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La curiosidad mató al gato

Tras la interesante visita que realicé en el mes de mayo a las instalaciones de Pedro Asencio, situadas en la capital hispalense, junto a mi amigo Alberto Pascual, ver artículo aquí, mostré interés por realizar una review, sobre una de las marcas que más me llamó la atención de entre todas las que componen la amplia selección que allí tuve la oportunidad de ver y escuchar, la firma de origen Coreano Allnic Audio Lab.

Allnic Audio es una compañía fundada por el profesor Kang Su Park, especialista desde hace ya más de 20 años en diseños puramente valvulares, donde aunando componentes tecnológicos de última generación junto con un concepto clásico del diseño de tubos de vacío, ha conseguido obtener unos excelentes resultados tanto sónicos como, sin duda estéticos. Esto junto con una muy buena selección a la hora de la distribución a nivel mundial, está consiguiendo posicionar a la prestigiosa firma Coreana como una de las más importantes dentro del panorama del hiend actual.

Como ya sabréis los que habéis leído alguna de mis revisiones, es el formato rey analógico, el vinilo, el que se ha llevado el gato al agua en lo que a la persecución de la perfección sonora en mi sistema se refiere. Con ello me interesé por alguno de los tres modelos de previos de phono que Allnic Audio Labs tiene en su catálogo. Tras una interesante charla en mi domicilio con Jorge Castellano, representante de Sound en Madrid, concretamos que lo ideal sería realizar una análisis profundo de un novísimo (prácticamente recién sacado del horno) previo de phono de inicio de gama, concretamente el H-1201, sustituto natural del ya laureado H-1200.

Se trata de un preamplificador de phono de diseño clásico con circuitos RIAA basados en resistencias y condensadores. Este modelo utiliza cuatro válvulas de vacío Mullard E180CC (manufacturadas en Holanda) y comparte los transformadores de paso de nivel de ganancia (a cuatro pasos) de sus hermanos mayores, el Allnic H-1500 II Plus y Allnic H-3000, lo que hace de él un más que interesante aparato para sistemas donde el vinilo se haya ya tratado con mimo y meticulosidad y queramos sacar el máximo partido de él sin arruinarnos.

Para la review de este artículo esperé un par de semanas antes de la conexión del aparato, debido principalmente a que sustituí mi clásico SME 309 que venía usando hasta la fecha por un SME IV que por buena fortuna cayó en mis manos. Si bien es cierto que el sonido resultante es muy parecido al de aquél (algo más redondo y preciso), lo cierto es que el ajuste final es ligeramente diferente en mi sistema, tanto en VTA como en Antiskating, llevándome un tiempo más de lo debido su ajuste fino.

Siendo un aparato tan nuevo aproveché la ocasión para irlo encendiendo y apagando durante los días que realicé los ajustes del brazo y de este modo se fuera, en cierta medida, habituando a su posición activa y acomodándose así a las grandes diferencias de temperatura que supone de su posición encendido respecto de apagado.

Una vez ya familiarizado con el sonido del nuevo brazo era el momento de pasar a conectar el Allnic H-1201 a mi sistema y evaluar qué tal se comportaba sónicamente.

Primera toma de contacto, qué preciosidad

Nada más abrirlo de la caja, donde por cierto viene perfectamente embalado, revisé por recomendación de Pedro Asencio que las cuatro válvulas estuvieran perfectamente ensambladas. Una vez pasada mi inspección visual y ver que todo parecía estar en orden era el momento de conectarlo.

Me gustó mucho de este previo de phono que en el manual de instrucciones pude leer que es válido para cualquier cápsula con una ganancia interna máxima de hasta 30ohms. Con ello el aparato se libra pues de la engorrosa posibilidad de seleccionar impedancias de carga variables, algo que le aporta puntos a su favor sin lugar a dudas pues lo hace mucho más sencillo en uso. Como ya creo haber comentado alguna vez en charlas que he mantenido con el veterano profesor Malcolm J. Hawksford (de LFD-audio), la calidad de la resistencia es realmente el valor más importante cuando estamos hablando de amplificar una señal tan pequeña como la que aportan por ejemplo las cápsulas MC de baja salida, lo demás si el aparato está bien diseñado lo encuentro superfluo.

En este caso aunque el H-1201 es un previo de phono con concepción tanto para cápsulas MM como para cápsulas MC, quiero deciros que yo solamente le he hecho este análisis para mi cápsula MC de baja salida Lyra Skala, al no disponer de una cápsula MM en el momento de la review.

La única posibilidad que permite el previo es la ya comentada selección en cuatro pasos de la salida de ganancia variable disponible, adecuándola así al sistema al que se conecte. En mi caso el valor que venía por defecto (denominado x26) es el que más se acomodaba a la atenuación de mi previo de línea, con lo que no requirió modificación.

Respecto al diseño del aparato simplemente destacar que las fotos hablan por sí mismas, se trata de un aparato elaborado en chasis de aluminio de buen grosor, de color negro, con las válvulas vistas (lo cual lo hace francamente estético) y un frontal sencillo con el botón “mute” y “power” accesibles y en la trasera cuatro entradas de tipo single ended con terminaciones RCA, dos conexiones de tierra y una pareja de salidas también RCA. Ésto permite tener en todo momento dos cápsulas conectadas al aparato, una MC y otra MM sin necesidad de tener que acceder a la trasera cada vez que queramos cambiar de una a otra, sin duda un acierto en comodidad para el usuario.

La primera toma de contacto no pudo ser más positiva, una vez encendido el H-1201  tarda en estabilizarse unos 20 segundos y a partir de ese momento se desactiva el “mute” y empieza a pasar la señal. Sin duda muy rápido, dado que otros previos de phono de este o mayor nivel que he tenido en casa de similar diseño, han tardado en torno al minuto hasta que estaban en condiciones de funcionar.

¿Sonará tan bien como me ha entrado por los ojos?

Una vez en marcha era el momento de evaluar el sonido que aporta.

Lo primero que llama la atención del sonido es la excelente y muy marcada separación de canales que tiene, estamos hablando de un nivel muy alto en lo que a esta característica se refiere. Uno de los discos que más me gusta pinchar para evaluar esta cualidad, es la espectacular BSO de James Bond The Living Daylights (1987 Warner Bros.), en donde en los cortes orquestales encontramos una amplitud, profundidad y definición excepcionales.

Otra de las cosas que más llaman la atención es que es un aparato que prácticamente no tiene ruido de fondo, me sorprendió pues al ser un diseño a válvulas siempre uno espera que pudiera éste ser su talón de Aquiles y no sólo no lo es, sino que además es uno de sus puntos fuertes.

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