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Soundgarden: “King Animal” Universal Republic – 2012

Etiquetas: Grunge

Quince años. En quince años has podido pasar de beberte la vida los fines de semana a pasar a controlarte el colesterol y la dieta.

En quince años has podido pasar de ser tú, a estar casado, tener hijos-as, sobrinos, de ser papá a ser abuelo. De estudiar a tener trabajo, o a jubilarte. O de ser un niño a tener las hormonas más revolucionadas que un fórmula uno.

En quince años, has pasado del cassete al MP4, de las pequeñas tiendas a grandes centros comerciales, del mapa de carreteras de Michelín a los GPS.

Quince años se dicen pronto. Pero es toda una vida. Pues ese es el tiempo que ha pasado desde que Soundgarden sacara su último trabajo de estudio. Todos aquellos puretones que pasamos de los treinta seguramente sepamos quienes son. Pero para los que no, hay que decir que es uno de los grupos más influyentes de la escena Grunge de Seatle de los 90’s.

Aunque suene a tópico, parece que por esta gente no pasan los años. Parece más bien un punto y seguido que un punto y aparte.

Siendo sinceros, me he tomado con mucha paciencia este disco. Lo he saboreado, me lo he tomado con calma. Guiarte por primeras impresiones, con un disco, no es algo bueno. A fin de cuentas, si ellos se toman un respiro de quince años, ¿por qué no yo uno de un par de semanas?

Para los que sois fan del grupo, no busquéis un “Black Hole Sun”, ni “Down on the Upside”, ni “Pretty Noose”. Porque eso ya ha pasado. Pero ahí están las ¨Been Away Too Long¨, “Non-State Actor”, “By Crooked Steps”, etc.

Seguramente si este disco hubiera salido hace quince años, me estaría tirando de los pelos. El problema al analizarlo, es que uno se debate entre la nostalgia de los veinte años y de todo lo que este grupo significó. Dos cosas tengo claras después de muchas escuchas: que ya no son ese ciclón arasador, muy a mi pesar, y que son unos músicos INMENSOS.

Ahora el grupo viene con un sonido más limpio, con aires renovados, pero sin perder su identidad. Es como tener un coche clásico pero con un motor nuevo.

Y sí, el disco me gusta, me gusta mucho, aúna clase, saber estar y rock, muchos quilates de rock. Son Soundgarden, moldeados por el tiempo y la madurez. No voy a decir que haya canciones épicas, que te hagan hervir la sangre. Pero cuando el disco termina uno dice, ¡joder, que bien siguen haciendo música esta gente!

Un más que digno retorno, una oportunidad para seguir disfrutando de uno de los mayores grupos del rock americano; para saber cómo se la gastaban en los 90´s y entender el por qué está costando tanto que salga otra constelación de grandes grupos y una nueva gran revolución musical.

Quizás ya no sean la punta del iceberg quince años después, para eso tendrán que trabajar más. Pero tampoco hay muchos grupos que hagan mejor música que ellos.

Calidad Artística: 8

Calidad de Sonido: 8

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