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Si queremos usar el Companion One sin conexión física, la cosa parece complicada hasta que entiendes cómo hacerlo y luego parece mentira lo sencillo que es. Hay dos formas de hacerlo, siempre vía Wifi: que sea el propio aparato el “emisor” Wifi y conectemos a él la fuente donde tengamos la música, o que sea un “receptor” Wifi donde vayamos a reproducir la música. En el primer caso –que es como se conecta por defecto al encenderlo–, habrá que buscar en el menú de conexión Wifi de nuestra fuente una llamada “Companion One” y conectarse directamente para reproducir música. Parece que el fabricante prefiere eso para no compartir una Wifi que puede tener tráfico puntual que perturbe el flujo de los datos musicales, pero a mí me resultó complejo andar conectando y desconectando… La otra forma, convertirlo en un receptor, pasa por conectarse a él primero de esta manera y entrar en el menú de configuración para poner la clave de nuestra Wifi y que se conecte a ella –si lo conseguimos y tenemos conectado el aparato a unos auriculares escucharemos un mensaje de confirmación–. Esto sólo es necesario una vez –cuando te lo sabes– y a partir de ahí el Celsus aparecerá como posible reproductor o “renderer” en cualquier programa que nos permita manejar reproductores uPNP –el protocolo DLNA–.

Recapitulando: podemos conectar el Companion One directamente con un cable USB a nuestra fuente, o podemos enviarle la música de forma inalámbrica por Wifi con una previa configuración.

Celsus CompOne trasera

Nuestros lectores más fieles quizás se extrañen que haya empezado describiendo cómo usar el aparato en lugar de mi habitual análisis técnico de como está hecho. Bueno, creo que en este caso esa explicación previa era imprescindible para saber “qué hace” el aparato –¡porque yo mismo estaba un poco perdido hasta que lo entendí bien!–. ¿Y qué tiene dentro el Celsus? Pues por una vez tuve que resistir la tentación de desmontarlo a fondo, porque no vi una forma no destructiva de hacerlo, y prefiero seguir contando con la confianza de Xavi y Werner… cosa que no sé yo si hubiera conseguido devolviéndole una bolsita llena de piezas rotas. Está todo tan bien cerrado y acabado que como digo no veo forma de abrirlo sin romperlo, pero sí puedo decir que me gustan mucho los componentes que ha usado el fabricante.

El chip DAC en sí es nada menos que el Sabre ESS9018 en su versión menos sofisticada y de menor consumo K2M, precisamente pensada para aparatos como éste en los que la duración de la batería puede ser clave. La batería en sí tiene una capacidad de 6Ah y eso asegura una autonomía de muchas horas, de hecho yo fui incapaz de dejarla a menos de la mitad en días de muchas horas de uso y por tanto la preocupación por su carga sencillamente no existe –bien–. Se carga por una segunda conexión micro-USB, como cualquier móvil Android, aunque dada su capacidad puede tardar unas cuantas horas en quedar al 100% –unos pequeños LED azules indican en todo momento su estado–. La salida analógica del Sabre pasa por operacionales excelentes: OPA1612 para la salida de línea y AD8397 para los auriculares. El conjunto se calienta bastante en funcionamiento, me sorprendió aunque eran días muy calurosos cuando lo probé y quizás eso influyó.

Celsus CompOne salidas

En el extremo estrecho opuesto a las entradas USB –carga y datos–, están tres salidas estándar tipo jack 3’5 mm. Una digital óptica para usarlo como adaptador USB-SPDIF o como reproductor en red hacia otro DAC, más dos salidas analógicas dedicadas a la “línea” –para un equipo con previo o integrado etcétera– y “auriculares”. Aquí tengo una crítica y es que no entiendo para qué queremos una salida digital dada la calidad del DAC interno, y en cambio sí hubiera preferido unas salidas RCA para línea en lugar de obligarnos a usar un adaptador jack/RCA que, por muy bueno que sea, siempre estará limitado por la calidad de la conexión de la hembra jack interna –al final lo que hace contacto dentro es una lengüeta de acero–.

¡Música!

Pues sí, porque de eso se trata aquí: con el Celsus no hay excusa para escuchar música con una calidad óptima en cualquier sitio. Lo usé, tanto conectado a un ordenador o tableta como reproduciendo vía Wifi, en mis equipos estéreo, en mi despachito, en el jardín, en la cama, en la oficina… ¡en todas partes! No lo usé en el tren porque sólo lo cojo el día que nieva y no lo usé en moto porque ahí uso tapones, pero creo que queda clara su utilidad.

Celsus CompOne Controles

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