Artista: Nik Bärtsch’s Ronin
Álbum: Live (2 Discos)
Sello: ECM
Año: 2012
Nik Bärtsch’s Ronin o Los Ronin de Nik Bärtsh. Un ronin en la tradición japonesa es un guerrero proscrito, un samurái solitario que no sirve a un clan o señor. A diferencia de estos últimos, además el ronin es despreciado como un descastado, a pesar de su conocimiento y experiencia en combate. Pero, a cambio de su precariedad y existencia azarosa y arriesgada, disfruta de la libertad. Libertad para conocer y descubrir, probar y experimentar, superar y alcanzar niveles de excelencia en aquello que practica.
La música que se despliega en este disco doble sigue un patrón fácilmente distinguible. Invariablemente hablamos de una estética minimalista, en que las diferentes figuras instrumentales a partir de ideas reducidas, casi optimizadas, buscan lograr el mayor impacto. Se pueden escuchar patrones funk, neoclásico, tribal, rock, jazz y hasta reminiscencias de folk japonés, repetitivamente, ensamblados y mezclados en capas persiguiendo una idea: crear el máximo efecto con los mínimos medios necesarios. Ellos mismos definen su música como Ritual Groove Music.
El grupo dirigido por el pianista suizo Nik Bärtsch despliega toda su artillería en un álbum doble con nueve temas seleccionados en más de 50 conciertos durante un período de dos años (2009/2011). Lörrach, Leipzig, Wien, Tokio, Amsterdam, Manheim, Gateshead y Salzau son los escenarios desde los cuales se hizo el registro en directo.
Este es el primer disco en vivo de la banda para ECM (segundo disco en directo de la banda) y demuestra la misma precisión quirúrgica de sus discos de estudio, con el conocido nivel de calidad de ECM. La verdad es que no hay quejas acerca de la grabación, esta es natural y fluida a excepción de un mínimo “hiss” percibido en algunas tomas (con audífonos y concentración por cierto). Además y esto es una apreciación personal, son pocos los discos de ECM que he escuchado que exploran música a plena “caña”, y este es uno.
La banda la componen Nik Bärtsch: piano, Fender Rhodes; Sha: clarinete bajo y saxo alto; Bjorn Meyer: bajo; Thomy Jordi: bajo (CD2#4); Kasper Rast: batería; Andi Pupato: percusión.
Para Bärtsh todo tema es un Módulo y de módulos está compuesto el disco. Esto le puede dar un toque de impersonalidad a la música ya que los nombres son del tipo Modul 45, Modul 48, etc. En algunos casos los temas incluso son módulos compuestos como por ejemplo Modul 41_17 que abre el disco y toma la mitad de un tema y la segunda mitad de otro.
Bien, como dije anteriormente, la música sigue básicamente un patrón mínimo rítmico y figurativo que se va transformando y cambiando en el transcurso de cada tema, aunque esto puede ser en capas y variando estos patrones. Digamos que hay módulos muy rápidos o que su progresión desemboca en tiempos y ritmos bastante frenéticos y hasta catárticos, ambiente incluido. Estos temas tienen la característica que se van preparando lentamente, hipnóticamente diría, hasta llegar al clímax. Las texturas se elaboran principalmente a cargo de la batería y percusión de Kaspar Rast y Andi Pupato, mientras que el clarinete y saxo de Sha provee los efectos más bien asociados a un teclado de apoyo y en algunos casos desdoblando, símil bajo o contrabajo. Temas que siguen en esta línea son Modul 41_17, muy en la línea de Steve Reich al principio, a cargo del bajo y desembocando en un estilo tribal al final, con el clarinete bajo intercambiando roles, siendo el clarinete el que soporta las líneas de ritmo asignadas al bajo eléctrico. Misma idea en Modul 17 (que es a su vez la segunda parte de Modul 41_17…). Modul 35 y Modul 22 son probablemente los temas más interesante de este tipo de patrón, explorando diversas texturas desde la más sutil producida por la percusión a cargo de Andi Pupato hasta el Groove desatado (vamos, de pista de baile). Modul 47 abre de una manera más contemplativa para atacar luego una línea de funk.
El resto de los temas repiten la misma idea de muy pocas frases que se combinan continuamente y se estructuran en nuevas formas pero a un compás más pausado y en algunos casos melancólico o contemplativo. Los temas que siguen este diseño sonoro son Modul 42, Modul 45, Modul 48 y Modul 55.
En definitiva un disco recomendable, pero con algunas advertencias. Primero que no esperéis estructuras clásicas (solos al uso por ejemplo), esta es una comunidad con una idiosincrasia y filosofía que se siguen a pie juntillas y sumamente estricto. Segundo, que no es un disco fácil, este disco recién se paladea después de tres o más escuchas. Por último, que se requiere cierta apertura para llegar a disfrutar plenamente, tal vez ser uno mismo, un poco ronin.
Calidad Artística: 8,5
Calidad de Sonido: 8,5
