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¡Por fin una buena noticia, que sin duda debe alegrar a todos los aficionados a la hi-fi de nuestro país! La apertura de un nuevo local o Showroom en la capital de España, por parte del importador hasta ahora ubicado en Pamplona, Broker Audio.

Sin tener una explicación clara que esgrimir, Madrid por el peso que tiene en nuestro país como capital y por el gran número de aficionados al audio con los que cuenta, sin duda dispone de un número insuficiente de establecimientos especializados al audio de alta gama. Blas Oliva al frente de Broker Audio viene a mitigar en parte esta carencia, mostrando una dosis elevada de valentía, arriesgando recursos, y dando un paso al frente en esta negativa coyuntura económica que estamos atravesando. Tal vez lo que el país en general y el sector del audio en especial – como gremio especialmente afectado por esta prolongada recesión – necesita, es que nos muestren algún motivo para sentirnos un poco optimistas y esto nos ayude a empezar a cambiar dinámicas negativas.

Aunque pensándolo mejor, la valentía que le he atribuido a Blas Oliva por comenzar esta nueva aventura, ya la viene demostrando sobradamente durante sus – ya unos cuantos – años de andadura en el sector. Es muy difícil, por no decir imposible, encontrar un distribuidor en el que primen por encima de los argumentos puramente crematísticos, su pasión por representar las firmas que considera alcanzan la mayor calidad de sonido posible, dentro de la defensa de su filosofía, o manera de acercarse y vivir la hi-fi que representa. Como muestra, no hay más que echar un vistazo a su catálogo de marcas representadas, donde encontramos por ejemplo Pawel Acoustics, firma absolutamente reverenciada a nivel internacional – súper ventas en Japón -, pero que en nuestro país lamentablemente es prácticamente desconocida. Incluso también la suiza Thales, compendio de diseño y tecnología al servicio de la reproducción analógica, coleccionista de premios internacionales, que sólo es reconocida dentro de nuestras fronteras por un reducido y exclusivo número de inquietos aficionados, en todo caso menor al que se merece por su máxima calidad.

En mi visita al nuevo Showroom, a la que dediqué una tarde entera y toda la mañana del día siguiente, tuve la suerte de escuchar con tranquilidad un buen número de configuraciones, aunque en esta ocasión el grueso de las audiciones se basaron fundamentalmente en dos firmas de reconocido prestigio como Mastersound y DeVore Fidelity. Las fuentes empleadas fueron en el apartado analógico Thales con su plato Compact, el fascinante brazo Simplicity y Sound Smith en cápsula y previo de fono, y en digital en lector integrado Vadi de la alemana AcousticPlan. Todo interconectado por los cables de la germana también Audiotorium 23. En cuanto a electrónica, a pesar de disponer en sala de todo el catálogo de productos Mastersound al completo, para comprobar de manera fehaciente el poderío de dicha electrónica y también las bondades de las cajas empleadas, todas las audiciones las realizamos empleando las monofónicas 300B Plus de 30W por canal y el previo PH L5 V2.

La sala de demostración sorprende por su cuidada y agradable decoración, en donde todo en ella tiene una función acústica por encima de la estética. La totalidad del tratamiento de sala corre a cargo de la marca que también representan Transparent Acoustics, que demuestra que han conseguido conjugar un efectivo tratamiento pasivo de salas, con una estética que destila gran elegancia y discreción, que las hace adaptables a cualquier interiorismo doméstico, por refinado que éste sea. Las dimensiones son muy generosas – 60 metros cuadrados y 6 metros de altura de techo -, beneficiando esta circunstancia un poco más a los modelos de cajas acústicas de mayores dimensiones, al tener una mejor relación tamaño – sala.

Comenzamos las audiciones escuchando las cajas acústicas DeVore Fidelity Orangutan O/96 amplificadas por las monofónicas 300B Plus de Mastersound. La primera sorpresa agradable fue apreciar el fabuloso acabado externo de la caja, con la bella madera de la misma rematada con barniz alto brillo. Su verdaderamente compacto tamaño, convierten a estas cajas acústicas en compañeras ideales de salas de dimensiones medias, aunque en realidad su espectacular rendimiento las hacen aptas para adaptarse a espacios relativamente grandes.

El primer aspecto a destacar en esta configuración, es la absoluta ausencia de cualquier tipo de ruido de fondo. Este hecho demuestra el alto nivel constructivo de las electrónicas de Mastersound, que no tiene ningún problema en asociarse con cajas de sensibilidad muy alta como las Orangutan y sus 96 dB. Después llama la atención la cantidad de música que desprenden estos monitores de 2 vías, capaces de proporcionar una escucha ampliamente satisfactoria en una sala tan grande, y sobre todo con unos techos tan altos. Me arriesgaría a predecir, que el reto de sonar en una sala con las mismas dimensiones, pero con una altura de techo estándar, lo resolverían las Orangutan a plena satisfacción.

Disfrutando ya de la reproducción siempre de excelentes vinilos en el giradiscos Thales, las DeVore mostraron unas bajas frecuencias que resultaron sorprendentemente poderosas, coherentes y ricas en matices, dibujando unos contrabajos particularmente reales. Aunque dentro del equilibrio tímbrico general, las frecuencias medias destacaron plenas de riqueza y detalle. Se apreciaba en todo momento la musicalidad y magia conferida por las válvulas 300B que movían las cajas a la perfección, exprimiendo el sobresaliente comportamiento dinámico de estas. ¿Por qué no nos planteamos todos de una vez por todas, el placer que puede proporcionarnos disfrutar de unas cajas así de sensibles, con las cuales nos da igual amplificarlas con 30W que con 15W o incluso menos? Merece sin duda una reflexión.

Las frecuencias agudas eran suaves y detalladas, sin duda más orientadas a la función clave de integrarse de la manera más eficaz posible con los medios, que para resaltar por ellas mismas. La coherencia y solidez del lenguaje musical sobre la espectacularidad artificial, realidad sobre ficción, placer simple y llanamente.

Pasamos después a instalar las DeVore SilberBack, tope de gama de la firma americana. Con un diseño mucho más estilizado que su hermana pequeña, en sus acabados combina el lacado negro de su parte frontal con la madera clara del resto del recinto. Hablar de estética es muy subjetivo, pero en mi opinión las Orangutan pese a ser inferiores en gama y precio, cuentan con un acabado más lujoso y llamativo que las SilberBack, que son más elegantes y señoriales. En teoría su mayor tamaño se adaptaba mejor a las condiciones de la sala que el modelo escuchado antes, y rápidamente pudimos comprobar que no andábamos equivocados. Las SilberBack llenaron la sala de música de manera apabullante, demostrando una gran rapidez y dinámica. El grave más poderoso, servía de soporte para mostrar un sonido global con mayor peso y aplomo, ganando pues en cuanto a credibilidad de la presentación musical. La franja media continuaba por la senda escuchada anteriormente, y resultaba una delicia de naturalidad y detalle. Por último los agudos se mostraron más extendidos y aireados que en la Orangutan. Sin duda el diseño de tres vías ha conseguido extender un poco más el rango de frecuencias a reproducir, tanto en agudos, como en medios.

Me atrevería a decir que la DeVore SilberBack, es una caja acústica capaz de competir sin complejos con rivales de precio claramente superior, y al igual que la Orangutan cuentan con una relación calidad-precio increíblemente favorable.

La última propuesta que escuché antes de terminar mi visita, fueron los exclusivos monitores Pawel Acoustics. Estaba ansioso por apreciar las virtudes de este monitor de absoluta referencia y que es aclamado globalmente por crítica y público. Nada más verlo, uno percibe que se encuentra ante un producto especial. Recurriendo al clásico acabado en madera del recinto, sin embargo su aspecto es innovador y de máximo refinamiento. El oro empleado en la concepción del tweeter, junto al óvalo negro que lo rodea, la manera asimétrica en que se unen las maderas que conforman el recinto, o el diseño irregular de éste… puff, lo hacen realmente atractivo a la vista.

En cuanto a su concepción, no se han limitado a fabricar un monitor de 2 vías, sino que en un recinto tan pequeño, han conseguido ubicar un woofer trasero que contribuye a mejorar su respuesta en bajas frecuencias.

Es difícil transmitir el sonido de esta pequeña joya, sino se escucha. La tímbrica es tan exacta y natural, que el primer pensamiento que vino a mi mente fue «¿he escuchado antes en una caja acústica, una calidad de timbre semejante? Pregunta que no tiene respuesta, pues es imposible recordar lo escuchado en tantos años de afición, pero sin duda ninguna estas Pawel estarán entre las mejores en este aspecto. Los agudos igualmente son fascinantes, y seguro que su original tweeter, es el responsable de gran parte de la magia que encontré en la caja en general y en los medios en particular. Las frecuencias graves fueron muy buenas para el pequeño tamaño de la caja y de sus transductores, pero he de reconocer, que este monitor si se vio penalizado en la audición de manera evidente por las dimensiones de la sala. No quiero imaginar como debe sonar esta caja en 20-30 metros cuadrados…

Audición realmente memorable la que disfruté la semana pasada en Madrid. Gracias a Blas Oliva por el esfuerzo y su amabilidad.

Así pues desde HIFIlive queremos desear toda la suerte del mundo a Broker Audio, y recomendar a todos los aficionados de Madrid y también de fuera que quieran desplazarse a sus nuevas instalaciones – exclusivamente previa cita -, que disfruten de su hospitalidad y escuchen el amplio material expuesto, pues seguro que disfrutan, a lo mejor más de lo que esperan.

Brokeraudio, www.brokeraudio.com , tel: 663127609 

 

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