Si hiciésemos un ranking, entre avezados aficionados a la alta fidelidad, de las cajas acústicas más deseadas y admiradas existentes en el mercado, sería capaz de apostar algo a que las Rockport Arrakis estarían en la mayoría de las listas y entre las primeras posiciones. Nunca he escuchado las cajas tope de gama de la firma americana, pero si superan la calidad sonora de nuestras protagonistas de esta audición, su hermana menor Altair 2, un encuentro con ellas debe ser un acontecimiento imborrable. De hecho, la escucha de las Altair podríamos calificarla ya con ese mismo adjetivo, pues ¿qué son básicamente las Arrakis sino cuatro parejas de Altair, dos de ellas invertidas?
Recuerdo hace dos años en el High End de Munich, cuando a última hora de la tarde, ya casi llegando al momento del cierre de esa jornada, me sorprendió desde el pasillo una música que me obligó a entrar en su sala y sentarme en el acto. La verdad es que el escuchar “Lágrimas negras” de Bebo Valdés y El Cigala, después de tantas horas de atiborrarme de la típica música de demostración en Shows, fue como saborear el mejor de los manjares después de pasar la más dura dieta. Pero no fue sólo eso lo que me atrapó de inmediato. Las Altair 2, acompañadas de amplificación Absolare, ofrecía uno de los mejores sonidos que he sido capaz de apreciar jamás. Tras parar un buen rato disfrutándolas y antes de irme, no pude evitar felicitar al fundador de Absolare, por cierto también dueño de la firma de cables Echole, Kerem Kucukaslan, y decirle que ese era para mi el mejor sonido del Show.
Así pues, siempre que me hablan de las Rockport Altair 2 rememoro ese momento, los buenos recuerdos que me traen a la memoria, y por lo tanto una invitación de Joaquín Padillo, propietario del establecimiento sevillano Qlase A, para volver a escucharlas no podía pasarse por alto. Además no estarían acompañadas de cualquier electrónica, pues los modelos superiores de VTL expuestos, superan o no tienen nada que envidiar a los referidos antes de Absolare. Por lo menos podemos estar seguros, de que la potencia disponible con las etapas monofónicas Siegfried II es mucho mayor y por tanto las cajas serán movidas con más soltura si cabe.
Pero antes de pasar a relatar el feliz reencuentro con las Rockport, hablaré brevemente de dos sistemas también expuestos en sus instalaciones y dignos de mencionarse por sus diferentes características y cualidades.
En una de las dos salas de audición existentes en Qlase A, encontramos esta interesante propuesta:
- Cajas acústicas Marten Design Django L
- DAC / Preamplificador Auralic Vega
- Etapas monofónicas Auralic Merak
- Reproductor de red Auralic Aries
- Cableado Acoustic System International ASI
Demostrando como puede sonar de bien, un sistema mucho más asequible en su planteamiento y precio, este conjunto demostró que no hay que gastarse una fortuna para escuchar nuestra música favorita con calidad y disfrutando de unas opciones y una versatilidad, que empiezan ser necesarias en estos tiempos. Su sencillez, posibilidad de encontrar fácilmente una ubicación idónea en cualquier sala debido a su ajustado tamaño, y gracias al nuevo Auralic Aries, capacitado para reproducir música desde cualquier dispositivo NAS, o mediante Wifi o Ethernet, lo convierten en sumamente atractivo y abordable.
De igual manera, las Marten Django L exhiben una relación calidad-precio excelente, y justifican nuevamente el éxito alcanzado por toda la serie Django y sus buenas críticas. Suenan confortables y refinadas, siempre y con las diversas amplificaciones con las que las he escuchado. Ya sea con transistores, válvulas o como en este caso con su tecnología híbrida en clase D, con fuente de alimentación lineal y módulo de salida Orfeo en clase A.
El tercer conjunto, enteramente confeccionado con productos de la firma danesa Gryphon, estaba formado por:
- Cajas acústicas Gryphon Mojo
- Amplificador integrado Gryphon Diablo
- Servidor de audio con DAC incorporado Lumin A1
- Cableado Kubala Sosna Elation
Coherencia y equilibrio tienen que ser irremediablemente los adjetivos que describen de mejor manera el sonido ofrecido por este sistema. Es un hecho que las cajas acústicas Gryphon, rinden de manera especial cuando se acompañan de su amplificación hermana. Como es lógico, el ajuste de sonido los realiza la firma de manera conjunta, y viendo la calidad de cada una de sus realizaciones, ¿para qué arriesgar con elementos externos?
A pesar de estar ligeramente penalizada esta combinación, por situarse en una amplia zona común sin tratamiento acústico, su rendimiento fue realmente satisfactorio. Francamente musical su respuesta, con suavidad, detalle y el poderío necesario para suponer que sería capaz de acomodarse a salas de tamaño medio-grande. Este equipo se encontraba situado en una zona común, frente a las dos salas de demostración específicas. Así pues, siempre que los asistentes salían de estas dos salas por diversos motivos, se encontraban con el confort de escucha irresistible que proporcionaba esta combinación, y por lo tanto fue muy saboreada y felicitada.
Ya sin más prolegómenos, pasaré a describir la combinación estrella de esta demostración. El deslumbrante sistema de sonido expuesto, lo componían los siguientes elementos:
- Cajas acústicas Rockport Altair 2
- Preamplificador VTL7.5 III
- Etapas monofónicas VTL Siegfried II
- DAC CH Precision C1 con fuente de alimentación externa X1
- Servidor de audio Aurender W20
- Cableado al completo y filtro de corriente Mamba Audio
Fantástico equipo demostrado en la sala principal de Qlase A, que si bien parecía algo pequeña para semejante “artillería pesada”, a la hora de la verdad se comportó de manera admirable. El trabajo realizado en el acondicionamiento de las dos salas de las que dispone este establecimiento por parte de su responsable, debe reconocerse como soberbio. Incluso me atrevería a decir, que pocas salas a nivel nacional suenan tan bien como la que alberga este conjunto, sueño para muchos aficionados entre los que me incluyo.
El sistema, cuidado en todos y cada uno de los eslabones de la cadena que lo conforman, sonaba de manera absoluta. Un conjunto que mostraba en cada corte reproducido no contar con limitación alguna, ni de carácter tímbrico, ni por supuesto dinámico, y la que para mí es más importante, ni emocional. Las frecuencias graves, propulsadas por los dos woofers de 15 pulgadas laterales de las Altair, bajaban “de verdad” al nivel que establecía cada grabación, con fluidez y esa sensación de facilidad que sólo una caja de esta envergadura puede proporcionar. Pero a su vez con un control, mejor aún cuando seleccionamos en las etapas de potencia su funcionamiento en modo tetrodo, prácticamente perfecto. Tan sólo en ciertas ocasiones pude percibir algo de saturación en dicha franja de frecuencias, y seguro que es debido a que, Miguel Carvalho, el responsable este día de seleccionar la música, se dejaba llevar por la emoción y se permitía claras alegrías con el pote del volumen. El nivel de distorsión era tan bajo, que sin darnos cuenta en algunos momentos, estábamos escuchando a niveles sonoros peligrosamente elevados. Incluso en ellos, la sala se comportó de manera noble y permisiva, fantástico.
La franja media era una delicia, mostrándose relajada, timbrada al extremo y con una gran capacidad de abrazarte, sobre todo con el modo triodo seleccionado en la amplificación. Por cierto, el conjunto VTL demostró ser un compendio de musicalidad, potencia y versatilidad. Con una potencia de 650W en modo tetrodo y 330W en triodo a 5 Ohm, manejaban a las Altair 2 a su antojo, en cualquiera de las dos configuraciones seleccionables. Tan sólo para permutar de una a otra es necesario pulsar un botón y una pequeña espera de poco más de dos minutos.
Las frecuencias más altas que provenían de los tweeters de Berilio que monta la Altair, son extendidas pero a la vez suaves, llenas de detalles y texturas, que conseguían que la escucha no perdiera ese punto necesario de frescor y agilidad, pero sin fatigar en ningún instante. Podríamos decir que se encontraban en su justo punto.
El impacto dinámico ofrecido por esta combinación de amplificación y cajas, aunque resaltado en último lugar, bien merecería encabezar estas descripciones. Simplemente sobrado estaba el sistema en este apartado, pues la aceleración que era capaz de mostrar en un instante de crescendo orquestal, era sobresaliente. ¿Quién puede resistirse a disfrutar de la mayor dinámica posible en su sistema, cuando esta no penaliza el resto de virtudes que consiguen exhibir? Las Rockport consiguen conjugar de manera especialmente acertada las cualidades anteriormente explicadas, siendo delicadas e intimistas cuando lo necesitan, y contundentes y poderosas cuando busquemos esa escucha que nos revitalice.
Combinación de muy altos vuelos la que disfrutamos los asistentes a las instalaciones de Qlase A este pasado sábado. Gracias a Joaquín Padillo por el esfuerzo realizado en poner a nuestra disposición este sistema de absoluta referencia.
Qlase A , www.qlasea.es , Tel: 635282512
