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Un año más en el magnífico Audio Show de Lisboa, el cual nos agasajó a los asistentes con un gran número de salas con sistemas de sonido de grandísima categoría y un ambiente siempre festivo, con gran presencia de aficionados, los cuales son auténticos entendidos y amantes de la música, de los sistemas de reproducción, y con los que es un placer charlar, compartir y aprender. Un nivel tan diferente del que encontramos en nuestro país, que pensarlo solo nos lleva a la frustración o depresión. Pero en un segundo nos reponemos, únicamente abriendo los ojos y los oídos y poniendo atención a los sistemas de sonido expuestos.

La lluvia, siempre compañera de este certamen, no restó para nada presencia de aficionados, que saben que ésta es una ocasión especial una vez al año y apoyan masivamente su celebración con su asistencia. Así pues, en el mismo escenario que de costumbre –el magnífico hotel Pestana Palace–, pudimos encontrarnos con las mismas empresas que exponen todos los años –pues nadie deja pasar la oportunidad de participar–, pero siempre con alguna nueva sorpresa, esa firma que no esperabas y que se presenta de manera afortunada, y que consigue que venir a Lisboa siempre sea atractivo y un descubrimiento.

Para rematar el fin de semana, pude encontrarme con un buen número de distribuidores, dealers y aficionados españoles, que se desplazaron a Lisboa para disfrutar de lo que no pueden tener en nuestro país: un Show de primer nivel. Además de las empresas nacionales que exponían, como Ars Antiqua Audio, Sound&Pixel Planet, Kleifri Records, Falcon Bravo o la novel Lucxar, sumé los encuentros con Vicente y Xavi de Werner, Jorge y Antonio de Audioelite, Armand de Bowers España y Jesús y Manuel de Studio 22. ¡Cómo en familia vamos!

Dejando la crónica social y entrando en lo que realmente nos interesa, que es el sonido de los sistemas expuestos, voy a comenzar por aquellas salas que más destacaron a mi parecer. Y sin ninguna duda tengo que comenzar por la sala de Ultimate Audio y su sistema completo Gryphon –a excepción del magnífico previo de fono CH Precision P1 mejorado con su fuente de alimentación externa X1–.

No es una furiosa novedad, pues ya lo escuché en la pasada edición de Enosound Barcelona, y sin embargo ha conseguido de nuevo sorprenderme, aportando matices que desconocía y mejorando claramente sus prestaciones. Imagino que la sala, más acorde con el monumental tamaño de las Gryphon Kodo, permitió exprimir mucho más todo su enorme potencial. Las fuentes mostradas, tanto en digital con el servidor Antipodes DX y CORE mandando ficheros al DAC Gryphon Kalliope, como en analógico con el Giradiscos Dohmann Helix 2, brazo Kuzma 4Point y cápsula Top Wing Suzaku, se mostraron como absoluta referencia, extrayendo toda la información posible a unas grabaciones por otro lado escogidas con acierto y conocimiento. ¡Vaya selección de vinilos trae Miguel Carvalho a cada demostración! Gran descubrimiento me pareció la cápsula Top Wing, demostrando que una compañía relativamente nueva, puede situarse en poco tiempo como referencia de su sector.

El conjunto digital formado por Antipodes Audio DX y CORE junto al DAC Gryphon Kalliope, formó un tándem de muy alto nivel, con un sonido natural y musical, que sin embargo se vio superado por el sistema analógico. Parte de la mejora de sonido de esta instalación, comparada con la expuesta en Barcelona meses atrás, la atribuyo a la fuente de alimentación X1 que esta vez sí que acompañó a su fono compañero. Mayor silencio, autoridad, detalle –realismo en una palabra– pude apreciar, y aunque es la primera vez que escucho la cápsula Top Wing empleada en este show, me parece que es responsable también de este impactante resultado.

Más allá de qué tipo de sonido mostraba, destacaría la sensación de solidez y credibilidad de producía cada vez que se entraba en este enorme salón. La música lo llenaba todo, con unas frecuencias bajas perfectamente integradas con las medias/agudas que presentaba –debido a los múltiples ajustes que permite su torre de graves amplificada con 1000W por canal–. Me consta que no es fácil colocar las cuatro torres y ajustar el sistema a ese nivel, per el magnífico resultado final hizo que el esfuerzo del equipo de Ultimate mereciera la pena.

 

Especialmente destaco su sonido reproduciendo música clásica, con unos timbres fieles que acompañados por una dinámica y pegada “de otra galaxia”, permitía disfrutar de grandes orquestas a escala casi real. Es necesario una gran sala –aparte de un bolsillo lleno– para poder poseerlas, pero el que pueda permitírselas no se sentirá defraudado. Pero Miguel Carvalho, buen conocedor del potencial de las Gryphon Kodo, no se limitó a pinchar este tipo de música y nos dejó asombrados a todos con temas tan universales de rock como “The Wall de Pink Floyd”. ¡Guau, me atrevo a decir que la mayoría nunca hemos escuchado este tema de igual manera! Todavía siento la vibración en mi cuerpo recordándolo…

Podría seguir un buen rato más hablando de este sistema, o de la alegría que uno siente cuando puede contar unas 80 personas llenando esta sala en silencio escuchando –lamentablemente qué lejos estamos en España del nivel de afición que hay en Portugal–, pero debo continuar hablando de más sistemas que también se lo merecen.

Especial mención merece la apuesta que Ars Antiqua Audio realiza con una muy diferente estética sonora y de filosofía. Está claro que el alto rendimiento, cajas acústicas con horn y amplificación de muy baja potencia no goza del predicamento de la mayoría de los aficionados a la alta fidelidad –más bien todo lo contrario–. A pesar de eso los responsables de Ars Antiqua no se han desanimado, y en colaboración con el fabricante italiano de cajas acústicas Diesis Audio han sacado al mercado una versión especial de su modelo buque insignia Roma, especial y cableada con hilo de plata Kondo y optimizada para funcionar a las mil maravillas con los 27W del amplificador Kondo Ongaku. Una gran apuesta en trabajo e inversión, que a la vista de los resultados ha sido acertada. La presentación mundial de este nuevo modelo será en el Hotel Marriott de Munich en mayo.

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