Las Kiso Acoustics HB1 son el artículo hi-fi que más me ha sorprendido, de todos los que he escuchado, durante estos años de afición. En mi caso sentarme delante de estas «pequeñitas», siempre me produce una sincera sonrisa, sorprendido cada vez que las veo por su reducido tamaño.
Ésta es la cuarta vez que las escucho y, siempre después de oírlas, me quedo con el recuerdo de lo increíblemente bien que suenan. Después en mi casa, me las imagino más grandes y esbeltas, quizás porque mi cerebro no puede asimilar que unos mini monitores reproduzcan un sonido tan grande y con tanta calidad, esto para mí debe ser un shock mental. Luego, cuando meses después vuelvo a verlas, siempre me pregunto, ¿así de pequeñas eran…?
Pasar por casa de Cliff Orman, es pasar unas horas, disfrutando de la compañía de una de las personas, que más entiende de música en nuestro país.
Cuando me refiero al término música, quiero decir, cómo debe sonar ésta para transmitir emociones, buscando un sonido totalmente natural, sin ninguna concesión a un sonido artificialmente espectacular, ni que busque impresionarnos rápidamente.
Aparte de éste, principal motivo de la visita, tuve la oportunidad de ver en directo, cómo en su taller, se fabrica la nueva serie de distribuidores y filtros de corriente de Vibex. Desde la máquina CNC que corta las piezas del chasis con absoluta perfección, hasta como las manos expertas de Jose María las cablea internamente. En breve os contaremos, en la sección de pruebas, si su altísima calidad constructiva va a la par con la mejora en el sonido que aportan. El equipo que en esta ocasión Cliff nos preparó para disfrutarlo, se compone de lo siguiente:
- Cajas acústicas Kiso Acoustics HB-1
- Etapas Trilogy 992
- Preamplificador Trilogy 909
- Previo de fono Trilogy 907
- Plato Fletcher Audio Omega Point 5
- Brazo Fletcher Zero
- Cápsula Lyra Delos
- Cables interconexión previo-etapa Fono Acustica
- Cables interconexión fono-previo Acrolink A2070
- Cables altavoz Vibex Statement
- Cables de red Acrolink P4020III
- Filtro distribuidor Vibex Three 11R
La sala de escucha es de unos 40 metros, sin ningún acondicionamiento acústico, a excepción de multitud de resonadores de Acoustic System y como mobiliario el sofá y dos pequeños sillones a cada lado del mismo.
En esta ocasión, tuve la suerte de escuchar una primicia mundial. Las dos etapas Trilogy 992 que escuché, todavía no han salido al mercado (saldrán a finales de Agosto), y son las únicas que hay fuera de la fábrica. Son dos etapas monofónicas que entregan 100w cada una con topología híbrida, aunque con una sola válvula en la sección de entrada.
A pesar del reducido tamaño de las cajas, hay que decir que las Kiso bastante tragonas en cuanto a watios. Sus 85db de sensibilidad hacen que necesiten al menos de 200w para dar todo lo que tienen dentro. Pues bien, las Trilogy 992 se comportaron de manera impecable en todo momento, moviéndolas con facilidad, incluso en niveles altos de escucha.
Una vez que me acomodé en el centro del sofá para iniciar la escucha y sabiendo como suenan las Kiso por audiciones anteriores, al iniciar Chet Baker las primeras notas con su trompeta, del vinilo No Problem del sello SteepleChase SCS 1131, casi no pude reprimir las ganas de levantarme y decirle a Cliff, ¡ahí te quedas con tu música que no puedo soportar que suene tan bien!
Por suerte no lo hice y disfruté un par de horas de un equipo, que sin ser ni mucho menos de los más caros que he escuchado, sí puedo asegurar que es el que más ha conectado con mi sensibilidad.
Los agudos sonaban con una riqueza y una densidad maravillosa, además de tener una gran apertura y extensión.
Las frecuencias medias conseguían que los músicos «estuvieran allí» con una riqueza tímbrica impresionante. El golpeo de las teclas del piano en el maravilloso disco de Tete Montoliu, Tete!, de SteepleChase SCS-1029, me tenía totalmente atrapado en la escucha, hasta el punto de que sonó el móvil y lo hubiera tirado por la ventana, ¡si hubiera habido alguna, menos mal…!
¿Y los graves?, es la pregunta del millón viendo las Kiso con su woofer de 4 pulgadas. Para mi gusto y estando acostumbrado a un grave muy poderoso, pues mis cajas bajan hasta 17Hz, es más que suficiente. Está claro que las cajas no mueven el aire necesario para sentir el grave en el cuerpo, pero escuchando un solo de contrabajo, lo disfrutas tanto como si fuera una caja full range. Sobre el grave y para salir de dudas, tuve que preguntarle a Cliff.
M.C: Cliff, ¿consideras que la construcción del recinto de la caja con madera de 3mm, influye en nuestra percepción del grave?
Cliff: Por supuesto. La compañía asegura que el recinto actúa como una caja de resonancia y según ellos, por este motivo, nuestra percepción del grave corresponde a una caja que tuviera un woofer de entre 8 y 10 pulgadas. Las Kiso aprovechan toda la energía que reciben de una manera o de otra.
Continuamos la escucha con el vinilo Dubussy Iberia de Living Stereo, donde aprecié como las Kiso llenaban totalmente la habitación de música, con una imagen y tamaño enormes.
La percepción de dinámica también es muy alta y creo que esto va muy relacionado, con la elevada rapidez con la que se mueve ese cono de 4 pulgadas.
No podía evitar que el diablillo interior que todos tenemos, me hiciera pensar en cómo sonarían las cajas en mi sala, 20 metros mayor que la suya, y no me quedé con la duda.
M.C: ¿Cómo sonarían las cajas en una sala de más tamaño, empezarían a tener problemas?
Cliff: Las cajas sonarían mejor aún, ten en cuenta que en Japón las han expuesto en salas de más de 100 metros y con 200 personas de público.
Pocas dudas ya me quedaban por satisfacer y en ese momento Cliff, para dejar las cosas en su sitio, se levantó y me puso un vinilo de obras de órgano. Puedo entender que haya personas que no me crean, pero fue un placer escuchar ese disco, y no aprecié en prácticamente ningún momento, una carencia de grave.
Para finalizar diré que es un conjunto que destila naturalidad y realismo por los cuatro costados. Las Kiso Acoustics HB-1 son unas cajas con unas cualidades que las hacen únicas. ¿Les faltan graves? Seguro que sí, pero tienen el suficiente y a la vez te hacen disfrutar tanto de cada nota, que sólo piensas en lo que tienes y no en lo que te falta, ahí está la clave…
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