Audeze LCD-2

El medio-grave es muy suave, no está destacado para lograr calidez como ocurre en otros auriculares. Es el recurso más común cuando un auricular equilibrado quiere coger cuerpo. En este caso no es así. El medio grave tiene presencia, pero no es protagonista, permitiendo que la música sea más cristalina, más aireada.

La gama media, probablemente lo más importante en un auricular, es natural y neutra. Transmite el realismo que uno espera de un equipo de alta gama, y además, gracias al impacto que siempre está presente, adquiere un carácter material particular que no está presente en los auriculares dinámicos. Las cuerdas de guitarra, las voces, los chasquidos de fondo, todo queda perfectamente definido y matizado, y posee una fuerza y una cercanía sin igual. Es la gama en la que más lucen los Audeze. Escuchar pequeños cuartetos de jazz, temas vocales en vivo, instrumentos en solitario… todo brilla a un nivel excepcional. Las escuchas se prolongan por el mero placer de disfrutar el equipo.

La parte alta también la resuelve con nota. Los agudos tienen también impacto. Esto sé que es complicado de explicar, pero es así. Las partes más sutiles de los agudos adquieren una presencia notable. No sube demasiado: hay auriculares con más extensión en los extremos, tanto por arriba como por abajo. El Audeze evita entrar en terrenos que tal vez no resolviera al nivel al que llega en las frecuencias medias. Y lo hace de forma magnífica, porque consigue que uno no eche de menos lo que no resalta. Solo mediante una comparación con ciertos modelos dinámicos de los más capaces uno acaba encontrando las carencias al LCD-2. Pero lo que hace, lo borda. El agudo es transparente y físico, no tiene absolutamente ninguna sibilancia, ni es agresivo. Es más, está algo sujeto a propósito.

La tímbrica de conjunto roza la perfección. El que escucha tiene la sensación de que escucha el sonido real diréctamente, y se dedica a disfrutar tema tras tema sin parar. Se puede decir que estamos ante un auricular neutro, tal vez con cierta tendencia hacia lo cálido. La parte aguda, algo rebajada, es la causante de esta impresión. Pero en general es la fidelidad lo que impera en la reproducción, y ese tratamiento del agudo, tan suave, es lo que hace, posiblemente, que el auricular siempre resulta agradable. El auricular al que más me recuerda en la tímbrica es al hd650, pero con menos densidad y calidez, y con una gama media más limpia y transparente, mejorando la separación instrumental.

Su escena sonora, aspecto importante en auriculares de alta gama, no es de las más desarrolladas o amplias. Hay otros modelos que sin duda son superiores, especialmente entre los auriculares dinámicos. No obstante, la focalización de la misma es de altísimo nivel, y uno puede recrear sin problemas el escenario que se reproduce, ubicando a cada músico en su lugar preciso, tanto en horizontal como en profundidad. La amplitud escénica es correcta, insisto. Hay auriculares que son capaces de aportar más amplitud, y de diferenciar mejor la dimensión de la grabación, pero el Audeze rinde en este apartado a un nivel muy alto, y no es algo que se eche en falta o se vea como una carencia en ningún caso.

En conjunto, que es lo importante, nos encontramos ante un auricular que es un auténtico todo-terreno de alta gama. A diferencia de los auriculares que tienen un carácter analítico y que desarrollan más la escena, los LCD-2 son capaces de hacer frente a estilos musicales y grabaciones de todo tipo. No sólo lucen con las grabaciones de calidad, son capaces de transmitir placer con cosas más sencillas.

Hasta ahora daba la sensación de que, hablando de equipos o auriculares de alto nivel, uno tenía que escoger: o precisión y fidelidad, o musicalidad y diversión. El LCD-2 consigue que no sea necesario. Es un auricular equilibrado y neutro capaz, por su impacto y calidez, de ser divertido y correcto. Para mi, que llevo unos cuantos años en esta afición, esto de por sí ya vale el esfuerzo de hacerse con unos.

Conclusión

Audeze ha hecho un trabajo excepcional con este auricular, e imagino que esta afirmación será extensible al resto de sus modelos. Ha logrado realizar un auricular de alta gama en el que no existen concesiones sonoras. No hay que renunciar a nada.

Lo veo capaz de ser un auricular completo, que vale para todo. Pero también entiendo que puede ser el complemente ideal para aquellos que tengan un equipo de los especializados en precisión, detalle y escena, como por ejemplo, los hd800 de Sennheiser. El Audeze mantiene el nivel de calidad tímbrica, aporta un estilo muy diferente manteniendo el nivel de exigencia de un aficionado audiófilo y derrochando musicalidad y pegada.

En su adquisición hay que considerar el tema de la amplificación de forma seria. Y no me refiero a que sea un amplificador de gama alta, sino a uno apropiado a las demandas técnicas de este tipo de auriculares. Un Schiit Lyr, amplificador con un precio excepcional, puede ser perfecto para ellos. Una prueba previa es imprescindible. Y lo digo sabiendo que esto debería aconsejarse siempre en equipos de este nivel, pero en este caso hay que destacarlo especialmente: es un auricular muy exigente.

No decepcionará a nadie, pero lo recomiendo especialmente a aquellos que busquen, por su experiencia en esta afición, un nivel muy alto de calidad, y al mismo tiempo un auricular que sea capaz de transmitir sensaciones a flor de piel con cualquier estilo musical, incluso los más radicales. Podrán disfrutar de cualquier tema instrumental clásico al mismo tiempo que de uno de rock, y todo al nivel más exigente de fidelidad.

Audeze LCD-2 – 995€

Distribuye Sound Pixel Planet www.sound-pixel.com Tel 918 259 954

EQUIPO UTILIZADO:

Dispositivos portátiles