Debido a la resistencia producida por la cápsula, es necesario este circuito demodulador (preamplificador SG), que en esencia no funciona más que como una gran fuente de alimentación. Además el sistema SG no necesita de ecualización RIAA, pues son independientes del aumento de velocidad producido por los tonos agudos y por ende no es necesario equilibrar frecuencias.
En teoría la principal ventaja del sistema SG sobre los tradicionales es que realmente no hay masa que mover para generar voltaje o corriente, lo cual indica que no va a haber ningún tipo de pérdida en vencer a la inercia de un imán o bobina. Peter Ledermann lo explica de modo sencillo “es como conducir un coche que simplemente no tiene masa”. Con ello el tándem espárrago/aguja responderá muchísimo más rápido y de un modo más preciso al trazado por el surco.
No cabe duda que sobre el papel es un tipo de mecánica de funcionamiento harto interesante, y que en teoría, debería responder de forma sumamente adecuada. Del mismo modo me encuentro con una marca que no se rige por los estereotipos prefijados de cualquier otra. Existen numerosas opciones, precios variopintos, posibilidad de múltiples configuraciones diferentes y todo con un sabor de elaboración artesanal, meticulosidad y gran experiencia. Un artículo que, no cabe duda, me apetece y enfoco con gran ilusión y optimismo. Especialmente a sabiendas de que es, en este tipo de productos analógicos, donde más a gusto me encuentro realizando análisis.
Ajustes e instalación
Llega el apartado de calibración el cual comparo siempre -y así lo intento explicar a mis amistades amantes del vinilo- con el momento previo a la cata de un buen vino o a la percepción aromática y encendido de un buen puro. Para ello me hago con mis utensilios habituales y me armo de paciencia para pasar una amigable tarde realizando la instalación del sistema SG-200 en mi plato Clearaudio Champion Level II SE.
Dentro del paquete, me encuentro dos cubos de plástico que integran el cuerpo de la cápsula y dos cantilever, un preamplificador SG-200 con dos fuentes de alimentación externas y una pequeña cuartilla donde se indica el VTF (Vertical Tracking Force) de la cápsula recomendado, en este caso entre 2,2 y 2,6 gr. Me sorprende no encontrar ningún manual de instrucciones donde vengan pasos de instalación o un simple agradecimiento por parte del fabricante, curioso aunque innecesario si sabemos lo que tenemos entre manos.
Una vez instalado el preamplificador en su nueva ubicación y disponer sin conectar las dos fuentes de alimentación de 24v, era momento de retirar mi preciada Lyra Skala de su brazo de lectura habitual, el Kuzma 4Point. Verificado mediante el Dr. Feickert NG protractor que la distancia del eje del brazo al centro del platter sigue siendo la correcta de 264mm (para este brazo), es momento de instalar la cápsula SG en el portacápsulas, equilibrar el brazo y adecuar el overhang a la geometría seleccionada, en este caso Baerwald, dado que encuentro que es la que más se amolda a mi manera de entender cómo debe leerse una colección de discos de todo tipo del modo más equilibrado posible.
Evidentemente en algún punto hemos de realizar la medición del VTF y personalmente me gusta hacerlo antes de trabajar en ajustes posteriores, simplemente para que el propio cantilever de la cápsula no sufra. Me valgo de una báscula Clearaudio Cartridge Weight Watcher, que si bien no mide más que cada 0,05gr me he dado cuenta de un dato más que importante, la clave de la medición en peso de una báscula está en que la haga exactamente a la altura en la que el diamante va a realizar la lectura de los discos. En líneas generales las básculas suelen tener su “bandeja” a una altura más alta de la de lectura y con ello el valor real de VTF oscila más o menos, dependiendo de la localización en altura del centro de gravedad del eje del brazo. ¡Ojo!
