Publicidad

La música fluye con naturalidad. El grave es correcto, lo que aún me asombra más en un aparato de este tamaño, donde normalmente se opta por inflarlo para tratar de esconder, las por otro lado lógicas limitaciones de la falta de espacio. El Marantz se enfrenta a este problema de cara y lo pasa con nota muy alta, proporcionando un grave intenso y rotundo, pero controlado. De hecho el grave puede ser ecualizado, teniendo el aparato tres posiciones. La “Direct” que es la que he utilizado, una segunda que reduce el grave, y una tercera a modo de “Megabass”. Esta última proporciona un grave bastante hinchado, pero divertido y molón, que puede ser muy útil si nos da por reproducir algún tipo de música a lo Hip hop y similares.

El medio es muy natural proporcionando a las voces una textura que por momentos sorprende. Posee una gran dinámica en esta parte del espectro sonoro, siendo capaz de aportar algo que incluso muchos equipos que presumen de “hi-end” no consiguen, ¡presencia! Es increíble como el Consolette con unas dimensiones tan reducidas consigue convencernos en este apartado. Cada instrumento se reproduce con su timbre, muy abierto, destacando en particular las voces, para nada comprimidas cuando el solista en cuestión decide apretar el acelerador. Sorprende ciertamente la potencia de este aparato. El pequeñín tiene unos arrestos que para si quisieran otros.

El agudo una vez más consigue sorprenderme, nada de grano, gran claridad y suavidad. Es reproducido con una sencillez tal que provoca que en ocasiones tenga que levantarme y dar un paseo, volver a sentarme un ratito más tarde, y escuchar de nuevo para comprobar que realmente no ha sido imaginación mía. La verdad es que nunca he oído tal detalle y precisión en un aparato de este tamaño.

La escena es donde peor se defiende, si lo comparamos con equipos con algo más de tamaño. Lo cual es normal en un aparato en el que casi no hay separación física entre los altavoces. Desde el punto de vista del audiófilo más purista, la escena del Marantz podría considerarse como inexistente. Hay que situarse muy cerca de él para poder decir que se intuye la escena. ¿Pero realmente importa en este aparato? Hay que ser justos y admitir que su uso será en una cocina, un despacho, un salón de estar, un cuarto de baño. Y en la mayoría de las ocasiones mientras se realizan al mismo tiempo otro tipo de actividades. El Consolette está enfocado a una escucha casual, mientras se lee, mientras se plancha o cocina. En reuniones de amigos, mientras se cena, o más tarde mientras se degusta un buen Lagavulin, mientras se charla sobre el último aparato. Es un producto que permite todo esto y nos proporciona una experiencia musical muy agradable y correcta, en la que la máquina no se hace notar. Y en este tipo de escuchas, la escena queridos lectores en mi más humilde opinión es como poco totalmente irrelevante.

Conclusiones, cuando menos inesperadas

Después de todo esto, es de recibo reconocer que cuando me propusieron analizar el Consolette lo primero que pensé fué “Vaya marrón me han encasquetado. ¿Qué digo yo ahora de este aparato?”. Y la verdad es que ha sido el análisis más fácil de todos los que he hecho hasta ahora.

El Marantz es un aparato que realmente llega y sobrepasa con holgura las expectativas creadas en él. Tiene un sonido que excede en mi opinión a todas sus alternativas en el mercado. Pero lo más importante es que realmente vive su lema hasta sus más extremas consecuencias. Cuando uno se sienta cerca del Consolette se dá cuenta de que se olvida del aparato en cuestión, y que lo que realmente se destaca de la experiencia es la música. No puedo más que dar mi enhorabuena a Marantz por este aparato. Han sabido crear una máquina que reproduce razonablemente bién el evento musical, un aparato con un acabado que no desentonará ni en el ambiente más sofisticado, un ingenio capaz de reproducir medios remotos haciendo la vida sencilla al usuario. Pero lo realmente importante de todo esto es que no se ha perdido la perspectiva con respecto a una afirmación. La música es lo que realmente importa.  “Genial”

Marantz Consolette – 849€

Distribuye Sarte Audio Elite. www.sarte-audio.com   Tel: 963510798

 

1 2 3

Comments are closed.