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Desde la celebración del Elitexpo del pasado octubre de 2010, en el que pase un buen rato en la sala de  Stradivari, he recordado muchas veces la grata sorpresa que me produjo el sonido que producía la combinación de las cajas danesas Raidho Acoustics con la amplificación valvular de la firma americana Cary. Aunque considero que de una audición en un comercio no se pueden sacar muchas veces conclusiones más allá de una impresión general sobre el sonido de un componente concreto sabía que, en cuanto pudiese,  haría  una visita a la tienda de la capital del Turia.

Así que hace unos días me presente, sin previo aviso, en Stradivari, para ver si podía disfrutar nuevamente  con esta combinación.  Allí nos recibió Ignacio López, el  responsable de  la empresa, persona emprendedora que está importando algunas marcas muy interesantes que enriquecen, sin duda, la oferta de audio disponible en nuestras latitudes.  Después de una breve charla, nos comentó que él intentaba tener siempre  al menos un equipo en condiciones para realizar audiciones serias, y que en esta ocasión se trataba de unas Raidho C3 instaladas en la sala de audición principal.

Efectivamente, en esta sala estaban montadas estas impresionantes cajas junto con un lector Gryphon Mikado Signature, un previo de línea Cary SLP98L y  un integrado   Gryphon Diablo (haciendo las veces de etapa), todo ello con cableado Stradivari (fabricado por la propia tienda).  La sala, de unos 30 metros cuadrados, tiene proporciones casi cuadradas y su tratamiento acústico  pasivo ha sido ajustado por el propio propietario.  Siguiendo la pauta habitual del responsable de la tienda, comenzamos la audición escuchando cortes de distintos instrumentos solistas, pianos, cellos, pasando posteriormente a escuchar voces y temas más complicados interpretados por pequeñas formaciones y grandes orquestas. En todo momento las Raidho C3 hicieron gala de un alto nivel de detalle y  transparencia, junto con una tímbrica muy correcta y una rapidez de primer nivel. Quizás como detalles a mejorar podrían ser una ligera dureza en los registros altos de las voces o en los fortes en cortes de piano. El único aspecto que claramente no estaba al nivel esperado era el grave, que tenía una predominancia  excesiva. Al comentar estos estos aspectos desfavorables con el importador, éste nos indicó que el grave excesivo se debía a que estas cajas estás diseñadas para salas de mayores dimensiones, mientras que la  ligera que algunas veces podía apreciarse en los registros altos era debida a  una falta de rodaje de las cajas.  Otras posibles causas  que apunté yo podrían ser, por un lado, las proporciones casi cuadradas de la sala, que deberían estar reforzando un modo de alrededor de unos 60-70 hz y por otro lado,  que la alta capacidad resolutiva de las cajas podría poner de manifiesto cualquier dureza en los agudos  atribuible a la amplificación  de estado sólido.

En un momento de la audición, como muestra de su buen hacer,  Ignacio intercambió las Raidho C3 por unas Dynaudio Confidence 2, lo que nos permitió hacernos una idea de las diferencias entre el sonido producido por ambas cajas danesas. Las Dynaudio,  de tamaño bastante similar, aunque mucho más económicas,  ofrecían gracias a sus tweeters Esotar  unos agudos muy resolutivos también, aunque quizás con un poco de menor extensión y detalle. Las voces producidas por las Dynaudio eran un poco más suaves, pero a costa de sonar más opacas y con menor detalle. Sin embargo, en  las Dynaudio, por comparación con las Raidho,  se apreciaba una integración entre las vías muy inferior, una menor coherencia, con lo que parecía que podía distinguirse el sonido originado en cada uno de los drivers. En conjunto,  el resultado global era claramente favorable a las Raidho, con un sonido más dinámico, detallado y coherente aunque, insisto de nuevo,  se trata de cajas que juegan  en ligas de precios muy diferentes.

Posteriormente, Ignacio sustituyó  las Raidho C3 por las más modestas Raidho C2, y el Gryphon Diablo por una etapa stereo Cary CAD 120S (kt88). Entre tanto aproveché para preguntarle sobre la resistencia de los conos cerámicos empleados por Raidho, a lo que me aclaró que dichos conos son fabricados por la propia marca y realmente no se trata de un material cerámico sino de un material composite con un alto porcentaje de aluminio, lo que le da  ligereza a la vez que le resta fragilidad. Comentando sobre la aceptación de Raidho en nuestro país, nos confesó que estaban realmente sorprendidos por el ritmo de ventas de estas cajas tan especiales y, digámoslo, de precios al alcance de pocos.

No hizo falta  escuchar mucho las pequeñas Raidho C2 para apreciar que se trata de una caja que, aún compartiendo el carácter homogéneo, dinámico y detallado de sus hermanas mayores,  es mucho más contenida en todos los aspectos. Habían desparecido los  problemáticos graves,  pero también parte de la abertura y transparencia en medios y agudos de las C3. Diríamos que las C3 producen mucha más música y con más facilidad.  Sinceramente, aunque la memoria es fugaz, creo que la  amplificación no estaba a la altura de las C2 o, dicho de otro modo, la combinación de estas cajas con las monofónicas CAD 805 AE que escuché en Elitexpo me pareció  mucho más afortunada.

Ya para acabar, Ignacio López nos mostró el resto de salas de Stradivari, donde encontramos un precioso sistema con las Raidho C1. Asimismo, al preguntarle por los  equipos de ocasión que había en la tienda, su responsable nos comentó que Stradivari dispone de una especie Plan Renove, mediante el cual ofrecen a sus clientes una valoración que, según su propietario, muchas veces está por encima del valor de mercado. Interesante.

No podemos acabar sino recomendando una visita a Stradivari, tanto por la calidad de lo  que allí se ofrece, como por la amabilidad con que nos atendió su  propietario.

Stradivari Audio Elite. www.stradivari.es

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