Presentación en nuestro país de la renovada Serie estrella de la marca británica Bowers & Wilkins, su mítica Serie 800 Diamond
Este es el primer evento de audio al que asisto desde el inicio de las restricciones sanitarias provocadas por lo que todos bien sabemos. ¡Cómo echaba de menos la realización de estos certámenes!, y para recuperar el tiempo perdido ninguno mejor que éste, que me consta ha generado tanta expectación. Y es que seamos sinceros, la firma de Worthing cuenta con una legión de fieles seguidores que siempre piensan en sus realizaciones como una de sus primeras opciones cuando se plantean una nueva adquisición. Así que entre el interés que despiertan la salida al mercado de nuevos modelos de Bowers y el “hambre” que todos los aficionados tenemos de reunirnos y disfrutar de la alta fidelidad, tras esta pesadilla que nos ha tocado vivir y que parece en franco retroceso, este evento realizado en las instalaciones de Lafarga & Herranz en Barcelona no podía ser más que un rotundo éxito.
La metodología empleada en estas audiciones (aunque forzada por los acontecimientos), se me antojó un completo acierto, que no sabemos si viene o no para quedarse. Citas individuales, separadas entre sí por 30 minutos de diferencia, donde es posible atender de manera personalizada a cada asistente, de manera que todos y cada uno de ellos quedaron de lo más satisfechos. Qué mejor experiencia que escuchar lo que nos interesa, centrarnos en lo que es importante para nosotros y que nos informen y respondan a las preguntas para nosotros pertinentes. Un auténtico lujo pienso yo…
Lafarga & Herranz, situados en la C/ Gelabert 16, con más de 20 años de andadura a sus espaldas, remodeló hace algo más de 1 año sus instalaciones incorporando una necesaria segunda sala de demostraciones. De esta manera ahora cuenta con dos salas de buenas dimensiones y bien tratadas acústicamente, donde pudimos escuchar los siguientes sistemas de sonido:
Sala pequeña
- Cajas acústicas Bowers & Wilkins 805 D4
- Amplificador integrado Rotel MICHI X3
- Streamer Lumin U1 Mini
Sala grande
En este amplio espacio estaban expuestas dos combinaciones diferentes de cajas acústicas y amplificación, ambas alimentadas de contenidos digitales a través del streamer Lumin D2.
Equipo 1
- Cajas acústicas Bowers & Wilkins 804 D4
- Amplificador integrado Rotel MICHI X5
- Streamer Lumin D2
Equipo 2
- Cajas acústicas Bowers & Wilkins 803 D4
- Preamplificador Classé DELTA PRE
- Etapa de potencia estéreo Classé DELTA STEREO
- Streamer Lumin D2
Sala pequeña
Las más modestas en tamaño cajas acústicas de la Serie 800 Diamond, el modelo 805 D4, eran las protagonistas de esta combinación colocadas sobre los soportes de suelo de la marca diseñados en exclusiva para ellas. Su estética es francamente atractiva, mezclando un aspecto tecnológico con la calidez y aspecto señorial que aporta el recinto de madera con terminación Rosewood satinado. A parte de la elegante terminación de la madera de su recinto, a simple vista sus aspectos más destacados son su tweeter exento construido en un recinto macizo y con cúpula Diamond, su woofer de característico color plateado, con su Cono Continuum fabricado en un exclusivo material compuesto y su puerto bass reflex delantero.
El amplificador que las alimentaba era el más pequeño de la serie de referencia MICHI de Rotel, el modelo MICHI X3. Con una potencia de 200W a 8 Ohm y 350 a 4 Ohm y un convertidor D/A AKM de grado audiófilo con tecnología de 32 bits/768 kHz integrado, movía con absoluta suficiencia las 805 D4 a la vez que leía con categoría los datos suministrados por el Lumin U1 mini.
El sonido que esta combinación nos ofreció asombraba por su coherencia y refinamiento. Era sumamente elegante, y los agudos que salían de la cúpula Diamond aportaban un refinamiento absolutamente adictivo. Las frecuencias estaban perfectamente integradas y ninguna resaltaba sobre otras, respetando el lenguaje musical en total armonía. Las frecuencias graves acompañan al resto de una manera muy musical, siempre al servicio de una escucha placentera y sin mostrarse ávidas de protagonismo. En resumen el sonido presentado por la combinación 805 D4 y MICHI X3 resultó refinado, altamente musical y natural.
Sala grande
Siguiendo el orden lógico tras disfrutar de las 805 D4, empezamos en esta sala escuchando las 804 D4 en primer lugar, dejando el plato fuerte de las 803 D4 para el final.
Las 804 D4 estaban emparejadas al amplificador integrado MICHI X5, el más alto de gama de dicha serie y que ofrece 350W a 8 Ohm y 600W a 4 Ohm. Una bestia capaz de manejar cajas acústicas prácticamente de cualquier sensibilidad y por supuesto más que sobrado para estas 804 D4, la caja de suelo más pequeña de la serie 800 Diamond. Incluso en ciertas ocasiones, la dinámica y el ataque de las cajas era sorprendente, mostrando temas de rock e incluso de tecno de manera brutal. Se me antojó algo más rabioso que su hermano pequeño X3 que mostró un sonido más relajado y suave.
En cuanto a las cajas acústicas, compartiendo tecnología con el monitor 805 D4, el doble woofer extra y el recinto de mayor tamaño con los que cuenta, nos ofrecen una escala de sonido totalmente diferente. No es la hermana mayor que ofrece un poco más sobre el brillante monitor compacto 805, sino que la diferencia sonora entre ambas me parece mayor que el precio que las separa. Su dinámica y velocidad de ataque es sorprendente, sin renunciar a una gran dosis de musicalidad que las convierte en una opción muy versátil y recomendable si no podemos acceder a cualquiera de las cajas acústicas de la Serie 800 Diamond con el independiente cabezal Turbine. Francamente nada echamos de menos… hasta que escuchamos las 803 D4.
El último sistema de sonido que disfrutamos fue el formado por las fantásticas 803 D4 y electrónica compuesta por previo/etapa estéreo de Classé. Cierto es que las superiores 803 D4 con su cabezal de medios-agudos Turbine son un salto adelante considerable sobre las 804 D4, pero es que la electrónica Classé era mucho más capaz que el integrado MICHI X5. Ojo, y no me refiero a potencia, sino a confort de escucha, naturalidad tímbrica y elegancia sonora. Con estos mimbres cómo no iba a ser el sonido apabullante y de un nivel bastante superior al del conjunto antes mencionado. El mayor diámetro de los woofers junto a su mayor recinto conferían una profundidad superior a sus sonidos, especialmente a los graves, pero es que a su vez la separación de todas las frecuencias y su limpieza es sorprendente y difícil de conseguir.
Finalmente, pera conocer bien la personalidad tanto de electrónica como de las cajas acústicas de la sala principal, pedí a Oriol Martínez –responsable de ventas de L&H– si era posible intercambiar la electrónica con las dos parejas de cajas. Sencillo, pues como cada amplificación empleaba su propio cable de altavoz, tan solo era necesario conectarlos en la caja opuesta y en un minuto estábamos listos para la escucha. La 803 D4 seguía siendo superior, pues aunque el driver de medios es del mismo tamaño –5 pulgadas–, su montaje exento lo hace más detallado y libre de resonancias y el mayor volumen del recinto de graves es definitivo en respuesta en graves. A pesar de eso la distancia entre ambos modelos de cajas acústicas de suelo se redujo en gran medida y eso habla a favor de la electrónica Classé, que me deja con un muy buen sabor de boca. Es poderosa, pero con una naturalidad ligeramente cálida que la hace muy agradable.
Visitar el establecimiento barcelonés de Lafarga & Herranz siempre es un placer, pues sus responsables transmiten que les gusta su trabajo y te hacen sentir como en casa. En este caso mereció la pena desplazarme hasta allí para escuchar en directo las novedades de Bowers & Wilkins. Siempre han sido un referente en diseño y sonido, pero me parece que ahora han dado un paso adelante definitivo. Sus terminaciones son de un producto exquisito y el sonido que escuché de sus modelos 805, 804 y 803 D4 me hacen plantearme que estamos ante la mejor serie de productos que Bowers & Wilkins ha presentado nunca. Para quien tenga duda, que se pasen por Lafarga & Herranz para comprobarlo de primera mano, merece la pena.