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Naim audio se ha convertido, por méritos propios, en un clásico entre las marcas europeas de la alta fidelidad. Más de 35 años han pasado desde su fundación, fabricando todos y cada uno de los componentes que forman un sistema de audio, reproductores de cd,  sintonizadores, previos, etapas, altavoces, cables, etc., siempre con su característico color negro con toques verdes.

Ahora en estos tiempos en donde las descargas de música en alta resolución, queramos o no se van a imponer, Naim ha sido de las primeras marcas en dar un paso al frente y poner a disposición del aficionado varias opciones de servidores de audio. Desde el servidor “todo en uno” NAIM HDX o HDX-SSD sin disco duro, el reproductor de audio en red NDX, hasta la opción de componentes separados que vamos a analizar, NAIM DAC, NAIM UNITISERVE y NAIM 555PS.

Pasamos a relataros brevemente, en qué consiste cada uno de los elementos a evaluar.

Descripción

El NAIM DAC, como su nombre indica, es un conversor digital-analógico con una construcción y conectividad impresionantes. En el frontal tenemos, en el centro, el logo verde de la marca, que se ilumina cuando está encendido; a la derecha  tenemos una entrada USB. Después dos testigos luminosos verdes, como no podía ser de otra manera. El primero se ilumina cuando el reloj interno del DAC se encuentra perfectamente sincronizado con la entrada digital de datos. El segundo se ilumina cuando está recibiendo datos en alta resolución. A continuación hay cinco botones, el primero sirve para retornar a una entrada S/PDIF, cuando un dispositivo USB está conectado. Los siguientes cuatro botones sirven para seleccionar las entradas S/PDIF o para controlar el dispositivo USB que esté conectado en ese momento. En cuanto a conectividad, dispone de nada menos que 8 entradas S/PDIF, tanto en formato óptico como coaxial, 2 BNC, 2 RCA y 4 ópticas TOSLINK. También dispone de 2 entradas USB, una delantera, perfectas para conectar un pendrive, un iPod o un iPhone. En cuanto a salidas analógicas, tiene salidas RCA y DIN.

Internamente, lo más destacable es el chip SHARC DSP, que se encarga del over-sampling y filtrado de los datos, mandándolos a un buffer de memoria rotatorio. Supera los problemas de jitter, causados por el S/PDIF, mediante la lectura de los datos en el búfer RAM, de forma independiente de su señal temporal y lee de nuevo el registro, por uno de los diez osciladores de cristal de onda senoidal, de extremadamente bajo nivel de ruido. La velocidad a la que se extraen los datos es controlada por el DAC, seleccionando el oscilador que coincide con la frecuencia media del reloj de entrada. Después pasa a los 2 conversores, uno por cada canal, Burr-Brown PCM1704. Éstos conversores son los mismos que NAIM utiliza en su afamadísimo lector integrado de referencia, el CD555. El aparato es capaz de manejar ficheros de datos hasta un máximo de 32 bits y 768 KHz. y soporta ficheros de audio en formato WAV. Es necesario decir que NAIM acaba de sacar una actualización de software, que permite al DAC trabajar también con formato FLAC. Éste dato es muy importante para las personas con grandes colecciones de discos, y que necesitan por tanto, gran capacidad de almacenamiento de ficheros.

Exteriormente el aspecto es inmejorable, por lo menos a mí esa elegante sobriedad me encanta. Chasis formado por extrusión de aluminio y zinc, de 3mm, muy sólidamente construido, sin ningún tornillo visto, ni en la parte superior, ni en los laterales.

En cuanto al servidor de audio NAIM UNITISERVE, empezaremos diciendo que el formato exterior es distinto, recordando a componentes clásicos de la marca; es más estrecho, alto y un poco más profundo que el DAC. En éste, destaca la ranura que ocupa casi todo el frontal, por donde se introducen los cds para el ripeo y que está encima del logo verde de NAIM. No hay bandeja que entre o salga, introducimos el cd empujándolo hasta que se lo traga y cuando ha terminado, lo expulsa; quedando éste asomando por la ranura, hasta que lo extraemos.

En cuanto a conectividad, tampoco anda corto. Entrada Ethernet para conectar al router, y salidas digitales BNC y TOSLINK. Para controlarlo dispone de múltiples opciones, salidas para monitor por Supervideo, Vídeo Compuesto y D VGA; PS2 para monitor y teclado, así como una RJ45, una RC5 y una RS232. También cuenta con cuatro puertos USB traseros. En cuanto a los formatos de audio soportados, son WAV, AIFF, FLAC, ALAC, OGG Vorbis, AAC, WMA y MP3. Tampoco podemos olvidarnos de su función como servidor UPnPTM, pudiendo transmitir música a cualquier dispositivo de reproducción UPnPTM, formando una red doméstica, como por ejemplo el NAIM UNITIQUTE que también hemos probado. Pero dejemos esto para más adelante.

Finalmente tenemos la fuente de alimentación 555PS. Diseñada en un principio para acompañar al lector estrella de la marca el CD555, también puede usarse para acompañar a los lectores CDS3 y al CDX2, así como al servidor de audio HDX y al NAIM DAC.

El acabado, conforme a su nivel de precio, es el mejor de los tres. La aleación de aluminio y zinc mate rugosa de sus compañeros, ahora es suave aleación anodizado, con más grosor y robustez.

Pero antes de hablar sobre como suena el conjunto, hay que explicar cómo se maneja el servidor y lo que eso puede aportar al acto del disfrute musical, que es el fin que todos buscamos. El servidor puede ser controlado de casi cualquier manera imaginable, con un iPhone, iPod, pantalla táctil, ordenador, aunque yo lo he manejado con mi iPad mediante una aplicación  Naim de descarga gratuita. Manejar todos los archivos de audio con el software de Naim es sencillísimo. La búsqueda se puede hacer por álbum, artista, género, intérprete, compositor, director, por lo más reciente, último escuchado o más escuchado. Es pulsar el botón de play y al segundo está sonando la música, de una manera absolutamente silenciosa. En cualquier momento, incluso sin detener la reproducción, podemos introducir un cd para que sea ripeado. La operación tarda aproximadamente 5 minutos en realizarse y el software se encarga de descargar la portada y la información del disco de la red. Sentarnos en nuestro sillón con el iPad en el regazo, es una invitación a que pasen volando dos o tres horas, disfrutando como un loco. Es una manera de escuchar música que te cambia los hábitos y se convierte en absolutamente adictiva. Discos olvidados o aquellos que no escuchas porque sólo te gusta un tema de ellos, se ponen sin la más mínima pereza. Mientras que escuchas música estás jugando con el iPad buscando nuevos discos o haciendo listas de reproducción. A mí me ha pasado el sentarme a escuchar un rato y al poco llamarme mis hijos para la cena… ¿qué pasa… ya han pasado tres horas…?

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