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TechDAS by Stella Inc.

Stella Inc. es a día de hoy un gigante japonés: una empresa dedicada a la importación y distribución de productos de audio de alta gama para el país del sol naciente, especializada principalmente en sonido estereofónico, pero también  en a/v. Desde 1989 bajo la denominación Stellavox Japan y desde 2012 con su nueva denominación y política de empresa, colabora actualmente con firmas de altísimo nivel tales como la española Artesanía Audio, Constellation, Magnepan, SAT, Trinnov o Vivid entre otros.

Presidida en nuestros días por Kazuhiko Hashizumi, Stella Inc decidió en 2012, y coincidente con su cambio de filosofía, sacar al mercado su propia marca de platos giradiscos para competir con los mejores del mundo, quizá porque percibían cómo con el boom analógico poco a poco occidente estaba acaparando el mercado de la alta gama. Esto, junto con que las unidades que llegaban y se iban probando no llegaban a los estándares de calidad exigidos, posiblemente supuso el nacimiento de una nueva firma: TechDAS –DAS de Digital Analog Supremacy–. La nueva firma contaría y cuenta con la inestimable colaboración del gurú del analógico Hideaki Nishikawa, que había formado parte de la gestación de Stellavox Japan, y del denominado padre del hiend audio japonés, Yasuo Nakanishi.

A muchos de nuestros lectores más veteranos les sonará mucho el nombre Hideaki Nishikawa pues durante muchos años formó parte de la venerada firma Micro Seiki –firma japonesa especializada en la fabricación de platos de alta gama de tracción directa y/o por correa– y del staff técnico de Stax, especializada en el diseño y fabricación de los aún hoy considerados mejores auriculares electrostáticos del mercado. Además Micro Seiki llegó a incorporar a su catálogo cápsulas tanto de imán como de bobina móvil e incluso brazos pivotantes, ¿qué nos deparará a futuro TechDAS?

Las grandes referencias en platos de Micro Seiki vinieron en su último período –finales de los 80 y años 90–, destacando modelos tales como las series bajo funcionamiento por correa RX, RY o SX –que ya en aquella época integraban succión del disco así como suspensión por aire– o los modelos de tracción directa DDX o DQX –que aún son considerados para muchos como los mejores jamás fabricados–. Asimismo Micro Seiki se encargó del diseño de referencias para marcas tales como Nakamichi –TX1000 o Dragon CT– o Luxman. Fabricó platos y piezas originales para otras empresas de mundial renombre como ADC, Denon, Sharp, Toshiba, Hitachi, Sanyo, Sansui, Kenwood, Telefunken, Saba, Scott…

Con semejante bagaje hay que reconocer que el resurgimiento como diseñador de Hideaki Nishiwaka en el mercado del Hiend mundial ha puesto en jaque a más de una empresa especializada y ha supuesto la reaparición, bajo una nueva identidad: TechDAS, de una de las más extrañadas y laureadas empresas pertenecientes a la época dorada de la alta fidelidad de excepción.

Air Force: la culminación

Así pues ya es un hecho que tras el último Enosound que tuvo lugar en las afueras de Bilbao –reportaje aquí– tuve la oportunidad de comprobar de primera mano la excelente combinación formada por un conjunto compuesto de un plato TechDAS Air Force III, con brazo Kuzma 4Point con cápsula Kiseki Purple Heart NS, bajo la tutela de electrónica de la suiza CH Precision sonando a través de las españolas Kroma Audio Elektra.

Era la primera vez que podía escuchar con calma el brazo que habitualmente utilizo en mis audiciones y que actualmente es mi referencia con un plato TechDAS, con lo que tras las primeras impresiones altamente positivas, lo comenté con Cayetano Castellano, importador de TechDAS para toda España a través de Audio Club Premier, y acordamos que a la finalización del certamen me enviaría una unidad para poder realizar su análisis en profundidad y así compartir mis experiencias con todos nuestros lectores. Dicho y hecho, días más tarde tenía el TechDAS Air Force 3 en mi casa listo para análisis.

 

Actualmente dentro del portfolio de la firma tenemos cuatro platos, según orden cronológico de aparición (recordemos que el 4 es el número de la mala suerte en oriente):

  • Air Force One, mayo del 2012 y su versión Premium de octubre de 2016
  • Air Force Two, diciembre del 2013 y su versión Premium de junio de 2018
  • Air Force Three, noviembre del 2015 y su versión Premium de junio de 2018
  • Air Force Five, junio del 2018.

¿Cuál es el Factor Clave de Éxito de TechDAS? El propio nombre de los modelos nos da la pista, para Nishiwaka San lo más importante es la ausencia de fricción durante el giro del platter y es por ello, como ya usara en los modelos más sofisticados de Micro Seiki, que los platos TechDAS van asociados a una bomba de aire que se dedica a mantener “a flote” el platter.

Dependiendo del modelo elegido encontraremos diferentes materiales y como consecuencia absorción a vibraciones externas, así como desacoples más perfeccionados o incluso múltiples bombas dedicadas de modo conjunto o independiente a realizar tanto la succión del disco como la flotación del platter o incluso del chasis.

Una vez en casa es momento de desempaquetarlo, realizar acopio y análisis de todas sus piezas y proceder a su montaje. Uno de los puntos que más me gustan a la hora de realizar el análisis de un plato dado que me sirve no sólo para sacar buenas conclusiones sobre la ejecución del producto y su diseño, también para evaluar la calidad de las piezas y sus acabados.

Una vez desempaquetado de su doble caja de cartón dispongo sobre la mesa todos los componentes previo a su montaje. Lo primero que llama la atención es el reducido tamaño general de la base del plato, en planta levemente superior a la de un disco de 12”. No obstante está claro que su diseño recuerda claramente a los modelos RX/RY 1500 de Micro Seiki y que tanto han sido clonados por otras marcas debido a su gran versatilidad.

«Built like a tank» era una de las frases que se acuñó durante los 90 cuando se analizaban productos diseñados entonces, y bien sirve en el caso de este plato, pues su construcción es magnífica. Se nota que es un producto sólido, contundente, solvente, y en su mayoría con piezas fabricadas en aluminio anodizado. El chasis principal tiene un peso algo superior a los 20 kilos y el platter está construido en aluminio A5056, dotando al conjunto de un peso aproximado de unos 35 kilos, incluyendo el motor de corriente alterna, que comparte con el modelo superior, Air Force II.

Me sorprende la parte superior del platter, incluye las típicas gomas a modo de ranura para la succión del disco tanto para 7” como para 12” pero además hay una especie de mat gomoso que desacopla de cualquier micro vibración al disco que se ponga sobre él durante el proceso de succión y consiguiendo un mejor vacío. Otro punto especialmente destacable es la propia correa, se trata de una correa atípica al no ser elástica. Fabricada en poliuretano resulta una idea muy acertada dado que la tensión que se ejerce constantemente sobre las correas elásticas supone una enorme degradación del material con el paso del tiempo y como consecuencia resulta en una afección muy negativa para la correcta estabilidad de giro del platter.

Finalmente y como no podía ser de otra manera la bomba de succión, un componente al uso que si bien no recomiendo situar sobre el mismo mueble en el que instalemos el plato –para evitar las vibraciones que pueda transmitir–, lo cierto es que sorprende lo silenciosa que es y lo poco que llega a vibrar. No obstante, sigo pensando que este tipo de componentes mejor fuera del mueble y si es preciso incluso lo más alejado posible tanto del punto de escucha como del propio plato. Su peso ronda los 10 kilos.

En cuanto al montaje del plato he de reconocer que no pudo ser más sencillo. Primero se coloca el chasis sobre una mesa y se nivelan las patas junto con las del motor; después se coloca el platter sobre una lámina de metacrilato ayudándonos de unas llaves que se introducen verticalmente sobre el propio platter dejándolo caer suavemente tras elevar el eje. Finalmente se interconectan los cables de red, control y aire y a funcionar. Sencillez y ausencia de complejidad.

Queda el ajuste fino de tensión de la correa, una vez colocado el motor a la distancia recomendada en el manual –sólo en inglés– hay que mover en el plano horizontal el eje del mismo buscando la tensión adecuada para un correcto giro a 33-1/3 y 45 rpm. Jugando con los botones de velocidad del plato buscaremos el mensaje “lock” a cada rpm seleccionada memorizándolo y así cada vez que pinchemos un disco, seleccionamos la rpm deseado y el plato ya sabrá volver siempre –control mediante microprocesador– a la misma velocidad.

La operación de desembalaje más montaje no duró más de una hora sin tener familiaridad alguna con el plato, síntoma inequívoco de un diseño perfectamente diseñado y ejecutado.

Una vez instalado era hora de acoplar el brazo que iba a utilizar para la audición, el Kuzma 4point con cableado Nordost y cápsula Lyra Kleos SL. Para los reglajes del brazo me ayudé de los clásicos Dr. Feickert Protractor NG para ajustes relacionados con la geometría, Hifi News Test LP para ajustes de bias, Fozgometer para un correcto Azimuth y el Clearaudio Weight Watcher para una precisión meridiana en el Vertical Tracking Force de la cápsula. El VTA, como todos sabéis, se rige bajo mis mediciones con microscopio electrónico. La idea era mantener los valores lo más parecidos a mi ajuste de referencia en el Clearaudio, para ser lo más preciso y honesto posible en la comparativa.

La calibración de velocidad no fue necesaria dado que como ya he comentado con anterioridad la realiza el propio plato mediante microprocesador, no obstante quise comprobar los datos obtenidos así como sacar la influencia del wow/flutter, gracias a la app de Dr. Fecikert Platter Speed junto con el disco de 7” Adjust+ midiendo un tono puro de 3150Hz para chequear 33-1/3rpm así como 45rpm. Los valores obtenidos dignos de un plato del nivel del que se prueba, nada más y nada menos que decir. Glorioso.

Es impresionante la primera vez que arranca, dado que si pasamos de stand by a ON, la bomba de aire se activa y el platter pasa de no poderse mover a simplemente flotar y moverse libremente. Alucinante. Como punto negativo destacar que por el propio sistema de giro flotante y ausencia de elasticidad en la correa, tanto para llegar a la rpm correcta en el arranque como para esperar a que el platter deje de girar, requiere esperar algo más de lo que estoy habituado, en discos a 45rpm –que son la minoría– puede llegar a ser algo tedioso.

Tras utilizarlo durante varios días el procedimiento de uso que entendí más adecuado fue dejarlo en stand by durante el tiempo que no funcionara. Para pinchar un disco colocarlo sobre la bandeja, activar la succión, poner el clamp y girar el platter ayudándonos de un leve movimiento manual para que la correa coja buena tracción y sufra lo menos posible. Se seguirá el procedimiento inverso al cambiarlo de cara o retirarlo. Considero que es el único modo de no tener problemas cuando un disco esté alabeado, dado que si ponemos primero el clamp la succión puede quedar comprometida en algún punto.

Globalmente la estética de este plato puedo decir que confiere a un formato tan “antiguo” como el vinilo un toque de modernidad y solvencia visual digno de los reproductores digitales de última hornada. Poner un Air Force en casa, el que fuere, dota al formato de un novedoso espíritu de actualidad que una vez te habitúas, volver a un plato de corte más tradicional resulta visualmente “pobre” y te retrotrae a otros tiempos.

Sonido

No os voy a engañar, la expectativa era alta y siempre se ha dicho que el punto negativo de partir de un juicio previo optimista es que el resultado final suele no cumplir con lo esperado. Así que tras un par de semanas sonando discrecionalmente, empecé mis evaluaciones “formales”.

El primer impacto que me llevé fue la diferencia con respecto a mi actual base de origen Clearaudio en cuanto a presentación escénica y proyección dinámica. En cuanto al primer aspecto salta a la vista que este plato ofrece una tridimensionalidad que no había tenido la capacidad de escuchar con ninguno otro plato conectado a mí sistema. Por un lado se proyecta una escena de dimensiones superiores a las habituales –similar en tamaño a la del Hanss T-60 que evalué hace ya más de tres años en esta publicación– pero con una precisión focal y estabilidad en los sonidos dignos del formato digital. Esta precisión viene acompañada de un fondo negro apabullante, generando una profundidad y una capacidad de encontrar los diferentes planos sonoros palpable.

El segundo aspecto, la proyección dinámica, es una cualidad para mí a día de hoy mucho más importante si cabe. Desde hace ya al menos un par de años no soy capaz de disfrutar un producto que no sea capaz de marcar de modo evidente el ataque de la música, su tempo, su ritmo… Si la dinámica del componente objeto de análisis no acompaña y no es apropiada, no me creo lo que suena y por lo tanto no le presto la atención que merece, transformándose en un nocivo efecto de hilo musical. Este AF3 es uno de los puntos en los que más destaca, es capaz de restituir el transitorio a una velocidad tal que resulta adictiva. Sinceramente, el nivel en este apartado es de absoluta referencia. Una característica que sólo he sido capaz de encontrar de momento en el formato rey y que alguna vez me ha parecido vislumbrar en los mejores lectores de CD/SACD –caso del CD8 S TUBE de Metronome que revisé–.

Evidentemente no se puede llegar a estas cotas de perfección en el ámbito escénico y dinámico sin ir acompañado de otros atributos en los que también ha brillado. Al final hay que recordar que en el sonido todo está interrelacionado y que si un producto apunta hacia uno u otro lado de la balanza es por el compendio de varios factores.

Gracias a la alta precisión en el microdetalle, junto con los atributos mencionados anteriormente, la sensación de liquidez es muy marcada. Tanto en instrumentos como en voces, durante la escucha del precioso Mission de Cecilia Bartoli –DECCA 2012– se puede percibir con claridad cómo música y voz se restituyen sin ningún tipo de aristas, quedando perfectamente ensambladas. Puro terciopelo acentuado con un sostenido de notas sólo capaz para los mejores conjuntos de cápsula/fono/brazo y plato cuando los ajustes están bien hechos, decays marcados que dan máxima coherencia y verosimilitud.

La grandilocuente escena que presentan las bodas de Figaro de Mozart bajo la batuta del eminente Karl Bohn en 1968 –DG– es totalmente tridimensional, y los movimientos a través del escenario lateral como en profundidad e incluso proyección de la voz –de espaldas o frontal– es clara. El Porgi Amor interpretado por Gundula Janowitz en esta grabación es de antología y me pone los pelos de punta, me emociona. Además, el ritmo está dotado de un tempo que aporta una coherencia total a la obra comprometiendo al oyente: ¡qué ritmo y estabilidad! Delicioso.

El sonido es cristalino, en el celebérrimo Take Five de Time Out del cuarteto de Dave Brubeck –Columbia 1959– todos los instrumentos tienen su color: percusión, cuerda, piano y viento quedan absolutamente diferenciados mostrando una realidad pasmosa, están delante de mí. El saxofón me hipnotiza y no puedo más que escuchar música. Adicción.

Las mismas sensaciones que tuve cuando cambié en amplificación del modelo FPB 300CX al 600C en cuanto a separación de instrumentos, lo encuentro en la escucha del AF3. En aquel caso debido al  cambio a  una nueva topología totalmente doble monofónica, y en este posiblemente por un compendio de factores dirigidos hacia el máximo desacople y mínima fricción. La separación de canales ha aumentado respecto a mis habituales escuchas, los sonidos están mucho más separados y tienen de un modo preciso su propio espacio, no se mezclan y soy capaz de encontrarlos con facilidad, nula fatiga. Incluso en pasajes orquestales pomposos, caso de la espectacular reedición de Festival –1960 RCA Living Stereo– por parte de Sony Music bajo la batuta de Fritz Reiner o el fantástico Exotic dances from the Opera que Eiji Oue dirigiría en 1996 –Reference Recordings– la separación de instrumentos es máxima, todos tienen su lugar y su correcta ubicación –entiéndase precisión focal–. En grandes masas orquestales se diferencia claramente lo particular de lo general, no hay batiburrillo y es imposible no estar prestando el 100% de la atención a la música.

Dado que este plato presenta un balance tonal neutro no se puede decir que graves, medios o agudos tengan más influencia unos sobre otros. Lo que sí quiero dejar patente es que la parte alta del espectro se define de modo transparente, con su peso justo y marcando mucho el detalle, sin olvidar aportar el grosor necesario para su correcta credibilidad. Los medios tienen un leve toque orgánico y consiguen buena presencia y el grave si bien podría no llegar a las profundidades que se pueden atisbar en los modelos superiores de la marca, cumple con sobresaliente para mis exigentes estándares de calidad, especialmente en cuanto a articulación y timbre. Un disco que suelo pinchar para analizar el caso es el doble álbum a 45rpm I still do de Eric Clapton –2016 Polydor Records–. El corte I´ll be there, interpretado por Mr. Clapton junto con el joven cantante y compositor británico Ed Sheeran es delicioso. El grave contenido y muy articulado pero con realce, y voces e instrumentos definidos: muy complicado cuando existe algún tipo de desequilibrio tonal.

Conclusión

El hecho de que detrás del proyecto TechDAS esté Hideaki Nishikawa es todo un seguro de vida para el potencial comprador. Con su bagaje histórico como ingeniero en Stax y habiendo sido diseñador jefe en la aún venerada Micro Seiki, cuyos platos siguen siendo objetos de culto para muchos de nosotros, Nishiwaka san ha sabido mantenerse en la brecha del hiend gracias a ser responsable durante muchos años a través de Stella Inc. de la distribución para su país de las marcas punteras de hiend, desde las míticas Krell o Mark Levinson, hasta las actuales Constellation o Vivid Audio.

La inyección de calidad que ha supuesto para el mercado del vinilo la incorporación de estos nuevos diseños de Air Force desde 2012, supone un antes y un después en cuanto a ingeniería aplicada y modernidad estética, confiriendo a un formato a priori obsoleto el atractivo de ser lo último en fuentes de lectura.

Con el espíritu de hacer hueco en el segmento de mitad de gama de la firma –recordemos que recientemente se presentó en Munich el Air Force V–, el Air Force III que he tenido la oportunidad de disfrutar durante casi dos meses gracias a la colaboración de Audio Club Premier, tiene un diseño absolutamente rompedor, creando una nueva referencia tanto a nivel de solvencia de funcionamiento como de estética visual. Y es que no os engaño si os digo que después de convivir durante este tiempo con el AF3 cualquier otro plato queda como algo antiguo e incluso grosero.

Podría parecer que esto supone una complicación en su diseño que volviera miradas hacia otro lado, pero nada más lejos de la realidad. La grandeza de este plato es que es capaz de conciliar en contenido tamaño y acertado diseño, tweaks como la succión en vacío del disco para una rápida disipación de la microvibraciones, o la rotación del platter sobre cojinete de aire buscando la mínima fricción para una perfecta estabilidad en el giro. Dos argumentos imprescindibles en el diseño de la firma japonesa y que considero deberían sentar las bases de lo que como mínimo deben ofrecer todos sus productos si desea mantener tan altas cotas de calidad sónica.

Su montaje resulta extremadamente fácil y deberá tener en cuenta la localización de la bomba ligeramente alejada tanto del plato como del punto de escucha. No obstante las dimensiones del plato son contenidas y permite su colocación en cualquier mueble de calidad destinado a Hifi al uso que se precie. Incluso para asemejarlo a los Air Force de superior gama, podría quedar muy beneficiado de algún tipo de suspensión al estilo Vibraplane o similar.

Es posible que su precio sea elevado para nuestro mercado, pero es uno de esos componentes que en función de su calidad constructiva, sus acabados, la optimización de su diseño y lo perfectamente estudiados e implementados que están sus tweaks, considero que justifica hasta el último centavo. El dinero se va a puntos clave que realmente importan, aquí no se vende humo, misterio o exclusividad, se vende tecnología en la búsqueda del mejor sonido posible.

Sónicamente destaca principalmente su gran dinámica y capacidad de restituir los transitorios de modo evidente, tanto como la música pinchada los ofrezca, dentro de un contexto escénico de gran dimensión, estabilidad y precisión focal. Ofrece unas altas cotas de neutralidad y transparencia ayudado gracias a un silencio extremo y una separación entre ambos canales de nivel referente.

Este plato bajo mi punto de vista sienta las bases de cómo ha de “no” sonar un plato a este nivel de precio y se convierte para mí en una referencia. Y es que no nos engañemos, la principal misión de un plato es la de no aportar absolutamente nada y lo han conseguido. El vinilo gracias TechDAS se eleva hasta unos niveles de perfección sónica tan reales que es incluso capaz de transformar el sistema a través del cual se escucha.

Mi más sincera recomendación.

TechDAS Air Force 3 – 25000€

Distribuye Audio Club Premier

EN ROTACIÓN FRECUENTE

  • Cecilia Bartoli: Mission  (DECCA, 2012)
  • Mozart – Bohm: Le nozze di Figaro (DG, 1968)
  • The Dave Brubeck Quartet: Time Out (Sony Music, 1959)
  • Dritz Reiner: Festival (RCA Living Stereo, 1960)
  • Eiji Oue: Exotic dances from the opera (Reference Recordings, 2012)
  • Eric Clapton: I still do (Polydor Records, 2016)
  • Peter Gabriel: New Blood (Real World, 2011)
  • The Living Daylights, BSO (Warner Bros, 1987)
  • Berlioz – Bernstein: Symphonie Fantastique (CBS, 1968)

Nº serie: 61108161

SISTEMA UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas:

  • Wilson Audio WATT/Puppy System 5.1e

Fuentes

  • Clearaudio Champion Level II SE
  • B.M.C. Belt Drive CD 1.1

Brazo de lectura

  • Kuzma 4point

Cápsulas

  • Lyra Kleos SL Limited Edition
  • Koetsu Urushi Vermilion

Amplificación

  • LFD MC-2 SE
  • Mark Levinson Nº 380S
  • Krell FPB 600c

Cableado

  • Nordost Valhalla
  • MIT Shotgun S1

Tratamiento de red

  • Vibex One 7 Rhodium Version Powerblock
  • Clearaudio S. Synchro
  • Okutsu Denko Air3 – Acrolink 7N-P4030 II – Transparent Power Link Super PLS – MIT Z-Cord II
  • Línea dedicada de 20A

Accesorios

  • Clearaudio Outer Limit y Locator – Clearaudio Quadro XXL Clamp – Okki Nokki RCM MKII – Vincent KHV 111 MKII – Sennheiser HD 650 – Terpsicore Cable Sound Clear y Damper 30 – RPG Skyline – Shakti “The Stone” – Stillpoints ERS Cloth – VibraPOD – Cable Isolators – Audio Selection y Vibex prototype Spikes – Muebles ultrarígidos hechos a medida – Bases de granito sudafricano

 

 

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