AE309 – Good Manners
Acoustic Energy lleva dede 1987 diseñando y fabricando cajas acústicas. Su primer modelo de caja acústica fue el emblemático monitor AE1 el cual recibió numerosos premios y consiguió tan elevadas cotas de excelencia que lo convirtió en el monitor de referencia de numerosos estudios de grabación.
Este éxito tan fulgurante les permitió posicionarse en un mercado tan competitivo como el Hi-Fi de presupuesto “sensato” y forjarse una reputación consolidada con otros modelos de su portfolio.
Como le ha pasado a numerosas empresas Hi-Fi británicas Acoustic Energy, en adelante AE, también cayó en el punto de mira de inversores que inyectaron capital en 1994 y convirtieron la pequeña fábrica nacional en una empresa multinacional. Entonces enfocaron su linea de mercado en cajas acústicas entry-level y productos como altavoces con Bluetooth y radios de Internet con Wi-Fi. Fue entonces cuando se trasladaron desde Londres a unas instalaciones más grandes en la ciudad de Cotswold de Cirencester donde siguen hasta la fecha.
Afortunadamente para la firma -al igual que otras marcas británicas- ha vuelto a ser recuperada por manos y talento británicos. Así desde 2017 está dirigida por nombres relacionados a la compañía inglesa durante más de dos décadas. 34 años de existencia dan también para ganar mucha experiencia e incluso para volver a dar un golpe sobre la mesa, abrir muchos oídos y por qué no cerrar de paso alguna boca y todo ello “for the love of music.”
AE cuenta actualmente en su catálogo con cinco lineas de cajas acústicas. Así tenemos sus tres lineas AE100, AE300 y AE500 compuestas todas ellas por cajas de suelo, monitores, centrales y subwoofers. Un monitor activo muy premiado y celebrado su AE1 Active y otra serie llamada AEGO dedicada a altavoces de escritorio para dar soporte a ordenadores de sobremesa y portátiles y televisiones que cuenta con mini-monitores, barra de sonido y subwoofers de tamaño pequeño.
Acoustic Energy también fabrica sus propios soportes para monitores.
Para la presente prueba contamos con las cajas de suelo AE309 y según el fabricante prometen rendir tanto en salas medianas como en salas grandes.
Construcción
La AE309 es una caja acústica tipo columna de líneas estilizadas con dimensiones compactas. No hay nada más que ver la caja de suelo AE309 sobre la base de granito en la que asiento mis Usher Mini Dancer DMD2 para ver la diferencia de planta y volumen, algo fundamental cuando no se dispone de mucho espacio o no se tiene una sala dedicada o incluso ambas cosas. Tienen la misma calidad constructiva y huella sonora que su versión monitor las AE300, pero las columnas AE309 montan un driver extra añadido en modo 2,5 vías, que junto con al mayor volumen del recinto, aporta un plus en la performance del grave tanto en profundidad como en pegada, algo que causa sensación desde el primer minuto de escucha. Oír para creer.
Según la firma inglesa la columna AE309 utiliza dos altavoces de medios-graves de 130 mm de última generación. Con un nuevo cono sándwich de aluminio cerámico con un perfil ultra superficial y un sistema de motor de tiro largo y fuerza ultra alta. Este nuevo transductor cuenta con una dispersión mejorada, un golpe de graves extendido y mejor manejo de potencia general.
Para la parte alta del espectro están dotadas con un nuevo tweeter de aluminio de 25 mm que monta toda la Serie 300. Éste ofrece un manejo de alta potencia y una resonancia fundamental baja para reducir la distorsión. Además han concentrado sus esfuerzos en Investigación y Desarrollo en la guía de ondas que rodea al tweeter. Esta tecnología mejora la dispersión del sonido. Vaya por delante que no estamos ante unas cajas “egoístas” en el sentido de que sólo permitan un punto muy estrecho de escucha óptima. Digamos que son unas cajas de sofá más que unas cajas de sillón. Dichas guías de onda no sólo permiten un punto de escucha más flexible sino que consiguen que el sonido gane coherencia en el eje vertical al armonizar las ondas sonoras del tweeter con las del woofer.
En cuanto al recinto en sí, monta un gabinete inerte de MDF de 18 mm que utiliza una tecnología de refuerzo patentada derivada de su serie Reference para reducir la coloración del recinto. Es una construcción tipo sandwich con dos capas de MDF y una capa interna de material bituminoso. Se sienten ciertamente robustas al golpearlas con los nudillos. La caja tiene un puerto bass reflex con forma de ranura en la parte posterior superior del altavoz, la cual mejora la salida de graves y reduce la distorsión percibida. La base del recinto tiene instalado un material de masa inerte que agrega amortiguación y reduce la coloración del gabinete. También viene con unas puntas de desacoplo de 8 mm. Estos spikes no sólo cumplen su función obvia del desacoplo de la caja con el suelo para evitar vibraciones sino que permite apuntar los tweeters un poco hacia arriba buscando la altura de nuestros oídos permitiendo así un ajuste fino en la posición de las cajas.
Detalles
Las cajas que han sido cordialmente cedidas para la prueba vienen en un acabado blanco piano y por el mismo precio las ofrecen en negro piano. Aunque por algo más de 100 euros extra tenemos una versión en chapado de auténtica madera de nogal tan finamente terminada que rivaliza con el acabado de cajas que duplican su precio. Claro que si el presupuesto está limitado bienvenidos sean esos ciento y pico euros de ahorro ya que las versiones blanco y negro piano son también bonitas.
Otro detalle de agradecer es que las rejillas de tela acústica son de tipo magnético, algo que facilita quitarlas y ponerlas sin que haya unos anclajes a la vista que rompan su estética pulida y minimalista. Pero lo mejor de las rejillas es que son sonoramente transparentes por lo que se pueden dejar puestas. Además ocupan todo el frontal de la caja acústica no sólo la zona superior donde están los drivers con lo cual si las vamos a instalar en un sistema de cine en casa con un proyector de video evitamos que el pulido de las cajas y en especial el de su frontal pueda provocar molestos brillos.
Un diseño ganador es que los postes de conexión de las cajas estén inclinados hacia arriba ya que facilita mucho la conexión sin tener que agacharnos ni adoptar posturas que castiguen mucho nuestras delicadas y sufridas lumbares audiófilas.
Sonido
Pop – David Bowie – Black Tie White Noise (CD)
Blackstar no fue el primer disco donde David Bowie coqueteó con el jazz ya que en 1993 publicó su disco Black Tie White Noise, un trabajo con el que el camaleón intentaba levantar cabeza del naufragio y zozobra que supuso su pseudo-banda Tin Machine y que cuenta con auténticas perlas con una refinada producción.
Uno de mis cortes favoritos es el titulado “I know it’s gonna happen someday.” Según palabras del propio Bowie es la versión de un tema que compuso Morrissey al estilo Bowie. Luego tenemos a Bowie imitando el estilo de un Morrissey que imita a Bowie en un magnífico juego de espejos paralelos. El tema cuenta con los magistrales arreglos orquestales de Chico O’Farril y la colosal guitarra de Tony “Wild T” Springer.
Suena la intro de batería seguida del bajo y el piano y constato que las AE309 tienen el peso y empaque de cajas de mayor tamaño. No quiero decir con esto que tengan una pegada rockera, pero esa zona de los 80 hz donde está la patada del grave está bien presente. Por debajo de esos 80 hz las cajas consiguen suficiente presencia como para poder rellenar la sala como si montasen drivers más grandes.
La zona media con Bowie cantando ligeramente desplazado a la izquierda suena a ras de la linea de las cajas. No son unas cajas que nos tiren la música a la cara sino que tienen una presentación relajada. Los coros femeninos suenan un poco más atrasados que la voz de Bowie, que para mitad de la canción ya ha tomado el centro del escenario.
Las cuerdas y metales suenan sedosos para nada cansinos o lacerantes. Los coros acompañan al solo de guitarra que se marca Wild T Springer y para entonces la voz de Bowie se rasga y quiebra demostrando que no le hace falta llegar a las cuatro octavas y una nota de su juventud para conmover y comunicar.
Otra perla del disco es la instrumental “Looking for Lester” con Nile Rodgers en la producción, la trompeta de Lester Bowie, el propio David Bowie tocando el saxo con un estilo tan personal que a veces parece una guitarra desafinada y a su pianista de siempre Mike Garson. Todos ellos consiguen un tema jazz-house que está a años luz en calidad, estilo, producción y enjundia de lo que tan sólo tres o cuatro años después se iba a malcocinar en la industria musical discotequera. Yo lo llamaría Intelligent Jazz House Music pues es más escuchable que bailable pero ante todo para diferenciarlo de la broza que vino después.
Todo el tema es una delicia divertida, donde las sólida y machacona base rítmica es contrarrestada con un arsenal de solos de saxo, trompeta y una sección de brass que viste al marginal house con una elegancia inusitada hasta la fecha. Sin ser unas cajas que busquen primordialmente la resolución, lo cierto es que no se desenvuelven nada mal a la hora de desatascar la turbamulta sonora de este track tan complejo y recargado.
Los agudos en esta canción pueden ser especialmente cansinos o lacerantes con según que amplificación o cajas, pero con las AE309 en ningún momento puntual o pasaje se me han hecho irritantes. Ni siquiera el saxo de Bowie que juega con la cacofonía aplicando la máxima de Miles Davis de que una nota no está mal tocada si la confirmamos con la siguiente nota que toquemos; ni el martilleo de las notas más agudas de la mano derecha del superdotado pianista Mike Garson llegan a sonar chirriantes y se pasean juguetonas y descaradas por el escenario.
Jazz – Stanley Turrentine – Comin’ Your Way – (Blue Note Tone Poet Series reedición LP 33 1/3 RPM gatefold)
Si tuviera que recomendar artistas o discos de jazz para un público generalista o neófito me quedaría con Freddie Hubbard, Coleman Hawkins y por su puesto con el prolífico y accesible Stanley Turrentine. No es que con el pop rock cargado de instrumentos y producción anterior las AE309 lo estuviesen pasando mal, ya que han superado mis expectativas al dar un sonido con más cuerpo y presencia del que se podría esperar atendiendo a sus litros y sus drivers, pero con el jazz ¡ay qué bien suenan con jazz clásico! Se les puede subir el volumen que nunca va a sonar una trompeta arisca ni un saxofón agobiante. Los instrumentos mantienen su tamaño y el balance tonal por su presentación relajada y sedosa la cual recrea un ambiente propicio para la intimidad de las pequeñas bandas de jazz. Pero que no den un sonido adelantado no las coarta para reportarnos una sensación de 3D ya que consiguen una profundidad prodigiosa y elogiable, parte debida al grave extendido que da empaque y tamaño al sonido y parte a la lograda integración de sus tres drivers que proyectan un sonido tan cohesionado que permite a las cajas desaparecer logrando una intachable imagen estereofónica.
Claro que podrían tener unos agudos y medios más reveladores o un grave más clínico y seco, pero cuando pienso en el precio de estas columnas y en la enorme competencia que hay en el mercado en su franja me reafirmo en cuán formidables son estas Acoustic Energy AE309. Tan musicales y adictivas que a uno se le quitan hasta las ganas de perder el tiempo en darle la vuelta al disco y vuelve a poner otra vez la misma cara. Cero fatigas, cero chirridos. Podría achacárseles que son algo tímidas, pero sería un error de interpretación ya que lo que tienen estas cajas y a raudales es lo que en inglés se llaman “good manners” o buenos modales en español y que a mí me gusta más traducir más literalmente como “buenas maneras” porque es su manera delicada, discreta y dulce de presentarnos la música la que hace que se puedan usar horas y horas sin fatiga alguna.
No digo que las cajas no demuestren brío, porque insisto en que tienen un grave muy sorprendente para su tamaño pero éste – en concordancia con la zona media y alta del espectro – parece que es proyectado hacia adentro de la sala justo detrás de las cajas dando una sensación de profundidad espacial que me deja por momentos no sólo ojiplático sino permítaseme la licencia: orejiplático.
No olvidemos que por las limitaciones de forma y tamaño de mi sala las cajas las tengo en la pared ancha. Están separadas 190 centímetros de distancia entre tweeters y la misma distancia de tweeters a punto de escucha formando un triángulo equilatero. Hay 90 centímetros desde su frontal hasta la pared incluso menos si mido hasta el ras de las estanterías de CDs.
La versión del estándar “Someone to watch over me” que se marca el bueno de Turrentine en la segunda cara me lleva a esos bancos de madera del parque cubiertos de hojas secas, a la primera vez que volé una cometa, a ese rincón cálido y mullido que todos los que ya peinamos canas tenemos en el alma. Para mí eso es lo más importante y no se mide en hercios ni en decibelios sino en número de vellos erizados por centímetro cuadrado. En eso las inglesas superan la prueba con creces.
Rock – Dire Straits – Dire Straits (Mobile Fidelity Sound Lab LP 2 x 45 RPM Gatefold)
Si hay una canción que recuerdo desde mi más tierna infancia es el Sultans of Swing de los Dire Straits. Omnipresente en las radios comerciales la recuerdo sonar en el radiocassette Sanyo de mi madre, pero lo curioso es que tengo un vívido recuerdo de escucharla en el puesto de un carnicero del mercado de abastos de mi pueblo. Inolvidable aquel rostro de felicidad del carnicero al ver que la ponían en la emisora local. Lo recuerdo dándole un poco más de volumen a la radio mientras me soltaba una media sonrisa díscola y cómplice.
Yo tenía una edad en la que mi madre me sentaba en el poyo de la cocina mientras descargaba el carro de la compra y no me atrevía a bajarme yo solo de lo alto que se me antojaba. Así de pequeño era y ya la música me dio su primera mano de pintura para calarme los poros por siempre jamás.
Las AE309 emplazan la voz de Knopfler junto a su guitarra en el centro de escenario. Juntas pero no revueltas. Los platillos de la batería y el charles, sin resultar efervescentes, lo cierto es que consiguen tener su entidad y brillo propios. Es curioso porque con una escucha no crítica todo suena como en un bloque armonioso, pero si se afina el oído uno se da cuenta de que la microdinámica y el detalle también están ahí aunque no de una forma tan evidente y menos aún ostentosa.
El bajo tiene ese golpe que hace de la canción algo casi bailable por su groove. Si pongo la vista en los drivers compruebo que consiguen aportar más peso y pegada porque son sometidos a mucha excursión sin que ésta sea a costa de sacarlos de su rendimiento lineal.
Suena el siguiente corte “In The Gallery” y lo mismo ocurre con el bombo que junto a los toms aporta una mini-patada bastante convincente. Las cinco más cinco pulgadas de sus dobles drivers de aluminio cerámico no suman diez pulgadas en pegada y movimiento de aire pero sí que consiguen el empuje y presencia de un siete pulgadas y todo ello en un recinto con tan sólo 17,5 centímetros de anchura. Cuando existen limitaciones en la sala por tamaño, proporciones y emplazamiento de nuestro sistema nuevamente compruebo esa máxima que dice que: “las leyes de la física no se pueden romper pero sí se pueden doblar.” Pues aquí hay mucho trabajo de ingeniería para conseguir que estas pequeñas columnas suenen como otras el doble de grandes y el doble de caras.
Ambient – Harold Budd – The Serpent (In Quicksilver) – LP – 45 RPM Redición
Harold Budd, otro veterano músico californiano de la escena ambient y alternativa, fue compositor, poeta, teclista, escultor y paisajista sonoro. Famosas son sus colaboraciones con Brian Eno y con Robin Guthrie de los Cocteau Twins. Como pianista desarrolló una técnica que él mismo bautizó como “de pedal suave.”
Su disco The Serpent (In Quicksilver) fue lanzado en el propio sello del artista en 1981. Es un disco corto en el que piano, la pedal steel guitar y sutiles capas de post-procesamiento nos llevan por los paisajes del desierto de Mojave en los que Harold pasó su niñez.
En este caso la reedición parte de un re-masterizado digital que es volcado a disco de vinilo a 45 RPM que ayuda algo con la dinámica pero que dista mucho de tener la calidez y calidad de una primera edición original. Buena obra, mala edición.
Aquí las AE309 ayudan a hacer más digerible el álbum, pues los agudos calmados que tienen eliminan algo la digitalitis que sufre esta reedición no funesta pero sí muy mejorable.
La pedal steel guitar suena líquida y expansiva pero sin machacar los tímpanos. El piano suena onírico por esa maravillosa reverb analógica que siempre usa magistralmente Budd y que hace que las notas tengan una lánguida y nostálgica cola que es precedida por un estirado decay. Minimalismo en estado puro. Aquí los silencios por minúsculos que sean importan tanto o más que las nota en sí. En el segundo corte titulado Wanderer esto se hace evidente.
En el tercer corte titulado “Rub with Ashes” donde Harold toca exclusivamente un piano Bösendorfer es imposible no establecer una alegoría con los trazos de los pintores impresionistas franceses. Aquí la reverb natural de la caja del piano es otro instrumento más por sí misma y las AE309 con sus buenos modales y su refinamiento casi logran que un disco por desgracia DDA se nos antoje casi AAA y lo hacen sin que parezca que están poniendo una gasa de algodón en nuestros oídos, lo consiguen acentuando las virtudes de la grabación.
Conclusión
Las Acoustic Energy AE309 se han ido ganando mi respeto y consideración con cada hora de escucha. Podríamos decir que las AE309 son unas AE300 en la zona media y alta pero con un extra de grave en extensión y pegada que las hace más polivalentes. No son unas cajas egoístas con el punto dulce. Tienen un delicado sonido inglés que prima la mesura sobre el análisis, aunque sin llegar a sonar mochas o romas en modo alguno. Con pop rock se defienden bastante bien gracias a su doble driver y sus 2,5 vías consiguiendo dosis decentes de pegada aunque sin llegar a rocanrolear. Pero con música vocal, pequeñas formaciones de jazz y música acústica en general consiguen una tímbrica coherente y un escenario sorprendente en anchura y profundidad.
Con 89 dB de sensibilidad y sus 6 ohmios no son difíciles de amplificar ni por topología ni por potencia de la amplificación, aunque por precio y características su aliado natural sería un amplificador integrado de estado sólido clase AB de al menos 50 vatios por canal y tampoco descartaría alguna amplificación en clase D, porque el carácter educado de las cajas amortiguaría cualquier sonido metálico o filoso. Incluso se pueden instalar en un set 5.1 con una amplificación multi-canal ya que sus 6 ohmios nominales no las hace excesivamente devoradoras de corriente siendo la capacidad de entrega de corriente un punto en contra de la inmensa mayoría de dichos receptores multi-canal.
Valga el símil de que estas cajas serían como un proyector de cine. Pareciera que el sonido sale desde detrás del punto de escucha y que sólo tenemos que poner vista y oído al frente de la sala para disfrutar de lo que pasa sin que el sonido nos sea lanzado desde las cajas hacia nuestro rostro. Por contra otras cajas en un principio más atractivas y seductoras proyectan el sonido desde sus drivers y adelantan la escena. Emiten sus medios y agudos de una forma mucho más analítica sí, pero también a veces más lacerante y filosa, tanto que en escuchas prolongadas resultan cargantes. Jamás me ha pasado esto con estas competentes AE309. Se disfrutan por lo que son, por su naturaleza y diseño sin que uno tenga la sensación de estar comparándolas consciente o inconscientemente con otras cajas sean o no de su misma franja de precios.
Son elegancia, finura y discreción pero con ciertas dosis de cuerpo y ataque cuando hace falta.
Pero
Con este precio y el sonido que ofrecen no hay pero que valga. Si tiene la oportunidad no dude en escucharlas. Si puede hágase con la versión en chapado en auténtica madera de nogal. Un acabado que las convierte no sólo en una delicia para los oídos sino también para la vista.
Acoustic Energy AE309 – 1190 € Acabado laca blanco/negro y 1290 € Acabado madera nogal
Puntos de venta:
AUDIOGALLERY, Madrid. Tel: 91 805 34 79
AUDIO NOSTRUM, Barcelona. Tel: 607 35 24 48
Especificaciones técnicas
- Altavoces: 2 x Cono sándwich de aluminio cerámico de 130 mm en graves medios y Cúpula de 25 mm en agudos
- Sensibilidad: 89 dB
- Pico SPL: 115 dB
- Manejo de potencia: 175 W
- Cortes de Crossovers : 296Hz / 2.56kHz:
- Impedancia: 6 ohms
- Diseño: 2,5 vías
- Rejillas magnéticas
- Dimensiones (mm): 900 / 175 / 280 mm
- Peso: 22 kilos
- Acabados: Piano brillo blanco, Piano brillo negro y Chapado de madera de nogal real.
EQUIPO UTILIZADO PARA LAS PRUEBAS
Amplificación
- Amplificador Integrado Yamaha A-S3000
Fuente Digital
- Reproductor de CD/SACD Yamaha CD-S3000
- iMac mid 2007 Core 2 Duo 2,4 GHZ y 6 gigas RAM DDR3 con disco duro interno SSD para sistema operativo y software
- Macbook Pro Retina Early 2015 con Intel Core i5 a 2,9 GHZ 8 GB de RAM DDR3 a 1867 MHZ y disco duro interno SSD de 500 GB
- Disco duro Western Digital My Passport Ultra 2,5” y 2 tB para biblioteca musical
Fuente Analógica
- Giradiscos Acoustic Solid modelo Solid Wood con Brazo Rega RB-303 y cápsula Ortofon MC-3 Turbo.
Cableado y otros
- Rack marca Rogoz modelo 4QG3
- Base para giradiscos de granito de 3 centímetros montada sobre 4 silent-blocks.
- 2 Bases para cajas acústicas de granito de 8 centímetros montadas sobre 6 silent-blocks.
- Regleta Furutech e-TP80e con cable de corriente Furutech G-314AG-18E
- Cables de altavoz Supra Classic 6.0 en bicableado con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas en origen en ambos extremos
- Cables de altavoz QED Silver Anniversary XT / CF con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas de origen en ambos extremos
- Cable de corriente Furutech G-320Ag-18-E en SACD
- Cable de corriente Cardas Golden Power Cord en Amplificador
- Cable USB Audioquest Carbon en Macs / SACD
- Cables de modulación RCA Groneberg Quattro Reference
- Cables de modulación RCA Better Cables
- Cables de modulación XLR Hivilux
Sala dedicada de 22 m2 acondicionada acústicamente con alfombra gruesa de lana natural, cuatro paneles de fibra de vidrio de 50 mm marca EQ Acoustics situados en la pared tras el punto de escucha. 2 Paneles de poliéster de 100 mm marca EQ Acoustics en la pared de fondo. 2 Paneles de lana de roca de 150 mm en la pared de fondo y dos difusores cuadráticos de tipo residual marca T.Akustik modelo SC Diffusor. 5 difusores 2D marca T.akustik modelo Spektrum D20 en la pared de las cajas acústicas.
Ocho trampas de graves marca Auralex modelo Lenrd. Cortinas gruesas muy rizadas y doble cierre de aluminio con rotura de puente termoacústico. 2 trampas de graves de membrana marca Hofa modelo Baby tras el punto de escucha. Trampa de graves de lana de roca de 80 kg/m3 de densidad de 200 cm x 35cm x 70 cm.