distribuidor.
¿Qué marca la diferencia entre una gran audición y una en la que vivimos momentos mágicos e inolvidables? Sin duda un montón de trabajo de colocación y ajuste, una elección de componentes con la debida sinergia y que todos ellos destaquen por su calidad, pues como sabemos un componente de calidad inferior en nuestra cadena del sistema supone un retroceso a veces dramático en el sonido final del mismo. Nuestra audición de las Rosso Fiorentino Siena podemos calificarla como absolutamente mágica, y las cajas acústicas son máximas responsables de este resultado, pues en todo momento, incluso variando las fuentes de sonido el resultado era siempre magnífico.
Para empezar destacaría la manera de reproducir las frecuencias graves de las Siena, con un recinto hermético (sin ningún bass reflex) y doble woofer de 8” de aluminio. Bajando hasta los 35 Hz (que está francamente bien para uso doméstico y sabiendo que existen muy pocos instrumentos que requieran más extensión), lo más importante es cómo nos entregan esas frecuencias. Las percibimos con absoluto control y definición y sin los posibles ruidos que un puerto bass reflex a veces puede generar. Podríamos decir que estas Siena entregan los graves justos, ni sobran ni faltan y eso, háganme caso es una gran virtud.
La gama media es increíblemente natural para una caja acústica que cuenta con una resolución tan alta gracias a su tweeter junto a un supertweeter que alcanzan los 100 KHz. No se encuentra para nada tímida, y su driver de medios de Scan Speak de 6,5” de fibra de papel luce pleno de sonidos orgánicos y reales. Para apreciarlo tuve la fortuna de que Jorge disponía en el disco duro SSD del Antipodes K50 del disco de Martirio “Primavera en Nueva York” que tanto conozco y empleo en mis pruebas habituales. La voz de la cantante onubense era seductora al máximo y en el tema “Si Te Contara” la escuché como pocas veces antes, acompañada únicamente por las frecuencias graves majestuosas de dos contrabajos (unos tocado con arco y otro pellizcado) con esa definición que ofrecen estos dobles woofers. ¡Una delicia!
Por arriba estas cajas acústicas van más que sobradas, pero no solo de extensión como se entiende por su respuesta de frecuencia, sino de refinamiento y resolución. Con un tweeter de 1,1” con cúpula de seda e imán de neodimio y un supertweeter de cinta a pesar de su forma circular, contamos con lo mejor de los dos sistemas tradicionales de reproducción de frecuencias altas aportando lo mejor de ambos mundos (más cuerpo con el tweeter textil y máxima apertura y aireación con el supertweeter de cinta). Me parece una solución ingeniosa y de auténtico lujo en una caja que se encuentra sobre los 25000€ PVP. Realmente no recuerdo un equipamiento semejante en otra marca.
Así que a unas cajas originales y muy bellas, se unió una amplificación híbrida de mucha calidad y unas fuentes digitales encabezadas por el Antipodes K50. Éste servidor de audio recientemente importado en nuestro país por AUDIOGALLRY ha hecho que mi esperanza en encontrar un servidor que sustituya a mi querido transporte de CD MBL 1621A puede que se haya materializado. Tanto con el DAC APL como con mi admirado NAGRA THE TUBE, el Antipodes consiguió ofrecerme el sonido digital más analógico que haya escuchado jamás. Densidad de información, grave ampuloso y real, respuesta perfecta en fase, respeto a la cadencia y al compás natural de la música, en resumen absolutamente adictivo y NATURAL.
En lo referente a los dos DACs empleados en la prueba, inicié mi escucha con el APL sonando (aunque Jorge intentó confundirme diciendo que era el Nagra). Los ojos se me abrieron como platos ante el sonido tan rico en información y sonidos que me encontré. Aseguro que quien no supiera la fuente que estaba sonando podía imaginar que estaba escuchando un giradiscos de muy alto nivel. Pensando que era imposible superarlo, pasamos al Nagra (en este caso diciéndome que era el APL). A pesar de ser propietario de un DAC Nagra y al cariño que le tengo a la marca, acabé reconociendo que el supuesto APL sonaba mejor. Al final Jorge me reconoció la verdad y que había pasado la prueba, el Nagra era mejor, con un sonido más refinado y menos grano (sobre todo en las voces) y aunque el DAC de APL es muy bueno, quien quiera lo mejor tiene una opción de primer nivel con el fantástico NAGRA THE TUBE. Con el DAC Nagra disfrutamos momentos de absoluta magia y placer audiófilo/melómano y se nos pasaron volando varias horas, reproduciendo disco tras disco desde la tablet a través de Roon.
Audición inolvidable, electrónica de primer nivel acompañando a unas cajas acústicas despampanantes. Con un acabado de auténtico lujo que combina piel con pintura metalizada, y con el grado de perfección que destila la mejor escuela italiana, las Rosso Fiorentino Siena me dejan claro que debemos tener esta firma muy en cuanta si queremos disfrutar del mejor sonido a precios asumibles. Rosso Fiorentino ha pasado a ser una de mis marcas favoritas de cajas acústicas y merece una oportunidad. ¡Lo apuesto todo a que no defraudan a nadie!
Rosso Fiorentino Siena – 24.900€ – 25.400€