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The house that SAM built

Cuando era un niño tan pequeño que no sabía aún poner a ninguna de las Alemanias en el mapa. En la segunda cadena de televisión vi un documental del Berlín de la postguerra, del que se me quedó grabada para siempre en la retina la escena de un grupo de escolares de no más de 12 años, que mientras iban con sus mochilas a la espalda cogían cada uno dos o tres ladrillos de entre los escombros de un edificio derribado por las bombas. Mi padre miraba el documental junto a mí y me pregunto:

 – ¿A qué no sabes que hacían esos niños todos los días con los ladrillos? 

Yo le dije que no creía que se los llevasen al colegio. Mi padre me reveló con admiración: 

– Esos niños todos los días de camino al colegio cuando pasaban por un edificio en ruinas cogían los ladrillos que eran aprovechables y caminaban con ellos hasta que pasaban por alguna obra en construcción que les pillaba en su ruta y se los dejan a los albañiles para que los empleasen en hacer nuevos edificios. Así son los alemanes, hijo. Trabajadores y voluntariosos como pocos en el mundo. 

Desde ese día sentí admiración por el pueblo alemán y -por qué no confesarlo- un poco de vergüenza de no saber ubicar a cada país en su trocito de mapa, porque la palabras geografía o mapa político, tenían todavía mucha enjundia mental para un niño de los que aún miden menos de un metro.

Así que cuando Hifilive Magazine me brindó la oportunidad para reseñar el amplificador integrado SAM 20 SE de la berlinesa Audionet no pude resistirme a averiguar qué tenían entre manos estos siempre laboriosos berlineses.

 Construcción

Pasados unos días recibí en mi domicilio una voluminosa doble caja de cartón protegida con una envoltura de plástico de buen grosor que contenía concienzudamente embalado y protegido el amplificador integrado  de estado sólido SAM 20 SE o edición especial limitada de su modelo SAM que celebra el 20 aniversario de la marca germana. Si atendemos a la información suministrada en la web de Audionet, el integrado cuenta con las siguientes mejoras:

  • Nuevos transistores de potencia MOSFET con resistencia en serie extremadamente baja para una fidelidad más alta y más detallada en la respuesta transitoria (como los empleados en el integrado de gama superior WATT).
  • Fuente de alimentación extremadamente potente y rápida, garantizada por un transformador toroidal encapsulado y fundido de 700 VA y nuevos condensadores principales de impedancia extremadamente baja y muy alta calidad de audio con una capacidad 25% más alta de 15,000 μF en lugar de 12,000 μF como antes (total suma de 120,000 μF en lugar de 96,000 μF).
  • Cableado interno aún más optimizado, todos los cables de señal están hechos de plata y oro, proporcionando la más alta resolución y los detalles más finos.
  • Nuevos condensadores de mica de alto grado en todos los lugares con un efecto crucial en el sonido. Sus materiales naturales aseguran una neutralidad de sonido única.
  • Panel frontal grabado y panel posterior rediseñado.
  • Control remoto de metal dedicado SAM 20 SE Audionet.
  • Tarjeta Phono incorporada con las siguientes mejoras: Nuevos OpAmps integrados de la más alta calidad con entradas FET ultra bajas en ruido y rápidas.

El amplificador suministrado es de color negro (aunque también se puede elegir en color plateado) y cuenta con un grueso frontal de ocho milímetros de aluminio cepillado anodizado con aspecto elegante y minimalista. La pantalla de leds azules está situada en el centro (Audionet también da la opción de leds rojos). Debajo de ésta el receptor para el mando a distancia. A la izquierda el botón de encendido y el de Menú, a la derecha del frontal el botón down y el botón up que sirven tanto para subir y bajar el volumen como para moverse por el menú del integrado que es controlado por un microprocesador con tecnología propia. La cubierta superior tiene  un grosor de cuatro mílímetros y generosas rendijas de ventilación. Ésta queda fuertemente fijada al chasis con tres tornillos por cada lateral. Que no estén ocultos los tornillos facilita mucho poder quitar la tapa para configurar el previo de fono que la electrónica aloja en su interior. 

Los laterales de la máquina también son de aluminio cepillado anodizado de ocho milímetros de grosor. El cepillado no sólo favorece estéticamente a la máquina sino que nos facilita un buen agarre de la misma.

El chasis interno del amplificador está realizado en chapa de acero barnizada en negro.

En la parte trasera el SAM 20 SE despliega todo su batería de conexiones, así de izquierda a derecha tenemos, en vertical: una entrada balanceada (XLR), cuatro entradas RCA y una entrada Phono. Debajo de las entradas tenemos en horizontal una salida de previo y una salida REC. Más a la derecha en el centro de la trasera tenemos los bornes de conexión de altavoces y justo debajo de éstos una entrada de auriculares de 1/4 de pulgada. 

Un poco más adelante y cerca del borde inferior de la trasera tenemos la toma de tierra para el phono y luego una toma Link Audionet para configuración, actualizaciones y conexión con otras electrónicas del ecosistema de la marca. 

Por último en el extremo derecho tenemos la toma de corriente IEC y justo encima de ésta un botón de encendido y apagado que debemos usar siempre que vayamos a manipular las conexiones o el previo de phono interno. Hay que destacar que el fabricante nos avisa de la necesidad de tener la máquina conectada en fase eléctrica y nos indica qué patilla de la conexión IEC tiene que estar conectada en el positivo. El integrado luce unas pies a juego con los cuatro botones del frontal de color bronce oscuro que dan una nota de distinción.

El mando a distancia suministrado está fabricado íntegramente en aluminio cepillado de la misma calidad y estética que el integrado y permite también manejar un reproductor de CD Audionet así como acceder al menú del sistema donde se pueden configurar la intensidad luminosa de la pantalla y personalizar el nombre de las entradas de audio, entre otras cosas.

“Scientific Magic” es el slogan de la compañía. Audionet cuenta con mucha ingeniería con tecnologías propias que implementa en su catálogo. En su web hay una sección dedicada a darlas a conocer por lo que creo conveniente pasar ya a las escuchas críticas o sea: la parte mágica.

Al ser una máquina nueva a estrenar la he tenido rodando unas semanas, a razón de no menos de ocho horas diarias cuidando de emplear tanto música en formatos digitales como de discos de vinilo para que su previo de phono interno se fuese también soltando.

 

SONIDO

Jazz: Herbie Hancock – Gershwin’s World (SACD)

El pianista Herbie Hancock es uno de mis artistas favoritos. A sus 80 años  acredita una discografía muy extensa que abarca multitud de estilos y géneros. Carlos Santana es otro veterano artista que también ha cultivado bastantes estilos. Ambos comparten algo en común y es que cuentan con obras maestras, discos magníficos pero también obras mediocres cuando no calamitosamente pachangueras. Sin embargo con Santana uno lo tiene más fácil porque si quiere acertar sólo tiene que comprar sus primeros discos, el resto sólo para sus más acérrimos incondicionales. Con Herbie -culillo de mal asiento- Hancock, la cosa se complica porque ha querido ser la salsa de tantos guisos que sus discos buenos y malos están barajados cual mazo de naipes. Pero vamos con uno de los excelentes, se trata del SACD que el pianista dedicó al legado musical del compositor estadounidense George Gershwin y que lleva por título Gershwin’s World. Estamos ante un disco con colaboradores de primera donde se celebró el centenario del nacimiento del compositor judío y que consigue un equilibrio entre respeto a la obra original y libertad para reinventarla y que el producto tenga identidad propia.

En el sexto corte titulado “Lullaby” con Herbie al piano y la Orpheus Chamber Orchestra, el sonido se manifiesta sin esfuerzo aparente. El piano de Hancock transmite lirismo en las notas altas y cuerpo en las bajas. La microdinámica es esplendorosa y no se tapona cuando la sección de cuerdas entra en escena. Aunque no está grabado en DSD nativo sino en PCM de alta resolución, se ha respetado un muy buen rango dinámico por lo que hay que subirle un poco más el volumen al integrado cosa que se agradece en los crescendos orquestales. Además este rango sin amputar nos acerca más al tamaño y peso de cada uno los instrumentos de la orquesta que llenan la sala sin que queden asfixiados. 

En el corte 12 titulado “Prelude in C# Minor” la voz de la soprano Kathleen Battle suena natural, hechizante, hipnótica. El contrabajo tiene el peso suficiente para llenar pero sin atosigar. La percusión produce una sensación de profundidad encomiable y eso teniendo en cuenta los imponderables de tamaño y proporciones de mi sala es digno de recalcar. Si bien las primeras semanas creí estar ante una electrónica de las que dibujan una escena adelantada, con el rodaje de la máquina ese escenario ha ido retrasándose hasta su lugar natural tras las cajas acústicas. Con una puesta en escena que respeta la imagen en sus tres ejes: alto, ancho y profundo, los pasajes musicales tienen  un vasto lugar donde materializarse sin lacra alguna y a poco que la grabación sea buena nos provocará esa inefable sensación de “estar allí.”

Llega el momento de probar la sección analógica del amplificador y ver si su previo de fono está a la altura del resto de la electrónica o por el contrario es sólo un postizo de compromiso. Acceder a la tarjeta fono interna requiere quitar los doce tornillos de la tapa superior y no es demasiado laborioso configurar los parámetros de ganancia, resistencia y capacitancia. Sólo recomendaría el uso de unas pinzas antiestáticas a usuarios con dedos tipo Bud Spencer.

Pop – Simply Red – Stars (LP 1st German Pressing 33 R.P.M.)

Stars es el disco más famoso de la banda liderada por el vocalista y compositor Mick Hucknall. Su producción es perfecta: ni tan crudo y amateur como el primer disco (aunque con los años uno mira con otros ojos esos discos desnudos y puros) ni tan sobre-producido y recargado como sus ulteriores trabajos. Teniendo su parte dulzona y soulera como no puede faltar en cualquier disco de Simply Red, tiene también temas con ritmos electrizantes y cargados de la mala uva necesaria para comprobar si el amplificador SAM 20 SE puede volver a tocarla otra vez sin arrugarse mucho.

Pongo la aguja en el comienzo del disco, “Something got me started”, y literalmente algo me hace comenzar a mover la cabeza primero y los pies después. Su bajo y piano tocados con ese ritmo rápido tan funky me hacen poner en duda de si el giradiscos está girando a las protocolarias 33 con un tercio revoluciones por minuto. Con Herbie Hancock el amplificador integrado sonaba sedoso y relajado pero ahora suena vivo y electrizante. El previo de fono es capaz de extraerle mucha información al surco y el disco suena  con potencia, claridad y precisión.

Otro corte no tan famoso de álbum pero igual de rápido es el que cierra la cara A. “She’s got it bad” tiene una batería y bajo exquisitamente grabados. Tan sumamente funky y bailongo que aunque perfectamente se puede escuchar a 75 o 80 dB nos hipnotiza para que subamos y subamos el volumen. Y es de lo más paradójico porque el integrado trabaja tan cómodamente que no tenemos sensación de volumen, en el sentido de que aquello se vaya a desbocar o que los drivers peligren. 

Es esa sensación de seguridad que da conducir una gran berlina alemana donde podemos pisar el acelerador y sólo el velocímetro nos hace conscientes de la velocidad que llevamos porque la máquina ni se inmuta. Conforme aumentamos el volumen la sala se va llenando de música, la batería se endemonia y conseguimos ese volumen que le da una escala y cuerpo realistas. El bajo es un prodigio de expresividad, control y garra grabado con ese sabor a vieja escuela. No en vano la masterización original estuvo en manos y oídos del  siempre colosal Bernie Grundman.

La pantalla del SAM indica un volumen de -15 dB y desde el punto de escucha a dos metros veinte de los tuiters de las cajas mido 90 decibelios, algún pico a 94 dB pero decididamente una media de 90 decibelios y el sonido suena increíblemente lineal. No se pierde la imagen estereofónica ni la disposición de los instrumentos. La voz de Mick Hucknall suena justo en el centro, la guitarra, el bajo todo ha ganado potencia y peso pero nunca a costa de perder el control  o de sentirse desdibujado. Como no hay distorsión palpable uno se envalentona y quiere subir el volumen más y más. Con la electrónica a -10 dB la presión en la sala es como de sexta fila de concierto de rock. 94 dB de media y cero grano. La berlina sigue inmutable por su autobahn pero esta vez sí que soy consciente de la velocidad porque creedme que si me quedara algo de pelo en la cabeza ya me lo habría peinado para atrás este torrente de funky soulero. Hay potencia, control y finura en cantidades inusitadas. Así veo cómo se las gasta este SAM 20 SE cuyo chasis no levanta más de once centímetros del suelo y eso incluyendo sus patas. Nuevamente constato que nunca hay que juzgar un libro por su cubierta y menos por el grosor de su lomo. He de confesar que me he quedado con las ganas de ver si todavía podía arrancarle unos cuantos decibelios más al SAM 20 SE pero tengo por norma auto-impuesta no poner al límite ni electrónicas, ni altavoces y nunca, nunca, nunca la paciencia de ninguna mujer.

Me ha pasado tantas veces que creo conveniente reseñar que con este amplificador he tenido la sensación de poder vivir eternamente usando su sección analógica sin echar de menos los soportes digitales pero también viceversa: estar días y días escuchando CDs o SACDs o música virtualizada a través de Audirvana vía Mac con una sensación de estar plenamente colmado y pensar de nuevo que podría estar eternamente escuchando soportes digitales.

Jazz – Nathan Davis With Georges Arvanitas Trio – The ORTF Recordings (3LP 33 RPM – SAM Records)

Respeto pero no comparto la opinión de quienes aseguran que sólo valen los discos de vinilo que salieron a la luz antes de mediados de los ochenta. Lo dicen no sólo porque a partir de esa fecha los estudios de grabación, la mezcla, postproducción y mástering fuesen en su inmensa mayoría digitales, sino porque a finales de los ochenta y peor aún en los noventa no se editaba casi nada en vinilo y lo poco que se hacía era con poca técnica y mucha desidia. Les compro casi toda esa parte de su argumentación pero con el nuevo resurgir del formato eso no me hace cerrar los oídos a las pocas bandas y artistas actuales que editan en puro analógico, o a sellos como Analogue Productions, Mobile Fidelity Sound Lab o Speakers Corner entre otros, que reeditan discos 100% analógicos triple AAA, con mucho respeto por la obra original y cuidando la producción técnica y artística al detalle.

Otro sello que me ha sorprendido gratamente es el francés SAM Records especializado en reeditar discos de vinilo 100% analógicos procedentes de másters originales principalmente de obras de músicos de jazz estadounidenses cuando estaban de gira o exiliados en Europa. Esto les permite acceder a los delicados y preciados másters originales sin que tengan que hacer un viaje transoceánico, cosa que sus propietarios que yo sepa nunca conceden ni de uno ni del otro lado del charco. 

Este disco de Nathan Davis con el Georges Arvanitas Trío está tan deliciosamente bien editado y cuidado en todos sus detalles que merece la pena sólo por afán de coleccionismo, pero es que la música que atrapan los surcos de sus tres discos de vinilo tiene un gran valor tanto desde el plano melómano como desde el audiófilo.

El segundo tema del primer disco titulado “Yesterdays” comienza con Nathan Davis tocando la flauta y acompañado por el piano en segundo plano hasta que entran batería y contrabajo. La flauta puede ser un instrumento que me teletransporte hasta una selva virgen amazónica o a una noche estrellada en una playa tropical. Algo tiene que seduce y hechiza por su infinita gama de tonos, inflexiones y matices. Mas también puede sonar como el día que nuestro vecino decide que la hora del café es buena para obsequiarnos con una sonata para martillo y taladro y colocar medio catálogo de Ikea justo en la pared colindante de la finca. Un mal intérprete si además es acompañado de una mala grabación y de una mala fuente, amplificación y cajas acústicas pueden convertirse en una auténtica pesadilla. Esto lo percibe incluso quien no haya escuchado una flauta real en su vida. 

Pero Mr. Davis toca la flauta con tal saber hacer que suena con la gracia de una garza real que tomase el vuelo en nuestra estancia. Siendo una grabación en directo el ingeniero no sólo capta los instrumentos con todo su cromatismo y dinámica, sino que recoge el ambiente de la sala. No me refiero simplemente a la reverb física de la sala sino que también a su aura emocional. Los aplausos de los escasos asistentes a la grabación confirman ese ambiente de íntima complicidad que quedó registrado por la grabadora para la eternidad.

En los medios reside la fiesta de la música, en los agudos la orfebrería de los brillos y detalles, pero es en el grave y en el silencio que sea capaz de recrear un sistema donde vamos a reencontrarnos con el alma de la grabación, con su pulso, su latido. Solo tengo que subir el volumen al corte titulado “A5” para corroborarlo con el contrabajo. Suena fecundo, orgánico, vivo y con prolijos matices que la alta definición de la amplificación respeta sin caer en la hipérbole o la falta de coherencia tonal.

George Arvanitas al órgano en el tema “Nathalie’s bounce” ya es una delicatessen que podría disfrutarse sola pero es que se le suman el resto de instrumentos y sencillamente se monta la fiesta. Imposible no esbozar al menos media sonrisa y tocar un imaginario bombo con el pie, incluso si la escucha viene precedida por un mal día de fin de mes y un buen puñado de facturas en el buzón. La amplificación tiene control y delicadeza pero también tiene garra y slam y qué mejor que esos redobles y golpes de batería finales para remarcarlo. El público aplaude. Yo me apunto.

Conclusión

Con el nuevo resurgir de los amplificadores integrados el mercado cuenta con cada vez más opciones para cubrir todo tipo de demandas de cualquier presupuesto. Es por todo esto mucho más meritorio el enorme trabajo que Audionet ha desplegado en este SAM 20 SE porque brilla y destaca por encima de centenares de opciones disponibles. 

La clave de este integrado está entre un equilibrio perfecto entre grandiosidad y discreción en  todas sus acepciones posibles. De hecho todavía me estoy preguntando qué tipo de magia científica ha hecho la compañía berlinesa para meter tanta calidad y potencia en un integrado que tiene unas dimensiones tan contenidas que podría instalarse en cualquier set por limitado que fuese el espacio disponible. Pero no nos equivoquemos, aunque sea una máquina de dimensiones slim, sus quince kilos de peso son de pura fuerza y calidad.

Buen ejemplo es la potencia que declara de 110 vatios a 8 ohmios y 200 a 4 ohmios. Una cifra que puede parecer “discreta” pero es que  esos vatios suenan ultra-lineales tanto si el volumen está al mínimo perceptible como si lo llevamos hasta su límite de potencia. Será por su gran dumping factor declarado pero esta máquina tiene el mejor “torque” que haya experimentado en una amplificación que no sea en clase D.

El grave que imprime este integrado también rinde con un inusitado poderío. Lo hace desde el control absoluto. Sin sonar ostentoso y sin desdibujar las zonas media y alta del espectro sonoro.

Los medios y los agudos agradecen el carácter tan neutral de la electrónica. La música suena como directamente extraída de la fuente. Fluye como agua fresca de manantial. No pareciese que hubiese nada entre el disco y las cajas acústicas. El sonido se materializa con la suavidad de una amplificación en clase A pero con una reserva extra de potencia casi inagotable.

Su previo de fono obedece a un ejercicio de ingeniería y optimización de tal calibre como no he encontrado en ningún integrado hasta la fecha. Es un previo tan completo y versátil que para encontrar otro con análogas prestaciones tendríamos que ir a un previo externo de no menos de 2.000 euros en adelante para que se le acercara. Además eso no nos aseguraría la perfecta sinergia que sí tiene garantizada este previo con el integrado donde se aloja.  Su firma sonora y su misión es la misma que el resto del integrado: extraer la máxima definición a la fuente de sonido sin que la experiencia musical se vea comprometida ni por asomo. 

Todas las múltiples piezas que conforman esta máquina son como un discreto ladrillo. Cada una pone su pequeña parte para levantar un sólido edificio por cuyos ventanales sale el tarareo de una bella melodía. Ciencia, trabajo y voluntad: esa es su magia.

Pero:

– La entrada de auriculares -que está a la altura de lo que ofrece la electrónica- hubiera estado mejor en el frontal del amplificador aunque sea a costa de romper la línea estética del amplificador integrado.

Audionet SAM 20 SE – 7730€

Distribuye Sumun Audio

Especificaciones

  • Salida: 110 vatios en 8 Ω, 200 vatios en 4 Ω
  • Capacidad de filtrado: 120,000 μF
  • Factor de amortiguación:> 1,000 a 100 Hz
  • Respuesta de frecuencia: 0 – 500,000 Hz (-3 dB)
  • Espectro armónico: k2 típ. -101 dB, @ 1kHz, 25 W / 4 Ω, k3 típ. -106 dB, @ 1kHz, 25 W / 4 Ω
  • THD + N: <-100 dB @ 1kHz, 25 W / 4 Ω
  • SNR:> 103 dB (ponderado A)
  • Separación de canales:> 93 dB @ 1 kHz
  • Impedancia de entrada: entrada de línea: 10 kΩ, 150 pF
  • Entrada XLR: 3 kΩ, 170 pF
  • Conexión a la red: 220..240 V / 50..60 Hz o 110..120 V / 50..60 Hz
  • Consumo de energía: <1 W en espera, máx. 700 W
  • Dimensiones: anchura 430 mm, altura 110 mm, profundidad 360 mm
  • Peso: 15 kg.

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • Usher Audio Mini Dancer DMD 2

Fuente Digital

  • Reproductor de CD/SACD Yamaha CD-S3000
  • iMac mid 2007 Core 2 Duo 2,4 GHZ y 6 gigas RAM DDR3 con disco duro interno SSD para sistema operativo y software
  • Macbook Pro Retina Early 2015 con Intel Core i5 a 2,9 GHZ 8 GB de RAM DDR3 a 1867 MHZ y disco duro interno SSD de 500 GB
  • Disco duro Western Digital My Passport Ultra 2,5” y 2 tB para biblioteca musical

Fuente Analógica

  • Giradiscos Acoustic Solid modelo Solid Wood con Brazo Rega RB-303 y  cápsula Ortofon MC-3 Turbo.

Cableado y otros

  • Rack marca Rogoz modelo 4QG3 
  • Base para giradiscos de granito de 3 centímetros montada sobre 4 silent-blocks
  • Regleta Furutech e-TP80e con cable de corriente Furutech G-314AG-18E
  • Cables de altavoz Supra Classic 6.0 en bicableado con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas en origen en ambos extremos
  • Cables de altavoz QED Silver Anniversary XT / CF con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas de origen en ambos extremos
  • Cable de corriente Furutech G-320Ag-18-E en SACD
  • Cable de corriente Cardas Golden Power Cord en Amplificador
  • Cable USB Audioquest Carbon en Macs / SACD
  • Cables de modulación RCA Groneberg Quattro Reference
  • Cables de modulación RCA Ortofon
  • Cables de modulación XLR Hivilux
  • Sala dedicada de 22 m2 acondicionada acústicamente con alfombra gruesa de lana natural,  cuatro paneles de fibra de vidrio de 50 mm marca EQ Acoustics situados en la pared tras el punto de escucha. 2 Paneles de poliéster de 100 mm marca EQ Acoustics en la pared de fondo. 2 Paneles de lana de roca de 150 mm en la pared de fondo y dos difusores cuadráticos de tipo residual marca T.Akustik modelo SC Diffusor. Ocho trampas de graves marca Auralex modelo Lenrd. Cortinas gruesas muy rizadas y doble cierre de aluminio con rotura de puente termoacústico. 2 trampas de graves de membrana marca Hofa modelo Baby tras el punto de escucha. Trampa de graves de lana de roca de 80 kg/m3 de densidad de 200 cm x 35cm x 70 cm.

 

 

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