La importancia que concedo al tratamiento y cuidado de la corriente eléctrica que llega hasta nuestros sistemas es máxima. Así de taxativa es la respuesta, pues como todos sabemos, la casa no se debe empezar por el tejado, y sin duda estos son los cimientos sobre los que construir nuestro equipo, si queremos que rinda conforme a las muchas ilusiones y esfuerzos que dedicamos a ellos.
Después de haber probado y experimentado en mi sistema y en los de otros buenos amigos el uso de muchos tipos de aparatos y complementos destinados a la mejora de nuestra alimentación, como distribuidores, filtros de corriente, regeneradores, fusibles audiófilos y cables de corriente, tenía la asignatura pendiente de escuchar un sistema enteramente alimentado a baterías, sin duda este podía ser el paso definitivo a recorrer, o al menos esa era mi esperanza.
Aunque antes de compartir cualquier impresión sobre lo escuchado, vamos a dejar que el propietario del mismo nos lo describa y nos hable sobre de su andadura en nuestra afición.
Relación del equipo
- Giradiscos: Nottingham Analogue Deco.
- Brazo: Da Vinci Audio Labs Grandezza Referente.
- Cápsula: Lyra Delos.
- Previo de fono: Trilogy 907.
- Previo de línea: Lyra Connoisseur 4- 2L. (Actualizado).
- Ajuste y estabilización frecuencia motor: Clearaudio Syncro power generador.
- Etapa de potencia: Boulder 1060.
- Cajas acústicas: Rockport Antares.
- Alimentación: Inversor Xantrex con baterías de gel.
El equipo se encuentra ubicado en un salón sin tratamiento específico de tipo acústico alguno. Se trata del salón donde hacemos vida habitualmente la familia.
La superficie del salón es de unos 45 metros cuadrados y forma un pentágono irregular que favorece la acústica por la inexistencia de paredes paralelas.
Por lo demás; suelo de parquet y alguna alfombra. Nada especial.
Discoteca
Unos 1.500 títulos en vinilo y unos 2.000 en CD.
Básicamente Jazz, Clásica y rock sinfónico y progresivo de los 70 y 80.
Realmente llevo escuchando música desde mi temprana adolescencia, no obstante el primer equipo que podemos considerar audiófilo desmarcándonos de la electrónica de consumo, lo formaba, hace unos años el Exposure serie Classic. Un equilibrado equipo biamplificado de unos 70 vatios por canal que todavía conservo en casa y del que no pienso deshacerme.
Desde entonces, he pasado por equipos Krell y Briston. También conservo un integrado Krell FBI que me encanta.
Mis preferencias siempre han estado de parte de lo analógico en fuentes y del estado sólido, sobre todo en etapas de potencia, quizá porque considero algo engorroso el mantenimiento añadido que requieren las válvulas.
Sobre mi actual sistema de audio, tengo que decir, a pesar de la sorpresa que pueda deparar a alguno, que lo que sobresale dándole un plus insustituible, es el hecho de alimentarlo con energía “pura” proveniente de un inversor a través de baterías que entregan una corriente pura sin suciedad alguna. Es sorprendente lo que un buen sistema de alimentación aporta a un buen equipo de audio.