Con la experiencia de haber pertenecido desde su nacimiento en 1974, al desarrollo e implantación de una de las firmas más reputadas de la época dorada del audio, Threshold Electronics, hay que reconocer que Nelson Pass ha estado siempre, no sólo a la vanguardia de la tecnología –véase el aún recordado circuito Stasis que más tarde incorporaría Nakamichi o la aún en producción topología Super Symmetry–, también en el punto de mira del mundo de la Alta Fidelidad de excepción, en todas sus ramificaciones, bien sea profesional, doméstica o incluso DIY –hágalo usted mismo–.
Tras una amena charla con Francisco Gutiérrez, de Lyric Audio Elite –veterana empresa de importación de nuestro país– y tras haber tenido la oportunidad de disfrutar previamente de la etapa X-30.5 y del excepcional phono XP-15 analizado aquí, concretamos que el análisis del integrado INT-150 podría ser más que interesante para nuestros lectores. Máxime cuando a día de hoy el público anda buscando reducir el número de componentes de su sistema sin perder calidad ni versatilidad.
Actualmente, dentro del catálogo de Pass Laboratories nos encontramos dos tipos de amplificadores integrados, los construidos en clase AB y los que optan por pura clase A, opción por la que históricamente más se ha decantado Nelson Pass en sus realizaciones. Dentro del primer tipo se encuentran el INT-250, el INT-60 y nuestro invitado, el INT-150, el más veterano de los tres modelos. Dentro del segundo tipo es curioso que nos encontremos sólo el modelo 30A, curioso pues conociendo la trayectoria de la firma y el gran número de amplificadores que dispone en catálogo con este tipo de amplificación sorprende que haya una única opción.
Este INT-150 es en esencia la combinación del previo de línea XP-10 –evaluado aquí– y del magnífico aunque recientemente descatalogado amplificador X-150.5. Para que nuestros lectores se pongan en situación, tanto la serie X.5 como la actual X.8 son una revisión evolucionada de la venerada serie Aleph, pues mantienen un espíritu muy similar: sencillez circuital –si bien actualmente se ha optado por la inclusión de la configuración balanceada, con todo lo que supone en mejora de las tasas de relación señal/ruido–.
Según he podido palpar en el ambiente del Munich Hiend Show, la que actualmente es la feria de hiend que más afluencia de público y marcas mueve y a la que asisto desde hace ya seis años de modo consecutivo, el importante mercado asiático desde hace ya varias generaciones adora los amplificadores integrados y tanto público como por ende fabricantes buscan –imagino que por lo limitado del espacio de sus hogares– este tipo de soluciones. Además es bien conocida la presencia y activa participación de Nelson Pass en diversos foros internacionales como DIYAudio, donde sus integrantes le demandaban históricamente estos “todo en uno” desde que allá por principios de los 2000 se pusieran de moda los medios digitales de diálogo. No me cabe duda de que ambos motivos han sido el germen por el que Mr. Pass decidió sacar una línea de amplificadores integrados que tuvieran máxima versatilidad sin perder la calidad que sus diseños han atesorado con el paso del tiempo y le han posicionado como uno de los nombres referencia del panorama mundial. Incluso la propia serie X, con funcionamiento en clase AB, y en la que se basa nuestro invitado, estoy convencido de que se incluyó dentro de catálogo para satisfacer la demanda de todo tipo de público y es que, seamos honestos, la clase A pura no es para todos los públicos.
El INT-150 ha sido el primer integrado que Pass sacó al mercado allá por 2009 y lo cierto es que es uno de los productos actualmente en catálogo más veterano. Con numerosos premios internacionales se posicionó desde su nacimiento en la cima, y personalmente tras este análisis, considero que con una excelente relación calidad/precio frente a sus potenciales competidores. De hecho se observa cómo desde aproximadamente esa época, otras marcas que comparten segmento con Pass Labs han ido incorporando a su portfolio integrados de altas prestaciones, y actualmente el mercado ofrece tal calidad y cantidad que no es extraño cada vez más usuarios empecemos a dejarnos querer por la sencillez y minimalismo que ofrecen. ¿Por qué ocupar dos posiciones en nuestro rack cuando podemos ocupar una con la misma o incluso superior calidad?
Como he mencionado con anterioridad, al ser un producto evolucionado de la serie X.5 hereda el diseño denominado Super Symmetry, que aporta según fabricante “gran cantidad de potencia y optimización de rendimiento” basándose en una premisa máxima de sencillez circuital, que ya incorporaría en sus primeros diseños al inicio de los 90s y que, ahora, en su 3ª generación, sigue implementando. Con funcionamiento totalmente balanceado, el INT-150 se diferencia de los amplificadores en Clase A de la serie XA.8 –que tienen un diseño muy clásico sin retroalimantación (zero feedback) al estilo de los grandes super- amplificadores de los 80s y 90s–, en ser un producto más user friendly incorporando cierto feedback –eso sí funcionando sus primeros 13w de sus 150w@8ohms en pura clase A–.
Abundando con mayor énfasis en sus especificaciones y diseño, destacar que por su trasera incorpora tanto entradas (4x) como salidas en single ended con tomas RCA así como balanceadas XLR. En mi caso tuve la oportunidad de conectarlo a dos fuentes con ambos tipos de conexión, para analógico al previo de fono LFD mediante conexión RCA y para el digital al reproductor BMC mediante conexión XLR. Además incluye 2 salidas PREAMP OUT, para emplear el INT-150 como previo y conectar alguna etapa de potencia diferente.
Las conexiones a cajas tienen buena calidad y no tuve problema en utilizar mi «ligeramente más grueso de lo normal» cable MIT Shotgun con terminaciones en spades. Finalmente se ofrece un botón que habilita la posibilidad de apagar por completo la todopoderosa fuente de alimentación y un conector de tierra.
En la parte frontal nos encontramos un panel minimalista, con 6 botones: stand by, mute y las cuatro entradas mencionadas, que presentan un pequeño click interno cada vez que se intercambia entre ellas y una rueda de control de volumen de agradable tacto y generoso diámetro. Quizá se eche de menos el clásico vu-meter de la etapa X150.5 en la que se basa, pero lo cierto es que como ya sabréis todos, prácticamente no se mueve durante su uso con lo que en realidad si se analiza fríamente no es para tanto. El panel está dominado por un display con los caracteres en color azul y de buena visibilidad hasta 3-4 metros de distancia, marcando la entrada seleccionada y el volumen asociado a cada canal. Este volumen se modifica en cómodos pasos de 1dB, llegando hasta 63 pasos, con lo que no será difícil encontrar el SPL deseado. Tiene una función dimmer de tres pasos que permite apagar el display, y así es como lo dejé durante las pruebas buscando el máximo purismo posible.